Teniendo en cuenta que la igualdad de género es es uno de los seis objetivos de la campaña mundial de Educación para Todos que encabeza la UNESCO, iniciada en 2000, cuando los países del mundo acordaron eliminar las disparidades entre los sexos en la enseñanza primaria y secundaria antes de 2005 y “lograr antes del año 2015 la igualdad entre los géneros en relación con la educación, en particular garantizando a las jóvenes un acceso pleno y equitativo a una educación básica de buena calidad, así como un buen rendimiento.” El presente Atlas pone de manifiesto la imbricación que existe entre distintos niveles, y sitúa la cuestión de la igualdad de género en un contexto más general. La cuestión de la igualdad en la educación debe formar parte de políticas más amplias, que aborden grandes temas económicos, sociales y políticos. Esta es la vía para que el poder transformador de la educación de las niñas y mujeres traiga aparejado un desarrollo sostenible para toda la sociedad.
La igualdad de género no solo es indispensable para proteger derechos humanos y libertades fundamentales que revisten carácter universal, sino que constituye además un poderoso catalizador del desarrollo. La educación de las niñas y mujeres puede traer consigo muy diversos beneficios, desde la mejora de la salud materna hasta la reducción de las tasas de mortalidad infantil y los índices de fertilidad, pasando por una prevención más eficaz de la infección por el VIH y SIDA. Para hacer realidad tales objetivos debemos compartir la disparidad de género en todos los frentes.
Los mapas son una herramienta para comprender el mundo, además de un medio excelente para dar a conocer datos a un público numeroso. Esta obra permite al lector acceder a la información de un solo vistazo y considerar la cuestión de la igualdad de género desde distintos ángulos. Todo ello es posible gracias a la existencia de datos desagregados sobre la igualdad entre los sexos en la educación, fruto de la innovadora labor del Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), que periódicamente elabora estadísticas desglosadas por sexo acerca de todos los niveles de enseñanza para seguir la progresión de las niñas y el nivel de estudios que alcanzan las mujeres y también crea nuevos indicadores que generen información útil para formular políticas a escala tanto nacional como internacional.
De esta forma va cuajando una imagen cada vez más clara de los avances logrados y las disparidades restantes en este terreno. El presente Atlas no es solo un mapa del mundo, sino también una exhortación a pasar a la acción y a perseverar en el empeño de promover la igualdad de género en la educación como derecho humano y factor multiplicador del desarrollo.
27 de septiembre de 2012
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