4 de dezembro de 2013

Argentina: Autoridades educativas reconocieron errores, pero relativizaron el informe PISA


El ministro Sileoni y sus pares provinciales hicieron su autocrítica, aunque cuestionaron al prestigioso estudio internacional. "La prueba está lejos de reflejar lo que es la escuela argentina", afirmó un funcionario. Argentina se ubicó 59 de 65 países evaluados
Los máximos responsables de la educación del país debieron hacer equilibrio ayer al mediodía ante el mal desempeño que mostraron los alumnos argentinos en el examen internacional PISA 2012, que evalúa las destrezas obtenidas en Lengua, Matemáticas y Ciencias.   El titular de la cartera nacional, Alberto Sileoni, enfatizó que lo realizado en el área fue "priorizar la inclusión" de los estudiantes en el sistema, al resaltar que se incorporaron 195.000 alumnos más a la escuela secundaria. "Entre ellos, 45 mil chicos de 15 años, que constituyen la población que evalúa PISA", indicó.
Sin embargo, las autoridades educativas, que incluyeron a los ministros de Educación provinciales, reconocieron de manera unánime que hay que "redoblar esfuerzos" y "mejorar los aprendizajes" de los educandos. Es que los puntajes del informe organizado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) fueron contundentes. De un total de 65 países que participaron de la pesquisa, entre las que hay solo 8 países latinoamericanos, Argentina se ubicó en el puesto 59 en lo que refiere a calidad educativa, por debajo del puntaje promedio obtenido por las naciones vecinas.
"Los resultados nos indican que tenemos que seguir trabajando. Era previsible que la inclusión sola no alcanza. El fenómeno del mejoramiento de los aprendizajes tiene que ser sostenido, no se produce a saltos", comentó Sileoni en diálogo con Infobae. Y admitió que "pensar que en las tres disciplinas estamos bastante igual que el último informe realizado en 2009, más allá de que hay 195 mil chicos más en la escuelas, no es satisfactorio".  
"Tenemos que seguir redoblando los esfuerzos. Venimos de una etapa muy fuerte de inversión e inclusión que todavía no está cerrada. Todavía hay chicos que deberían estar en la escuela y no están", manifestó Sileoni a este medio, en alusión al 10% de jóvenes de 13 a 17 años que no concurren a los establecimientos educativos. "Debemos optimizar los mecanismos de retención y las tasas de egreso, y transmitir a las familias la idea de que el secundario es irrenunciable para todos", sostuvo.
Las reflexiones fueron motivadas por el último informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiante (PISA), una evaluación comparativa, estandarizada y acurricular -es decir que no toma en consideración los planes de estudio- que evalúa el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave -en 2012 se hizo foco en Matemáticas-, al tiempo que refleja el estado de situación de otras aptitudes y comportamientos escolares. Para la muestra, es el comité PISA quien elige azarosamente los establecimientos educativos que serán auditados, ya sean estatales, privados, urbanos y rurales.
La edad establecida de "los 15" corresponde a los diez años de escolaridad obligatoria que rigen en muchos de los países miembros de la OCDE. La muestra de Argentina para 2012 estuvo conformada por 5.900 jóvenes, pertenecientes a 226 escuelas de todo el país, con excepción de Tierra del Fuego y La Rioja.
Datos e interpretaciones
En conferencia de prensa, el ministro Sileoni hizo la presentación oficial del informe, acompañado por siete ministros de Educación provinciales y funcionarios nacionales. Durante la cita en Palacio Sarmiento, el Gobierno intentó contextualizar y desagregar los datos expuestos.
En comparación con el último informe de 2009, Argentina mantuvo 388 puntos en Matemáticas, subió de 401 a 406 en Ciencias, mientras que se desplomó de 398 a 390 en Lengua. En una escala de 0 a 1.000, la media OCDE –países más desarrollados económicamente– es de 494 para Matemáticas, 496 para Lengua y de 501 para Ciencias. EnAmérica Latina los promedios son sensiblemente inferiores a los de las potencias; incluso, cayeron en su conjunto en relación a la última medición. No obstante, aún un análisis comparado de la Argentina con respecto a los países de la región que participaron la deja mal posicionada, al ser superada por Chile (51º), México (53º) Uruguay (55º), Costa Rica (56º) y Brasil (58º) (ver gráficos).
