29 de dezembro de 2015

¿Cómo afectan las nuevas tecnologías a nuestro cerebro?


Trabajamos en el ordenador mientras miramos televisión, y estamos pendientes de las redes sociales y las alertas del móvil. ¿Hasta qué punto nuestro cerebro está capacitado para la multitarea?

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Un joven tumbado en un sofá utilizando un teléfono móvil, un ordenador portátil y un MP4
Un joven tumbado en un sofá utilizando un teléfono móvil, un ordenador portátil y un MP4. /CORBIS

Como una ráfaga, el mundo ha cambiado en las últimas décadas de manera impactante. Las nuevas tecnologías nos permiten la comunicación instantánea, un acceso inusitado a la información, la simplificación de muchas tareas que antes nos llevaban muchísimo esfuerzo, la posibilidad de vivir más y mejor. Sobre esta realidad y estos favores no existen reparos sino más bien elogios y aprovechamientos. Lo que debemos decir también es que esta posibilidad de vida nos puede generar, a su vez, cierto impacto disfuncional, impulsado por la exigencia a realizar diversas acciones al mismo tiempo. Es habitual, hoy, estar trabajando en la computadora mientras miramos televisión o escuchamos música, y estamos pendientes de las redes sociales, los mensajes de texto, correos electrónicos o alertas de noticia en el celular. ¿Hasta qué punto nuestro cerebro está capacitado para sostener las tareas múltiples que las nuevas tecnologías promueven?
El cerebro es, como cualquier sistema de procesamiento de información, un dispositivo con capacidades limitadas, sobre todo en la de procesar una cantidad de información por unidad de tiempo en el presente. Así, nuestro cerebro tiene dos cuellos de botella: uno es la atención (cuando tenemos dos fuentes de información suficientemente complejas, la eficiencia de una decae como consecuencia de la otra); y la otra, la llamada “memoria de trabajo” (el espacio mental en que retenemos la información hasta hacer algo con ella). Esta memoria tiene una capacidad finita en los seres humanos y es extremadamente susceptible a las interferencias. Cuando se intenta llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo, la información se cruza y se producen muchos errores.
Nuestro cerebro tiene dos 'cuellos de botella': la atención y la llamada “memoria de trabajo”
Muchas veces se plantea que la multitarea (multitasking) podría ser beneficiosa para entrenar nuestra capacidad para el paso rápido y eficiente entre actividades. Sin embargo, existe evidencia científica de que las personas que funcionan con esa modalidad se dispersan más cuando pasan de una a otra. Contrariamente a lo que uno podría imaginar, son más propensos a quedarse pegados a estímulos irrelevantes y, por lo tanto, a distraerse fácilmente. Por otra parte, suelen sobrevalorar su capacidad para hacer multitasking, lo que impacta en una menor concentración sobre cada elemento y en el pasaje. Participantes de una investigación que refirieron hacer muchas cosas a la vez fueron los que, paradójicamente, peor rindieron en pruebas de multitarea.
En un estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), se les mostraron a estudiantes unas tarjetas con símbolos y se les pidió que hicieran predicciones basándose en patrones que habían reconocido previamente. La mitad tenían que realizar esto en un ambiente de multitarea, mientras escuchaban altos y bajos tonos y tenían que contar las señales acústicas elevadas. Sorprendentemente, ambos grupos fueron igual de competentes. Pero cuando empezaron a hacer preguntas más abstractas sobre esos patrones, el costo cognitivo de las multitareas fue evidente. Cuando estamos en una reunión, en una conferencia o viendo una película en casa y, al mismo tiempo, mandamos emails y mensajes de texto desde nuestro teléfono, creemos que podemos seguir en profundidad lo que se dice y sucede en el entorno, pero esto, la mayoría de las veces, es solo una ilusión. Por el contrario, nos estamos perdiendo mucho. Desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, estamos capacitados para realizar muchas tareas, por supuesto, pero debemos focalizarnos en hacer una de estas por vez. Tener muchas cosas para hacer y hacerlas una por vez (que es lo recomendable) no es lo mismo que intentar hacer varias cosas al mismo tiempo. La multitarea tiene un costo cognitivo.
Las personas que practican la multitarea son más propensas a 'quedarse pegadas' a estímulos irrelevantes y, por lo tanto, a distraerse fácilmente
La mala administración de la atención no solo genera improductividad, ansiedad y estrés, sino que puede traer también riesgos letales. En un estudio de la Universidad de Utah, los psicólogos David Strayer y Jason Watson señalaron que la posibilidad de un accidente automovilístico puede ser tan alto para aquellos que, mientras conducen, hablan por teléfono o mandan mensajes de texto como para conductores que habían tomado más alcohol del permitido por la ley.
Los conductores que usan celular tienen reacciones más lentas, respetan menos su carril, mantienen menor distancia entre los autos y pasan más semáforos en rojo. Estas personas, en comparación con los que no usan el teléfono cuando manejan, detectan menos de la mitad de los detalles y situaciones que se les presentan, lo que produce ceguera atencional. La distracción se da también cuando se habla con “manos libres” o en alta voz. En otros estudios en los que usaron un mecanismo para realizar el seguimiento ocular, revelaron la existencia de una ceguera parcial a estímulos importantes en los conductores que hablaban por teléfono: estos solo detectaban la mitad de los estímulos que estaban justo delante de ellos y tenían un tiempo de reacción más lento a las luces de freno del auto de adelante.
Desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, estamos capacitados para realizar muchas tareas pero debemos focalizarnos en hacer una de estas por vez
Chequear correos electrónicos o notificaciones de redes sociales puede provocar entusiasmo, pero también cierta dependencia. Existe un consenso entre especialistas en el que la eficacia del manejo del tiempo obedece a cierta organización y rutina. La clave está en poner un filtro entre tareas importantes y ociosas. Para descansar, es mejor salir a caminar, respirar profundo, cambiar de actividad o hacer una tarea menos demandante. Además de volvernos eficientes en lo inmediato, estas actividades alternativas pueden, al retomar la tarea inicial, traer ideas o aproximaciones novedosas que mejoren el largo plazo.
El estudio del impacto de las nuevas tecnologías especialmente en niños y adolescentes es un desafío que las neurociencias están abordando. Como sabemos, el cerebro sigue desarrollándose hasta la segunda década de vida. El lóbulo frontal, que contiene circuitos claves para habilidades cognitivas de alto orden como el juicio, el control ejecutivo y la regulación emocional, es de las últimas áreas en desarrollarse de forma completa. Durante este período, el cerebro es sumamente adaptativo e influenciable por el ambiente. Decimos entonces que la tecnología suele ser buena para los procesos cognitivos de los niños si se usa con buen juicio, pero que el problema es que el buen juicio y el autocontrol se encuentran entre las habilidades en desarrollo, por lo cual son los adultos quienes deben ejercerlo cuando estos usos se transforman en excesivos. Como padres, es necesario detenerse a pensar qué sucede con el estímulo de habilidades sociales como la empatía, la compasión y la inteligencia emocional en nuestros hijos (y en nosotros también) cuando la mayor parte de las interacciones se dan de manera virtual, en detrimento de la comunicación cara a cara.
Cuando se intenta llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo, la información se cruza y se producen muchos errores
A diferencia de otras revoluciones tecnológicas, la de la “tecnología social” implica nunca estar solos y nunca estar aburridos. La socióloga Sherry Turkle del MIT describe esto como “la intolerancia a la soledad”. Esto implica estar desatentos a las personas que tenemos alrededor para conectarnos con el mundo virtual. Turkle considera que esto quita la oportunidad de aprender a mantener conversaciones, a poder tener un momento de introspección sin un artefacto electrónico y sin que eso genere ansiedad. Según la socióloga, esta tecnología, que nos ofrece la posibilidad de no aburrirnos nunca, puede hacernos menos tolerantes a establecer relaciones duraderas.
El estudio del impacto de las nuevas tecnologías, especialmente en niños y adolescentes, es un desafío que las neurociencias están abordando
Una última reflexión sobre todo esto, pero fundamentalmente sobre cierta valoración positiva de la tarea focalizada y la capacidad de introspección: son famosas las anécdotas de escritores como Franz Kafka que produjeron algunas de sus obras más célebres de corrido y en un puñado intenso de tiempo. De ese deseo de momentos imperturbables le hablaba en una de sus cartas a su amada Felice: “Escribir significa abrirse por completo… Por eso nunca puede uno estar lo suficientemente solo cuando escribe; por eso nunca puede uno estar rodeado del suficiente silencio cuando escribe, y hasta la noche resulta poco nocturna.” ¿A alguien se le ocurre mayor plenitud personal y favor a los demás que la sola tarea de estar escribiendo esas maravillas?
Facundo Manes es neurólogo y neurocientífico (PhD in Sciences, Cambridge University). Es presidente de la World Federation of Neurology Research Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y Profesor de Neurología y Neurociencias Cognitivas en la Universidad Favaloro (Argentina), University of California, San Francisco, University of South Carolina (USA), Macquarie University (Australia).
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28 de dezembro de 2015

