31 de julho de 2011

México: Violencias nas escolas y cyberbullying


ANTONIO MIRANDA
31 de julio 2011, El Universal, México
09:30
En las redes sociales circulan videos donde las adolescentes del estado de México son "evidenciadas" en situaciones que pueden afectarlas emocionalmente a la larga.
El bullying es un problema que se ha recrudecido en el estado de México, de acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) hay documentados más de 20 casos de "bullying extremo" en centros educativos de la entidad, donde las víctimas fueron sometidas a agresiones que van de humillaciones públicas, golpes, hostigamiento sistemático y atentados a la moral, hasta violación tumultuaria.
El acoso escolar o bullying, es un tipo de violencia que se da “entre pares”, y en el que generalmente participan varios niños, quienes de forma orquestada o previamente planeada, dirigen acciones de desprecio, menosprecio, violencia, humillaciones, golpes, exhibición y discriminación sobre una sola persona, que puede ser niño o niña.
Este tipo de clips que son posteados en su mayoría en la red social de Youtube muestran a las jovencitas básicamente en dos situaciones, mientras se lían a golpes o en bares donde se desnudan a cambio de unas cervezas.
Pelea de mujer a mujer
Y es que estudiantes de secundarias y preparatorias suben videos de peleas en donde son impulsadas por sus mismos compañeros a propinarse puñetazos y patadas para ver “quién es la que aguanta más”.
Al momento de pelearse, las jóvenes olvidan que son grabadas con las teléfonos celulares o cámaras fotográficas para ser ‘subidas’ posteriormente a las páginas de redes sociales como Youtube, Facebook o blog personal, con el fin de poder compartir con sus amigos este tipo de confrontaciones.
Para algunos padres de familia, “este tipo de pelas entre compañeros hasta del mismo salón es más vieja que el internet, los celulares y la posibilidad de que cualquier ‘hijo de vecino’ lo pueda subir a diversas redes sociales con un solo botón”.
Alejandro Penagos,  padre de dos jóvenes que cursan el segundo y tercer año de secundaria en Ecatepec “lo peor de todo es que el mal uso de esta tecnología y el tiempo que hemos perdido para aprender a manejarlas ha hecho que nuestras propias hijas se estén golpeando a la salida de la escuela, y esto se vuelva algo cotidiano”.


MARIO VARGAS LLOSA : Más información, menos conocimiento



PIEDRA DE TOQUE. La imparable robotización humana por Internet cambiará la vida cultural y hasta cómo opera nuestro cerebro. Cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos nosotros

