11 de janeiro de 2011

María Elena Wash 1


Cada mañana, en la radio

Magdalena Ruiz Guiñazú
Para LA NACION

Martes 11 de enero de 2011 

Desde comienzos de los 70, me pareció importante que los chicos, a la hora de ir a la escuela, recibieran un mensaje musical del nivel que tenía María Elena. Esa costumbre la mantengo hoy, en Radio Continental, a las 7.02, porque sigo pensando que un estímulo extraordinario para el chico que se está levantando es conocer y tararear las canciones que se están mandando al aire.
Lo que me llena de admiración en sus canciones es haber elegido, por ejemplo, un animal como la tortuga, que no es atractivo, y haberlo convertido en un símbolo de encanto, de coquetería, de modestia, porque incluso con "su paso tan audaz" se va a París para que la planchen? Son un pedazo de historia.
Más allá de las canciones, uno podía disentir en un tema y ella tenía la inteligencia y la capacidad de aceptación de que uno pensara distinto. Cuando empezaron a aparecer las solicitudes por los desaparecidos, ella firmaba siempre junto con Ernesto Sabato, Augusto Comte, Ricardo Alfonsín, el rabino Marshall Meyer, monseñor Nevares, monseñor Hesayne, monseñor Novak, Oscar Alende y Pérez Esquivel, y junto con los familiares. Había que tener mucho coraje para hacer eso.
Periodista

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