ENTREVISTA COM JORGE WERTHEIN: UMA LIÇÃO DE INCLUSÃO E PAZ



10/12/2003 - Maria Cristina Siqueira

Quando fala de brasileiros, ele usa o pronome nós. Cristovam Buarque, ministro da Educação, costuma dizer que ele não está no país a serviço da Unesco, mas na Unesco a serviço do país, onde chegou há sete anos como embaixador da Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura (Unesco).

— As questões do Brasil me tocam, me preocupam. Sinto-me parte do que está acontecendo — admite Jorge Werthein, um PhD em Educação que tem suas raízes na Argentina. Segundo ele, suas convicções só são abaladas no gramado, quando os dois países se enfrentam. Nessas situações a argentinidade lhe arrebata. Mas, fora do campo, a razão e o coração ostentam duas bandeiras.

Werthein esteve na Folha Dirigida na sexta-feira, 5, para formalizar uma parceria já efetivada em projeto comum com a Unesco, como o "Escrevendo a Paz", de incentivo à reflexão e à redação de textos sobre a temática da paz entre universitários. Na ocasião, concedeu entrevista em que fala de inclusão, violência, ciência e tecnologia e faz a seguinte revelação: o MEC está acionando os ministérios militares para que, motivados pelas escolas, os quartéis dêem acolhimento às comunidades nos fins de semana.

— Será fantástico que os quartéis, que serviram como lugar de repressão, sirvam hoje como local de inclusão social — comemora, antecipando vitória nas negociações.

Ainda nesta entrevista Werthein analisa, em primeira mão, a Declaração do Rio de Janeiro sobre Ética em Ciência e Tecnologia, resultado de um encontro realizado no dia anterior, nesta cidade, entre os ministros Roberto Amaral (Brasil), Tulio del Bono (Argentina), Luis Alberto Lima (Paraguai), Maria del Rosário Guerra (Colômbia) e Benjamin Marticorena (Peru).

Em sua análise Werthein, que participou do encontro, destaca o item que propõe um consenso internacional para a conversão de uma parcela do serviço da dívida externa dos países em desenvolvimento para amortização dos investimentos em ciência e tecnologia. Segundo informou, a Unesco trabalhará no sentido de coordenar uma reunião com os credores internacionais para viabilizar a proposta.


FOLHA DIRIGIDA — O ministro Cristovam Buarque tem dito que o senhor não representa a Unesco no Brasil, mas sim o Brasil na Unesco. O que esta fala significa para o senhor? São muitas as afinidades entre a Unesco e o governo de Lula?

Jorge Werthein — Sim, são muitas. Isso significa o reconhecimento de Cristovam pelo que a Unesco faz. Quando alguém é representante de uma organização como a Unesco num país com as características do Brasil, um país aberto, que respeita e valoriza contribuições e apoio, que não se fecha a opiniões externas, sente-se uma grande responsabilidade. Falo do Brasil como se fosse brasileiro, uso o nós. Isso aconteceu há uma semana, na entrega do prêmio Unesco, diante das mais altas autoridades do Brasil e da Argentina. O embaixador argentino deve ter pensado que eu deixei de ser argentino. Para não deixar dúvidas, disse que quando o Brasil e a Argentina se enfrentam, eu continuo torcendo pela Argentina. Considero o Brasil meu segundo país, um país que amo muito, que respeito muito. Isso me faz assumir um compromisso não só institucional, como representante da Unesco, mas também meu, como Jorge. As questões do Brasil me tocam, me preocupam, e me sinto parte do que está acontecendo.

Folha Dirigida — As propostas da Unesco foram alicerçadas na Declaração Universal dos Direitos Humanos, redigida em 1947, quando o mundo tentava reerguer-se das conseqüências de uma guerra de proporções mundiais. O que foi possível avançar em direção à paz no mundo nos últimos 50 anos através da cultura e da educação?

Jorge Werthein — Houve mudanças muito significativas e a educação se firmou como instrumento fundamental para a promoção da paz e para derrotar a violência. Isso não significa que o mundo conseguiu construir a paz de forma universal, porque a violência ainda se manifesta através de guerras, de conflitos armados, que se mantêm em muitos países. Ela ainda se manifesta de forma significativa em todas as grandes cidades do mundo e há a violência simbólica, que se reproduz em muitos aspectos do cotidiano.

FOLHA DIRIGIDA — A violência tem liguagens diferenciadas no mundo. Há países em que ela se confronta com a guerra, há regiões onde o confronto é com o tráfico e o crime organizado, e há outros em que a paz é o oposto não dos confrontos armados, mas da indigência, da miséria, da fome. E há ainda as regiões em que estes conflitos se confundem. Como a Unesco enfrenta esta diversidade?

Jorge Werthein — As violências de fato são muitas, porque há violência na discriminação, na intolerância e nos índices tão dramáticos e inaceitáveis de exclusão social. Isso continua em vigência no mundo inteiro, não só no Brasil, mas eu creio que houve avanços significativos a partir de uma luta que começou com a Declaração dos Direitos Humanos e com a criação de instituições como a Unesco. Portanto, é uma luta que não terminará nunca.

Temos que lutar por mudanças continuamente e vamos ter que fazer isso para o resto de nossas vidas e das gerações futuras. É um trabalho sem fim, embora tenhamos avançado muito. Promulgar a Declaração dos Direitos Humanos, algo impensável antes, já demonstra um avanço significativo. Por outro lado, lamentavelmente sentimos que o tema da violência, da morte, da guerra, dos conflitos armados, chegou a um nível de banalização muito grande. Hoje nos assustamos menos, nos relacionamos com menos perplexidade com tudo isso.