Desde la cartera de Sileoni le encontraron una explicación a la mala performance educativa. "En nuestro país hay un 36 por ciento de alumnos evaluados que no está en el año escolar que le correspondería por edad: son los chicos que repitieron, no ingresaron a tiempo o abandonaron y retomaron la escuela tiempo después. Aquellos jóvenes que están cursando el año acorde a su edad mostraron un mejor desempeño", explicó el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk.
Para Sileoni, en ese segmento poblacional con peores resultados hay detrás carencias económicas y sociales, en el que influye el clima familiar de manera directa. "Nosotros siempre pensamos que debajo del mapa educativo hay un mapa social y económico. Pero no pensamos que sea determinante; la escuela debe tener la capacidad de romper esa profecía de la cuna. Y lo hace", dijo el ministro en el encuentro del que participaron también los ministros Esteban Bullrich (CABA), Rodolfo Tecchi (Jujuy), Luis Jacobo (Misiones), Marcelo Mango (Río Negro), Silvia Rojkés (Tucumán), la directora general de Escuelas María Vollmer (Mendoza) y Claudia Vallori, titular del Consejo General de Educación (Entre Ríos).
En esta sintonía, advirtió que los resultados de PISA mejoran si se desagregan los estudiantes que están en 2º y 3º año de la secundaria, es decir, que no han repetido ni han vuelto a la escuela después de abandonar, y que constituyen el 64% de la población. Entre ellos, los resultados alcanzan 435 en Ciencias, 431 en Lengua y 415 en Matemática.
"Lo que queremos decir es que aquí no hay un fracaso de la escuela: cuando el sistema educativo trabaja con chicos que han tenido una trayectoria escolar y una biografía más ordenadas, los resultados son más interesantes", reflexionó Sileoni.
Cifras similares por encima de la media nacional y latinoamericana- las alcanzó también  laCiudad de Buenos Aires, que por primera vez participó del estudio en calidad de distrito separado, a la manera de las ciudades chinas de Shangai, Hong Kong y Macao. En el distrito que gobierna Mauricio Macri, los alumnos obtuvieron en Matemáticas 418 puntos, 429 en Lengua y 425 en Ciencias.
En este sentido, Sileoni alertó: "Tampoco se puede comparar un sistema como el de la Ciudad de Buenos Aires, donde la secundaria está extendida desde hace décadas, con el de otras provincias como Tucumán, por ejemplo, donde hubo que armar un sistema de escuelas para garantizar la obligatoriedad".
Críticas a la metodología
Si bien fueron autocríticos, los funcionarios relativizaron los datos arrojados por el informe internacional. Como la Nación, las provincias aprovecharon para excusarse de la deficiente performance y defender su gestión, ya que son las responsables directas de gestionar y ejecutar los presupuestos de la educación pública.
"Entendemos que la prueba PISA está lejos de reflejar lo que es hoy la escuela argentina y los procesos de la escuela latinoamericana. Pretendemos y pensamos más a la educación para las necesidades de nuestros países como forma un aprendizaje colectivo, y no individual meritocrático. Hay que evaluar los resultados con pruebas paralelas", manifestó el ministro de Cultura y Educación de Misiones, Luis Jacobo.
Rodolfo Tecchi, de la provincia de Jujuy, matizó también las cifras al afirmar que "nuestros chicos de 15 años han sufrido en el inicio de su escolaridad la crisis social y económica que todos conocemos". Y resaltó: "No es una prueba normal que estén los chicos acostumbrados a hacer en la escuela".
Las críticas están en consonancia con los planteos que el Mercosur al programa internacional. Sileoni aclaró que este año los países latinoamericanos hicieron una presentación ante el comité de PISA ya que quieren "discutir algunas cuestiones de la prueba en términos metodológicos", como la construcción del cuestionario - los alumnos deben contestar 60 preguntas de relativa complejidad en 2 horas-, y la presentación rankeada de los resultados.
"Si bien la prueba es acurricular, corresponde a un currículum globalizado", expresó el funcionario. Y criticó también que se compare en una "tabla de posiciones" a países que "tienen una inclusión del 82 por ciento de los estudiantes de 15 años con otros que apenas superan el 70 por ciento".

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