FOLHA DIRIGIDA — A mídia tem alguma participação nisso?

Jorge Werthein — Muita. Primeiro, a mídia exagera ao mostrar o lado ruim e não o lado bom do cotidiano. Segundo, ela descreve a violência e não coloca ênfase em seus resultados, não analisa com profundidade as causas e as alternativas para eliminá-la. Ficou muito claro o dramático assassinato dos dois jovens (NR: Liana e Felipe, assassinados no mês passado em Juquitiba, na Grande São Paulo, num acampamento). Observou-se que a cobertura focalizou o tema da repressão e nenhum jornal fez a pergunta elementar: Por que o Brasil produz uma figura como esse jovem assassino? Por que na Finlândia seria difícil encontrar um exemplo similar? Se analisássemos isso, estaríamos analisando a pobreza, a exclusão social, a violência familiar, e analisaríamos como deve ter sido a vida desse menino quando nasceu. Mas a mídia mergulhou na banalidade.

FOLHA DIRIGIDA — Em conseqüência disso, o senhor acha que o governo, através do MEC, deveria ter alguma ingerência no conteúdo da mídia?

Jorge Werthein — Não só através do Ministério da Educação, mas de outros ministérios, como o da Justiça, das Comunicações e vários outros. E também é uma responsabilidade que a mídia tem que assumir e, muitas das vezes, não o faz. O pensamento habitual é de que notícia ruim vende e notícia boa não vende.

Isso se reproduz não só na imprensa, mas nos meios de comunicação em geral. Um exemplo que sempre cito é Friends (NR: De origem norte-americana, no Brasil este seriado é veiculado em TVs por assinatura), que é o programa mais exitoso da televisão e de maior audiência no mundo todo. Nele não há nenhum elemento de violência. É um bom exemplo de que a preocupação com a audiência não se justifica.

FOLHA DIRIGIDA — A Unesco pauta suas ações nas diferentes linguagens da violência?

Jorge Werthein — Absolutamente sim, somos o único organismo das Nações Unidas que tem, em sua constituição e como eixo fundamental de todas as suas atividades, a construção da paz na mente dos homens e mulheres. Todas as suas atividades são e têm que ser dirigidas à construção da paz e à derrota da violência.

FOLHA DIRIGIDA — A violência é produto da pobreza?

Jorge Werthein — Não, a violência é, fundamentalmente, um produto da exclusão social. Há países muito pobres, como a Índia, onde não se verifica índices de violência similares aos do Brasil. E não se observa esse nível de violência em outros países da América Latina. Há uma relação direta entre a exclusão social, as profundas desigualdades e a violência.

FOLHA DIRIGIDA — Como fazer uma reversão de expectativas, no sentido de que a educação se transforme num instrumento efetivo na busca de equilíbrio?

Jorge Werthein — A educação é tão poderosa e tão forte, que ela sempre vai ser utilizada como um instrumento para reproduzir as desigualdades. Na cobertura sobre os indicadores de educação do IBGE, na semana passada, o melhor título de todos os jornais para mim foi do Jornal do Brasil, que dizia o seguinte: "A educação como instrumento de reprodução das desigualdades".

Há uma velha tese que marcou muito a todos nós que trabalhamos com educação: Como ela pode ser utilizada como instrumento de exclusão e, ao mesmo tempo, como instrumento que permite a mobilização social pela inclusão? Embora ela seja a alavanca principal para alcançar a inclusão social, nos países com profundas desigualdades ela não está conseguindo isso. Há outras variáveis que são também importantes, como a capacidade de gerar emprego para a juventude.

FOLHA DIRIGIDA — O senhor acredita que Cristovam Buarque consiga deixar de ser uma voz isolada no contexto do economicismo que conduz a política do governo, para transformar a educação numa alavanca de transformação?

Jorge Werthein — Eu não vejo nenhum ministro da Educação, em nenhuma parte do mundo, que por si só, como política de ministério, possa fazer isso. Se a política é uma política de Estado, você consegue. Se há responsabilidade social por parte de todos, e isso inclui a sociedade civil, é possível. Não podemos falar de Cristovam sem cometer um erro, que no Brasil me assombra cada vez mais. Não percebemos que este país é uma federação e não exigimos a mesma coisa dos prefeitos e governadores. Os responsáveis pelo sistema educacional brasileiro são os governadores e os prefeitos, através dos secretários estaduais e municipais de Educação, e não Cristovam, que não tem escolas. Cristovam é um ministro do governo federal, que obviamente lança grandes políticas educacionais e apóia com recursos os estados e municípios, mas a responsabilidade é de governadores e prefeitos e o compromisso tem que ser de todos.

FOLHA DIRIGIDA — Cabe ao MEC estimular, através de políticas, a participação dos estados e municípios?

Jorge Werthein — No caso do Brasil isso é um problema, justamente por ser uma federação. Tomo como exemplo o SUS, que é um sistema nacional comandado pelo Ministério da Saúde. Não temos isso na educação, porque no Brasil há um sistema de educação em cada estado e há mais de cinco mil sistemas municipais, definidos pelos prefeitos. É um grande problema que Cristovam está tentando enfrentar com a criação de um sistema educacional único. Se não conseguirmos isso, vamos continuar mantendo as grandes disparidades e a educação vai continuar apoiando as desigualdades que temos entre norte e sul. Mas isso não se consegue só com a mobilização, com a provocação contínua que Cristovam vem fazendo. É preciso um pacto que inclua a federação.

FOLHA DIRIGIDA — Acredita que o incentivo do governo à criação de conselhos municipais favoreça a criação desse sistema único?

Jorge Werthein — Eu acho que sim. É uma tentativa de descentralizar a responsabilidade, a locação de recursos, a prioridade de cada escola. É uma forma de romper, também, com a escola totalmente fechada, onde o dono é seu diretor. Os conselhos são fundamentais para construção da cidadania, para começar a entender que a população tem o direito de exigir determinadas coisas e os prefeitos e diretores têm que responder a isso.

FOLHA DIRIGIDA — Inclusive acompanhar a aplicação de recursos, como o Fundef.

Jorge Werthein — Claro. Porto Alegre (RS) tem uma grande experiência de orçamento participativo, onde a sociedade fiscaliza a aplicação dos recursos. Mas a sociedade não sabe que tem esse direito, que tem que exigir que a criança esteja na escola. E tem que exigir isso dos prefeitos e governadores, não de Cristovam. Os conselhos são um exemplo e outro exemplo importante é o projeto Escolas da Paz, que rompe a ditadura da escola e da diretora que pensa que o prédio público não pertence à comunidade e permanece fechado nos fins de semana, quando as escolas devem ser transformadas em centros comunitários, em espaço destinado às atividades que a comunidade quer. Isso permite a inclusão, permite que a escola se comunique com a comunidade, permite que os pais comecem a freqüentar a escola, a acompanhar o processo educacional de seus filhos e a exigir mudanças.

FOLHA DIRIGIDA — O senhor disse que Cristovam não tem escolas. No entanto, ele tem universidades. Como analisa a postura do ministro em relação às instituições universitárias?

Jorge Werthein — Cristovam tampouco tem universidade. As universidades federais são apoiadas com 70% do orçamento do Ministério da Educação, mas elas são dos universitários, dos reitores e dos servidores. Como ministro, ele não tem como influenciar no cotidiano e nas decisões que tomam o colegiado da universidade.

FOLHA DIRIGIDA — O ministro José Dirceu, da Casa Civil, fez na semana passada um discurso duro em relação às universidades, dizendo que elas sofrerão reformas. Sabe-se que o governo se pauta num diagnóstico segundo o qual 46% dos recursos federais são alocados em universidades que abrigam alunos entre os 10% mais ricos da população. O senhor vê nisso uma ameaça à manutenção do ensino universitário público e gratuito?

Jorge Werthein — Este estudo mostra, com evidências empíricas, que a educação ajuda a reproduzir e a manter as desigualdades sociais. Eu acho que o pronunciamento do ministro Dirceu anuncia que está sendo discutido no governo que é necessário, como já falou o ministro Cristovam, que a universidade seja repensada, para corresponder às necessidades da sociedade. O ministro Dirceu está dizendo que é necessário fazer a reforma universitária. O tema da universidade gratuita e livre, a Unesco — como o governo brasileiro e o ministro Cristovam — sempre vai apoiar como obrigação do Estado. Agora o que não podemos apoiar é que o sistema educacional, ou a universidade, reproduzam e ajudem a fortalecer as desigualdades. Este tema é muito complicado, porque é muito difícil enfrentar uma corporação forte, unida, como a universidade.

Não é possível que continuemos privilegiando o setor da população que manda seus filhos, porque pode, para a escola privada na educação média, facilitando o ingresso na universidade. Os filhos das classes desfavorecidas vão para a escola média pública, que é uma escola que não tem qualidade no Brasil, e são completamente desfavorecidos na competição do vestibular. A possibilidade se reduz às universidades privadas, onde se tem que pagar mensalidades. Aqueles que podem deveriam pagar e aqueles que não podem não deveriam, porque pagando a universidade estadual ou federal gratuita, estaremos facilitando o ingresso de jovens dos setores mais pobres que não podem pagar.

FOLHA DIRIGIDA — Se o ensino básico fosse não apenas universal, mas de qualidade, o acesso não alcançaria a igualdade?

Jorge Werthein — Claro que sim. E tomo como exemplo a Argentina, onde uma parte da escola primária é privada e outra parte é pública e a secundária é pública e está aberta a todos. Aqui é o contrário, paga-se pela escola média, que dá acesso à universidade. Na Argentina não existe vestibular. O Brasil é um dos poucos países que têm vestibular. O ministro Cristovam tem dito continuamente à Unesco que é inaceitável que se tenha um ensino básico de baixa qualidade como no Brasil. Como é possível que meninos e meninas terminem a quarta série sem saber ler e escrever? Eles não têm futuro, não podem ingressar nem na escola média. Estes meninos e meninas estão sendo excluídos já no ensino fundamental.

FOLHA DIRIGIDA — Políticas como aprovação automática na base, e de cotas, na universidade, não estariam comprometendo a qualidade do ensino brasileiro?

Jorge Werthein — A Bolsa-Escola, que permite a permanência de crianças na escola, que permite acabar com o trabalho infantil, que permite a melhoria da saúde e nutrição no núcleo familiar, é uma política asistencialista importante. O problema é que nós continuamos com um sistema educacional de baixa qualidade, e o foco principal tem que ser a capacitação e a formação de professores. Existem avanços significativos no Brasil, como a distribuição gratuita de material escolar, a TV Escola, laboratórios de computação, incrementos significativos na matrícula, mas embora sejam medidas muito boas, são mais quantitativas que qualitativas. Esse é um problema que Cristovam quer focalizar como política do ministério. Depois do problema da baixa capacitação dos professores, o problema que tem impactado é o da permanência dos alunos e a violência nas escolas. Os alunos e os professores têm medo, porque a escola deixou de ser um ambiente protetor, para dar lugar às grandes violências físicas e simbólicas. Mas num país que vive altos índices de violência fora da escola, não se pode imaginar que não haja violência dentro dela.

FOLHA DIRIGIDA — O programa Escola da Paz já apresenta resultados mensuráveis?

Jorge Werthein — Sim, como outros programas que desenvolvemos em outros estados como São Paulo, Bahia, Pernambuco, Rio Grande do Sul, Sergipe e Piauí. Eles têm mostrado uma queda significativa nos índices de violência e uma elevação significativa na relação ensino/aprendizagem. A escola se converte num lugar muito mais protetor e muda a relação entre alunos e professores. Eles passam a se conhecer, a dialogar. Isso muda o cotidiano. A abertura das escolas nos fins de semana tem respostas positivas durante a semana. As políticas que fracassam são as repressivas, de instalação de grades e de sensores para detectar metais. Os programas preventivos são muito mais baratos e mais eficientes.

FOLHA DIRIGIDA — Este programa é desenvolvido em outros países?

Jorge Werthein — Sim, na Argentina, e de forma exitosa. Agora vai ser ampliado nacionalmente no Brasil com o nome "Pátios Abertos". E não pensamos só nas escolas. Também existem os quartéis, que ficam fechados e com soldados dentro, que podem abrir e receber a comunidade. Também ficam fechadas as quadras poliesportivas das indústrias da periferia, onde mora a maior parcela da população excluída. Se imaginarmos os quartéis se abrindo, muitas quadras de empresas se abrindo em parceria com as secretarias municipais de Educação, teremos um programa fantástico de inclusão social.

FOLHA DIRIGIDA — As escolas podem ser uma abertura para que estas instituições e entidades democratizem seus espaços?

Jorge Werthein — Claro que sim. No caso argentino, é interesse do ministro da Segurança Nacional abrir os quartéis. No Brasil, nós tentamos no ano passado e vejo sinais de que isso possa ocorrer. E isso tem um simbolismo fantático. A América Latina viveu com muitas ditaduras no Brasil, na Argentina, no Urugai, no Chile e simbolicamente será fantástico que os quartéis, que serviram como lugar de repressão e assassinatos, sirvam hoje como local de inclusão social. Estamos retomando essa discussão no Brasil neste momento.

FOLHA DIRIGIDA — A Unesco desenvolve em parceria com a Folha Dirigida um projeto que estimula os estudantes universitários a produzir textos com a temática da Paz. O que levou a organização a investir institucioanalmente neste programa e o que espera como resultado?

Jorge Werthein — Por um lado, é um incentivo claríssimo para a leitura e para a redação, coisas necessárias num país como o Brasil, que tem poucos leitores. Segundo, estamos lutando contra a banalização da violência e estamos mostrando que há que lutarmos contra essa violência não de forma violenta. Isso tem que ser feito na construção da chamada cultura de paz, no fomento à tolerância. Num país como o Brasil, que tem uma diversidade cultural maravilhosa, onde existem claras demonstrações de discriminação racial e de classe, quando se faz um convênio como o que é feito entre a Folha Dirigida e a Unesco, estamos lutando contra todas as formas de discriminação e promovendo a cultura de paz.

FOLHA DIRIGIDA — A Unesco, que tem focalizado com especial atenção a ciência e a tecnologia, participou na semana passada de um encontro com representantes de cinco países, que resultou na "Declaração do Rio de Janeiro Sobre Ética em Ciência e Tecnologia". Qual análise o senhor faz do documento? A Ciência e a Tecnologia vêm sendo desenvolvidas tendo a justiça social como uma de suas metas? Elas têm demonstrado convergência para o humanismo, para o homem como objetivo central do desenvolvimento?

Jorge Werthein — Essa declaração é muito importante, primeiro porque trabalha o tema da ética em todas as áreas de produção de conhecimento e levanta um tema que me parece fundamental em todo o mundo, que são os aspectos éticos que devem prevalecer sobre outros aspectos. A discussão transcorreu no sentido de como se poderia criar processos de desenvolvimento de ética nos paíse, através da educação.

Esta declaração é algo que temos defendido no Brasil e no mundo e vamos ter a possibilidade de alcançar alguns países desenvolvidos, se houver um investimento maciço e sistemático, apartidário, que começa hoje e não termina nunca em educação, ciência e tecnologia. São áreas fundamentais para o desenvolvimento porque são produtoras de conhecimento e conhecimento é o capital mais importante que o mundo tem hoje. Na América Latina, o Brasil, onde estamos muito mal em conhecimento, onde se tem populações tão numerosas excluídas dos benefícios da educação e da ciência e tecnologia, temos que socializar o conhecimento produzido. A declaração diz, entre outras coisas, que a ciência e a tecnologia não sirvam, como a educação, para reproduzir as desigualdades. O Brasil tem centros tecnológicos de primeiro mundo em estados como São Paulo, enquanto o norte, nordeste, o centro-oeste estão absolutamente abandonados. A política do Ministério da Ciência e Tecnologia, claramente posta na declaração, é de incentivar a redistribuição dos recursos para desenvolver as regiões e as populações hoje totalmente excluídas.

FOLHA DIRIGIDA — Nessas regiões há conhecimento sendo produzido no interior das universidades.

Jorge Werthein — Mas sem nenhum apoio do governo federal. O Ministério da Ciência e Tecnologia tem um orçamento concentrado fundamentalmente em São Paulo, Rio de Janeiro e Minas Gerais. Vamos apoiar as universidades dos outros estados, vamos apoiar os centros de pesquisa de outros estados, para que haja desenvolvimento tecnológico que siga o modelo que foi desenvolvido brilhantemente e eficientemente por São Paulo. Se fizermos isso, estaremos incluindo todos os setores da população e estaremos produzindo muito mais conhecimento e inovação, porque o Brasil tem todas as condições para fazer isso e uma política que permite fazer.

Por que temos a Embraer e somos capazes de produzir aviões e vendê-los em toda parte do mundo? Somos capazes de ter um programa espacial, somos capazes de ter um programa contra a Aids entre os melhores do mundo. Se houver uma política pública acertada, o Brasil responde. O que esta declaração quer, com a abertura do ministro da Ciência e Tecnologia, é justamente ajudar a romper as desigualdades através da inclusão de pesquisadores, de universidades e de centros de pesquisa de todo o país.

O documento propõe a troca dos serviços da dívida externa para investimentos em Ciência e Tecnologia. Isso já foi proposto por Cristovam Buarque e por Roberto Amaral (ministro da Ciência e Tecnologia) à Unesco, que recebeu com interesse e estamos trabalhando para coordenar uma reunião com os credores internacionais.

FOLHA DIRIGIDA — O que pensa do interesse demonstrado pela Organização Mundial do Comércio em regulamentar os serviços de educação no mundo?

Jorge Werthein — A postura da Unesco, que é a postura da maioria dos países, e o Brasil está entre eles, é que não concordamos porque educação nunca poderá ser confundida com mercadoria.

Educação fora da caixa

27/12/2015  02h00


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Chega a ser aflitivo contemplar o desfiladeiro que separa o que é preciso fazer pela educação brasileira daquilo que na prática se está fazendo. Precisamos de uma revolução, mas não logramos nem mesmo conceber uma reforma decente.
O último ato da tragédia de erros se materializa na mal conduzida Base Nacional Comum Curricular.
A versão preliminar proposta por 116 especialistas reunidos pelo MEC carrega tantos problemas que nem parece possível, à primeira vista, chegar a um guia confiável para que pais, professores e gestores possam avaliar –em cada classe, em cada escola, em cada cidade– se os objetivos do ensino estão sendo cumpridos.
A falta de foco e de alvos prioritários bem definidos marca esse documento, assim como tudo o mais que o precedeu. Basta mencionar o Plano Nacional de Educação (PNE), de 2014, que se esparrama em 20 metas e desdobra cada uma em numerosas estratégias; há 36 delas só para a sétima meta.
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CINCO IDEIAS PARA DEBATE
1. Enfatizar o gasto com o ensino básico, e não com o universitário
2. Garantir seis horas efetivas de aula por dia
3. Pôr ênfase em português e matemática no currículo nacional
4. Dar autonomia a mestres e diretores e facilitar demissão dos piores
5. Fechar escolas ruins ou entregar sua gestão a organizações sociais
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Não será com tamanha verbosidade e com a multiplicação de intenções tão generosas quanto aéreas que se vencerá a guerra por uma educação melhor. Isso só será alcançado com um recuo ao básico: dar aulas de verdade, que utilizem o tempo disponível para explicar o conteúdo definido e sua utilidade; propor exercícios sobre o que foi ensinado; corrigir os erros cometidos e explicar por que são erros.
Usar tecnologia? Sim, tanto quanto possível, e sem fetichismo.
Qualificar, valorizar e pagar melhor os professores? Por certo, mas sobretudo os que demonstrarem mais empenho e desempenho.
Adotar currículo único? Claro, desde que seja para tirar professores de sua zona de conforto e lhes dar clareza sobre qual é a missão, além de reorientar o que se ensina nas escolas de pedagogia.
Entretanto, nenhuma dessas iniciativas obterá eficácia isoladamente ou sem um choque de gestão nas escolas públicas. Esse diagnóstico parte de especialistas –no que conviria chamar de educação baseada em evidências– do gabarito de Naercio Menezes Filho e Ricardo Paes de Barros.
Nenhum deles se opõe a aumentar recursos para a educação. Mas, sem um plano mais concreto, observam, seria imprudente dobrá-los dos atuais 5,2% do PIB para 10%, como estipula o PNE.
Não basta dinheiro para recuperar o tempo perdido e alcançar níveis de qualidade já obtidos por países como Chile e Coreia do Sul, mencionados por Menezes Filho em ensaio recente (bit.ly/1PkE6D9).
Coreia e Brasil partiram de patamares semelhantes nos anos 1960: média de menos de três anos de estudo por pessoa. Meio século depois, o país asiático alcançou 12 anos; o Brasil nem chegou a oito.
Para piorar, a escolaridade aumentou, mas não a produtividade média do trabalhador brasileiro. Por aqui, houve muita ênfase em inclusão na escola e pouca em qualidade do ensino. Nossos estudantes continuam apresentando péssimo desempenho em provas padronizadas nacionais e estrangeiras.
Regional e localmente, contudo, algumas redes públicas obtiveram avanços notáveis. Entre os Estados, destacam-se Pernambuco, Goiás e Rio de Janeiro. O caso que mais tem chamado a atenção, por outro lado, é o do município cearense de Sobral.
De 2005 para 2013, a cidade foi capaz de quase dobrar o Ideb (Índice de Desenvolvimento da Educação Básica) de seus alunos, de nota 4 para perto de 8 –melhor que o índice alcançado pela média das escola particulares de São Paulo.
Algo de muito acertado se praticou ali. Não há por que não se debruçar sobre a experiência para tentar replicar o feito sobralense noutras partes do país.
Segundo Menezes Filho, o sucesso de Sobral pode ser resumido numa palavra: gestão.
Entre as medidas adotadas figuram prioridade para a alfabetização na idade certa, com currículo bem definido; produção de material didático próprio com treinamento pragmático para docentes aprenderem a utilizá-lo com eficácia; avaliação externa com bônus financeiro para mestres e escolas com bom desempenho.
Outro componente do sucesso é a autonomia para diretores e professores escolherem os meios de alcançar metas claras e mensuráveis. Também há que vencer o preconceito ideológico e realizar experimentos como entregar a gestão de escolas da rede oficial a organizações sociais.
Paes de Barros investe ainda contra outro tabu, que barra a solução de cobrar mensalidades do aluno de universidade pública que possa pagar para eliminar distorção no investimento público: despender muito mais com estudantes do ensino superior (R$ 21 mil por ano) do que com os de pré-escola e ensino fundamental (R$ 5.500).
Não se romperá o nó górdio da educação sem abandonar as ideias feitas e sem pensar fora da caixa.

Trabalho, gravidez e ensino desinteressante empurram jovens para fora da escola, mas bons professores podem fazer a diferença, Antonio Gois

COLUNA DE 28 DE DEZEMBRO

POR ANTÔNIO GOIS
28/12/2015 06:00
Desinteresse pela escola, necessidade de trabalhar e gravidez/filhos. São esses os três fatores que mais aparecem em pesquisas que investigam por que os jovens abandonam os estudos. A mais recente delas foi publicada no livro “Juventudes na Escola, Sentidos e Buscas: Por que Frequentam?”, organizado pelo MEC, Organização dos Estados Ibero-Americanos e pela Faculdade Latino-Americana de Ciências Sociais.
A pesquisa entrevistou 8.283 jovens, em cinco capitais e em outras cinco cidades com mais de 100 mil habitantes, que estudam no ensino médio regular, na educação de jovens e adultos (antigo supletivo) ou no programa Projovem Urbano. Em geral, a necessidade de trabalhar (28% das respostas) foi a razão mais citada, seguida de questões de família (21%) e gravidez (11%). Se somadas as respostas que apontavam para o ambiente escolar (não gostar de estudar, problemas na escola, ensino desinteressante ou colégio violento), o percentual foi de 19%.
Como era de se esperar, esses indicadores variam de acordo com sexo e modalidade estudada. Para homens, a necessidade de trabalhar foi sempre a razão mais citada. Para mulheres, as causas mais apontadas foram sempre a gravidez e questões de família, resposta que está diretamente ligada à maternidade ou necessidade de trabalhar para sustentar a família. Esta relação, explica Miriam Abramovay, uma das coordenadoras da pesquisa junto com Julio Waiselfisz e Mary Garcia Castro, apareceu com frequência nas entrevistas qualitativas feitas com grupos de jovens.
Os dados da pesquisa sinalizam mais uma vez que há questões externas à escola, que escapam ao controle de professores e diretores, e que acabam por influenciar no fracasso do aluno. Ao mesmo tempo, há também problemas que precisam ser corrigidos dentro do ambiente escolar e que empurram uma parcela dos jovens para fora da sala de aula. É claro que esses fatores externos e internos estão muitas vezes correlacionados, pela junção do desinteresse pelo estudo com a necessidade de trabalhar e cuidar dos filhos.
Outros estudos que traçaram um perfil do jovem que abandona a escola detectaram que o atraso escolar e a repetência são dois fortes fatores a prenunciar a evasão. No caso da repetência, um dado surpreendeu os pesquisadores: a maior parte dos jovens (40%) diz que a repetência é motivada principalmente pela falta de esforço dos próprios estudantes.
Para Miriam Abramovay, o dado reflete uma visão “adultocêntrica” e negativa que os jovens têm de si próprios: “Muitos desses jovens não veem a escola de qualidade como um direito. É como se fosse um favor. E, quando o aluno repete, a culpa é dele mesmo, que não se comportou bem. Falta uma visão crítica de exigir que a escola seja boa”.
Para a pesquisadora, porém, a principal constatação da pesquisa apareceu nas entrevistas qualitativas. Os jovens relataram com frequência que gostavam ou não de estudar uma determinada disciplina não por causa do tema ensinado, mas, principalmente pela qualidade do professor. “Gostar ou não de uma disciplina não tem relação só com essa disciplina. Tem relação principalmente com a atitude do professor. Ele é reconhecido pelos jovens como um agente fundamental para reter o aluno na escola”, resume Miriam Abramovay.

25 de dezembro de 2015

Nova carta para Papai Noel (Artigo), Isaac Roitman


Esta é a terceira carta que envio a você, querido Papai Noel. Na primeira, pedi como presente de Natal que nossos governantes pudessem pensar e agir com sabedoria. Pedi também que todos os humanos tivessem respeito à natureza e que a justiça social fosse conquistada, para que pudéssemos ter um Brasil livre da miséria, com vida digna para todos. Na segunda, reconheci alguns avanços embora lembrando que temos longo caminho a percorrer. Elenquei então algumas prioridades. A primeira era a conquista da qualidade da educação básica para todas as crianças e jovens brasileiros como o pilar de uma democracia plena. A segunda seria a implantação da reforma agrária, de forma gradual e justa, para que o uso da terra exerça a sua função social e elimine a fome. A terceira seria disponibilizar atendimento de alto padrão na saúde pública, com foco na promoção da saúde. A quarta seria moradia digna para todos, com a oferta de espaços culturais e de lazer. A quinta o fim da impunidade, como instrumento para a extinção da corrupção e da violência.No entanto, meus pedidos não foram atendidos em sua plenitude. O país continua desigual, a educação deficiente, o atendimento à saúde precário, a violência em seus diferentes matizes é alarmante, a corrupção universalizada, o consumo de drogas é endêmico e o desrespeito aos princípios éticos aumentando. O país continua como exportador de matérias-primas e avança muito pouco no desenvolvimento científico e tecnológico comprometendo o desenvolvimento social e econômico.

Assim, meu bom velhinho, volto a lhe escrever. Sei que meus pedidos são complexos em era de incertezas, em sociedade voltada para o consumo, estimulada pela mídia e com o uso inapropriado dos recursos naturais do planeta. Tenho plena consciência de que as transformações para a conquista de uma verdadeira civilização humana são lentas. No entanto, devemos avançar e avançar todos os dias, retroceder nunca.
Por favor, compreenda a minha insistência e dê atenção especial a essa nova carta. Os pedidos anteriores coincidem com o clamor das ruas que revela profunda insatisfação popular, demandando, entre outras coisas, por transporte público decente, educação de qualidade para todos, empregos justos e promoção da saúde de qualidade, sem exclusões e privilégios. Os meus pedidos são legítimos e certamente expressam desejo coletivo. Acrescento a eles dar um pouco de sabedoria aos homens e mulheres para que possamos construir um mundo com paz duradoura, onde o diálogo possa vencer o fanatismo e que a ação cotidiana de cada um seja no sentido de proporcionar felicidade para todos.
A criança que nunca deixei de ser me faz ainda confiar em você. Com o seu poder mágico de realizar os nossos sonhos para transformar a utopia em realidade. Você é a figura central do Natal que é uma data mágica onde podemos sonhar e conspirar em favor da solidariedade, da generosidade e da bondade para conquistarmos convivência virtuosa entre os seres humanos.

No Natal, renasce em nós a esperança de termos um verdadeiro mundo civilizado. Não podemos perder a esperança. O Natal não é data e sim estado de espírito que nos ilumina na escolha de caminhos para que possamos ser realmente humanos. É oportuno lembrar o pensamento de Charles Dickens que honraria o Natal no seu coração para conservá-lo durante todo o ano. Seria tão bom se todos os dias do ano fossem iguais ao Natal. Teríamos todos os dias iluminados pelo afeto e pelo amor. Teríamos as famílias festejando reunidas e amigos se reencontrando.
As mesas seriam fartas para todos. A solidariedade permearia as relações humanas, permitindo convívio harmônico e feliz. Seríamos felizes sem motivo, o que, segundo Carlos Drummond de Andrade, é a mais autêntica forma de felicidade. Meu bom velhinho, desculpe novamente pelos desabafos, desejos e fantasias. Mas, como diz a sabedoria popular, o maravilhoso da fantasia é nossa capacidade de torná-la realidade. Vou ficar observando o céu nas próximas noites, com a esperança de ver uma estrela cadente e ouvir alegre ho-ho-ho, que será o sinal da chegada de melhores dias para o nosso Brasil e para todo o planeta. Esse será o melhor presente de Natal para todos. Espero que a próxima carta seja só de agradecimentos e comemorações.

» ISAAC ROITMAN Professor emérito e coordenador do Núcleo de Estudos do Futuro da Universidade de Brasília e membro da Academia Brasileira de Ciências

24 de dezembro de 2015

n a Self-Serve World, Start-Ups Find Value in Human Helpers (Farhad Manjoo) by larrycuban

I

Farhad Manjoo  writes for the New   York Times. This appeared on December 16, 2015
I have a question for viewers to consider and, if moved to do so, answer. How much, if anything, of this trend that Manjoo identifies applies to the increased access and use of technology in public schools?
It’s unfashionable to admit this in the age of Expedia, Priceline and other do-it-yourself online tools, but here it is: I miss travel agents.
The Internet took off as a way to book travel because the human intermediaries were always a bit suspect — their expertise questionable, their methods opaque and their allegiances unclear. And at first, the machines seemed to improve everything. For uncomplicated trips, booking online is now much easier than in the past. Because we’ve replaced agents with computers whose sole purpose is to ferret out the best deal, and for lots of other reasons, airfares have plummeted over the last three decades.
Yet as you suffer through another holiday travel season, you might pause to consider how much we’ve really gained — and lost — in ditching human agents for machines. And you might welcome an emerging trend on the Internet: start-ups that are trying to put human agents, whether in travel, home services or shopping, back at the center of how we make decisions.
“A lot of companies pushed hard on the idea that technology will solve every problem, and that we shouldn’t use humans,” said Paul English, the co-founder of a new online company called Lola Travel. “We think humans add value, so we’re trying to design technology to facilitate the human-to-human connection….”
Mr. English isn’t allergic to tech. He co-founded and served as the chief technology officer of Kayak, the booking site acquired by Priceline in 2012 for nearly $2 billion. But Mr. English often manned the customer service phone line at Kayak, and would get calls from people who had grown frustrated with online booking.
“I tried to create the best travel website on the market,” he said. “But as good as we thought our tech was, there were many times where I thought I did a better job for people on the phone than our site could do.”
You’ve most likely experienced the headaches Mr. English is talking about. Think back to the last time you booked anything beyond a routine trip online. There’s a good chance you spent a lot more time and energy than you would have with a human. Sure, the Internet has obligingly stepped in to help; there are review sites, travel blogs, discussion forums and the hordes on social media to answer every possible travel question. But these resources only exacerbate the problem. They often turn what should be a fun activity into an hours long research project….
It’s not just in travel that we’re all being asked to shoulder more work. The Internet’s great magic is what a business school professor would call “disintermediation.” By surfacing all of the world’s information and letting each of us act on it, computers help us bypass the expensive human brokers and service people who once sat in between consumers and suppliers.
Now, rather than consult an insurance agent, you simply search online. You never go into a bank —you just use the tireless A.T.M. — and at the supermarket, there are those self-checkout machines. You can buy stocks without a broker, you can publish a book without a publisher, you can sell a house without an agent and you can buy a car without a dealer. Slowly but surely, the robots seem to be replacing all the middlemen and turning the world into a self-serve society.
An economist would praise the great disintermediation for its efficiency. As a customer, you may have a different reaction: Look at all the work you’re now being asked to do. Was it really wise to get rid of all those human helpers?
In many cases, yes, but there remain vast realms of commerce in which guidance from a human expert works much better than a machine. Other than travel, consider the process of finding a handyman or plumber. The Internet has given us a wealth of data about these services. You could spend all day on Craigslist, Yelp or Angie’s List finding the best person for your job, which is precisely the problem.
“It’s going to be a long time until a computer can replace the estimating power of an experienced handyman,” said Doug Ludlow, the founder of the Happy Home Company, a one-year-old start-up that uses human experts to find the right person for your job. The company, which operates in the San Francisco Bay Area but plans to expand nationally, has contracts with a network of trusted service professionals in your area. To get some work done, you simply text your Happy Home manager with a description of the problem and maybe a few pictures.
“A quick glance from our handyman gives us an idea of who to send to your job, and what it will cost,” Mr. Ludlow said. The company handles payment processing, scheduling and any complaints if something goes wrong….
It isn’t feasible to get humans involved in all of our purchases. Humans are costly and they’re limited in capacity. The great advantage of computers is that they “scale” — software can serve evermore customers for ever-lower prices.
But one of the ironies of the digital revolution is that it has also helped human expertise scale. Thanks to texting, human customer service agents can now serve multiple customers at a time. They can also access reams of data about your preferences, allowing them to quickly find answers for your questions.
As a result, for certain purchases, the cost of adding human expertise can be a trivial part of the overall transaction. Happy Home takes a cut of each service it sets up, but because it can squeeze out certain efficiencies from operating a network of service professionals, its prices match what you’d find looking for a handyman on your own. That’s true of human travel agencies, too — the commissions on travel are so good that Lola can afford to throw in human expertise almost as a kind of bonus.
The rise of computers is often portrayed as a great threat to all of our jobs. But these services sketch out a more optimistic scenario: That humans and machines will work together, and we, as customers, will be allowed, once more, to lazily beg for help.

21 de dezembro de 2015

Estudo inédito com diretores de escolas do Rio mostra quais ações estão associadas a melhores resultados dos alunos POR ANTÔNIO GOIS



21/12/2015 06:00

Depois dos professores, nada dentro no ambiente escolar é tão importante quanto o diretor para explicar os resultados dos alunos. Essa tese é comprovada por estudos acadêmicos, mas nem precisaria. Quem conhece o ambiente escolar sabe o quanto um bom diretor pode fazer a diferença. Acontece que há muita pesquisa sobre esse tema no mundo, mas pouca no Brasil. Um estudo inédito, feito sob encomenda do Sesi do Rio de Janeiro pelas universidades de Nottingham (Reino Unido) e pela UFF ajuda a preencher parte dessa lacuna. O levantamento foi realizado em 2014 com 744 diretores de escolas de ensino médio na rede estadual do Rio e investigou quais práticas estavam associadas a melhores resultados no Iderj (Índice de Desenvolvimento da Educação do Rio de Janeiro).
Um grupo de escolas foi analisado separadamente, por terem sido classificadas como mais efetivas, seja por terem mantidos indicadores relativamente melhores ou por terem avançado mais entre 2011 e 2013. Nesse grupo, identificou-se que os diretores eram mais propensos a ter uma expectativa maior em relação ao desempenho dos alunos, eram menos centralizadores, compartilhando sua liderança com outros profissionais, e incentivam a equipe a utilizar dados de avaliações externas em seu planejamento. Eles também estabeleciam políticas claras sobre deveres de casa e práticas para reduzir o absenteísmo dos professores.
Foi feita também uma análise específica em sete de 112 escolas que têm, em sua maioria, alunos beneficiários do bolsa família. Esses colégios, apesar do contexto mais desafiador, também estavam entre os mais efetivos. Entre as características encontradas pela pesquisa nesse grupo específico estavam o maior envolvimento da comunidade nos esforços de melhoria da escola, preocupação em aprimorar procedimentos internos de avaliação, além do estabelecimento de metas e uso de avaliações externas para monitorar o desenvolvimento dos estudantes.
Analisando a percepção de todos os diretores sobre suas práticas, o estudo confirma um problema já detectado em outras pesquisas: a maior dificuldade desses profissionais no Brasil em trabalhar diretamente com os professores na observação de suas atividades de sala de aula, com o objetivo de aconselhar, orientar e compartilhar melhores práticas dentro da escola. Também foi identificada maior dificuldade para trabalhar de forma colaborativa com outros colégios e para envolver pais e comunidade.
O estudo encomendado pelo Sesi obviamente não esgota o assunto. Ainda há muito a investigar para entender, no contexto brasileiro, como alguns diretores conseguem, na prática, melhorar o clima escolar e a aprendizagem de seus alunos.  
***
Um outro dado da pesquisa que merece atenção: no grupo de colégios onde menos de um quinto dos jovens recebe bolsa família, 68% dos estabelecimentos avançaram no Iderj de 2011 a 2013. Nas escolas onde o percentual de beneficiados variava entre 31% e 50%, a proporção dos que melhoraram foi de 55%. É positivo constatar que a maioria das escolas, no geral, melhorou, mas, para um país com taxas ainda tão altas de desigualdade, o ideal seria que essa evolução tivesse sido mais intensa nos colégios que atendem os mais pobres, e não o contrário.

14 de dezembro de 2015

Em apenas dez anos, população de 5 a 9 anos caiu 16%. País precisa saber como aproveitar esta oportunidade



POR ANTÔNIO GOIS
A forma desastrada e pouco transparente com que o governo de São Paulo tentou impor sua proposta de reorganização e fechamento de algumas escolas gerou forte reação de alunos, famílias, professores e movimentos sociais. De início, a ideia foi apresentada como uma maneira de melhorar a qualidade do ensino, separando escolas por ciclos. A tese pode até ser verdadeira, mas o estudo que baseou a tentativa de mudança não era robusto o suficiente para convencer a comunidade escolar e especialistas em educação. Aos poucos, ficou claro que a reorganização tinha também o objetivo de racionalizar o atendimento e diminuir custos.
Tudo que aconteceu em São Paulo, porém, joga luz sobre um fenômeno que não pode ser ignorado pelo sistema escolar: num intervalo de apenas 10 anos, a população de 5 a 9 anos no país teve uma queda de 16%, segundo os dados da Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios do IBGE. Em 2004, havia 17,5 milhões de brasileiros nessa faixa etária, número que caiu para 14,6 milhões em 2014, ou quase três milhões de crianças a menos.
População de 5 a 9 anos de idade no Brasil
Em alguns estados, essa redução tem acontecido, proporcionalmente, num ritmo ainda maior. No Rio, por exemplo, no mesmo período, a queda da população nessa faixa etária foi de 19%.
As projeções populacionais do IBGE indicam que essa tendência de diminuição no número de nascimentos vai continuar, ininterruptamente, pelas próximas décadas. De 2015 até 2060, a população nessa faixa etária terá caído 40% em números absolutos.
Projeção da população até 2060

A explicação para esse fenômeno é que o país já apresenta taxas de fecundidade inferiores ao patamar que indica mera reposição populacional, de 2,1 filhos por mulher. Em sua última Síntese de Indicadores Populacionais, divulgada no início do mês, o IBGE calculou que o número médio de filhos por mulher já estaria em 1,7, similar ao verificado hoje em países como a Holanda ou Dinamarca (alguns pesquisadores trabalham com uma taxa maior, mas ainda assim abaixo do nível de reposição).
Com menos crianças a serem atendidas, temos uma oportunidade de ampliar o investimento por aluno, com ações que tenham impacto positivo na qualidade do ensino. Um exercício feito pelos pesquisadores Barbara Bruns e Javier Luque no livro Professores Excelentes, do Banco Mundial, estima que, mantendo a média atual de alunos por professor, o país conseguiria aumentar em 37% o salário médio dos professores até 2025. A lógica é simples: se há menos crianças, serão necessários menos professores, que poderão ter rendimentos maiores. O número menor de alunos também facilita a tarefa de ampliar o número de escolas em tempo integral, meta que consta do Plano Nacional de Educação. Não há como fazer essa transição, porém, sem alterar a rotina de famílias. Uma escola que atende menos alunos e funciona em três turnos, por exemplo, se for transformada em uma unidade de tempo integral, atenderá menos crianças, e algumas precisarão ser transferidas para outros estabelecimentos.
No mundo ideal, em que dinheiro não é problema, poderíamos nos dar ao luxo de fazer tudo ao mesmo tempo: melhorar a infraestrutura escolar, ampliar a jornada, pagar melhor os professores e diminuir o tamanho das turmas sem grandes mudanças na organização das escolas no país. Até onde a vista alcança, porém, nosso cenário econômico não dá margem para otimismo, ainda mais depois da queda dos preços do petróleo e diminuição do potencial do pré-sal, fontes que, até bem pouco tempo, alimentavam nossos sonhos educacionais.
O lado positivo é que o cenário demográfico está jogando a favor, mas ele, sozinho, não garante o salto de investimentos que resultem em melhoria da qualidade que almejamos. Será preciso mais dinheiro, mas o país precisa também saber o que fazer com ele diante desta oportunidade, pensando sempre em favor dos alunos, e debatendo as mudanças, de forma transparente, com todos. Esperar que essas transformações se adaptem naturalmente à realidade que temos hoje não é uma boa escolha.