MARIO VARGAS LLOSA 31/07/2011, El País
Nicholas Carr estudió Literatura en Dartmouth College y en la Universidad de Harvard y todo indica que fue en su juventud un voraz lector de buenos libros. Luego, como le ocurrió a toda su generación, descubrió el ordenador, el Internet, los prodigios de la gran revolución informática de nuestro tiempo, y no sólo dedicó buena parte de su vida a valerse de todos los servicios online y a navegar mañana y tarde por la Red; además, se hizo un profesional y un experto en las nuevas tecnologías de la comunicación sobre las que ha escrito extensamente en prestigiosas publicaciones de Estados Unidos e Inglaterra.
Un buen día descubrió que había dejado de ser un buen lector, y, casi casi, un lector. Su concentración se disipaba luego de una o dos páginas de un libro, y, sobre todo si aquello que leía era complejo y demandaba mucha atención y reflexión, surgía en su mente algo así como un recóndito rechazo a continuar con aquel empeño intelectual. Así lo cuenta: "Pierdo el sosiego y el hilo, empiezo a pensar qué otra cosa hacer. Me siento como si estuviese siempre arrastrando mi cerebro descentrado de vuelta al texto. La lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo".
Preocupado, tomó una decisión radical. A finales de 2007, él y su esposa abandonaron sus ultramodernas instalaciones de Boston y se fueron a vivir a una cabaña de las montañas de Colorado, donde no había telefonía móvil y el Internet llegaba tarde, mal y nunca. Allí, a lo largo de dos años, escribió el polémico libro que lo ha hecho famoso. Se titula en inglés The Shallows: What the Internet is Doing to Our Brains y, en español, Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus, 2011). Lo acabo de leer, de un tirón, y he quedado fascinado, asustado y entristecido.
Carr no es un renegado de la informática, no se ha vuelto un ludita contemporáneo que quisiera acabar con todas las computadoras, ni mucho menos. En su libro reconoce la extraordinaria aportación que servicios como el de Google, Twitter, Facebook o Skype prestan a la información y a la comunicación, el tiempo que ahorran, la facilidad con que una inmensa cantidad de seres humanos pueden compartir experiencias, los beneficios que todo esto acarrea a las empresas, a la investigación científica y al desarrollo económico de las naciones.
Pero todo esto tiene un precio y, en última instancia, significará una transformación tan grande en nuestra vida cultural y en la manera de operar del cerebro humano como lo fue el descubrimiento de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV que generalizó la lectura de libros, hasta entonces confinada en una minoría insignificante de clérigos, intelectuales y aristócratas. El libro de Carr es una reivindicación de las teorías del ahora olvidado Marshall MacLuhan, a quien nadie hizo mucho caso cuando, hace más de medio siglo, aseguró que los medios no son nunca meros vehículos de un contenido, que ejercen una solapada influencia sobre éste, y que, a largo plazo, modifican nuestra manera de pensar y de actuar. MacLuhan se refería sobre todo a la televisión, pero la argumentación del libro de Carr, y los abundantes experimentos y testimonios que cita en su apoyo, indican que semejante tesis alcanza una extraordinaria actualidad relacionada con el mundo del Internet.
Los defensores recalcitrantes del software alegan que se trata de una herramienta y que está al servicio de quien la usa y, desde luego, hay abundantes experimentos que parecen corroborarlo, siempre y cuando estas pruebas se efectúen en el campo de acción en el que los beneficios de aquella tecnología son indiscutibles: ¿quién podría negar que es un avance casi milagroso que, ahora, en pocos segundos, haciendo un pequeño clic con el ratón, un internauta recabe una información que hace pocos años le exigía semanas o meses de consultas en bibliotecas y a especialistas? Pero también hay pruebas concluyentes de que, cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse porque para ello cuenta con el archivo infinito que pone a su alcance un ordenador, se entumece y debilita como los músculos que dejan de usarse.
No es verdad que el Internet sea sólo una herramienta. Es un utensilio que pasa a ser una prolongación de nuestro propio cuerpo, de nuestro propio cerebro, el que, también, de una manera discreta, se va adaptando poco a poco a ese nuevo sistema de informarse y de pensar, renunciando poco a poco a las funciones que este sistema hace por él y, a veces, mejor que él. No es una metáfora poética decir que la "inteligencia artificial" que está a su servicio, soborna y sensualiza a nuestros órganos pensantes, los que se van volviendo, de manera paulatina, dependientes de aquellas herramientas, y, por fin, en sus esclavos. ¿Para qué mantener fresca y activa la memoria si toda ella está almacenada en algo que un programador de sistemas ha llamado "la mejor y más grande biblioteca del mundo"? ¿Y para qué aguzar la atención si pulsando las teclas adecuadas los recuerdos que necesito vienen a mí, resucitados por esas diligentes máquinas?
No es extraño, por eso, que algunos fanáticos de la Web, como el profesor Joe O'Shea, filósofo de la Universidad de Florida, afirme: "Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos". Lo atroz de esta frase no es la afirmación final, sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para "informarse". Es uno de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De ahí, la patética confesión de la doctora Katherine Hayles, profesora de Literatura de la Universidad de Duke: "Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros".
Esos alumnos no tienen la culpa de ser ahora incapaces de leer Guerra y Paz o El Quijote. Acostumbrados a picotear información en sus computadoras, sin tener necesidad de hacer prolongados esfuerzos de concentración, han ido perdiendo el hábito y hasta la facultad de hacerlo, y han sido condicionados para contentarse con ese mariposeo cognitivo a que los acostumbra la Red, con sus infinitas conexiones y saltos hacia añadidos y complementos, de modo que han quedado en cierta forma vacunados contra el tipo de atención, reflexión, paciencia y prolongado abandono a aquello que se lee, y que es la única manera de leer, gozando, la gran literatura. Pero no creo que sea sólo la literatura a la que el Internet vuelve superflua: toda obra de creación gratuita, no subordinada a la utilización pragmática, queda fuera del tipo de conocimiento y cultura que propicia la Web. Sin duda que ésta almacenará con facilidad a Proust, Homero, Popper y Platón, pero difícilmente sus obras tendrán muchos lectores. ¿Para qué tomarse el trabajo de leerlas si en Google puedo encontrar síntesis sencillas, claras y amenas de lo que inventaron en esos farragosos librotes que leían los lectores prehistóricos?
La revolución de la información está lejos de haber concluido. Por el contrario, en este dominio cada día surgen nuevas posibilidades, logros, y lo imposible retrocede velozmente. ¿Debemos alegrarnos? Si el género de cultura que está reemplazando a la antigua nos parece un progreso, sin duda sí. Pero debemos inquietarnos si ese progreso significa aquello que un erudito estudioso de los efectos del Internet en nuestro cerebro y en nuestras costumbres, Van Nimwegen, dedujo luego de uno de sus experimentos: que confiar a los ordenadores la solución de todos los problemas cognitivos reduce "la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos". En otras palabras: cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos.
Tal vez haya exageraciones en el libro de Nicholas Carr, como ocurre siempre con los argumentos que defienden tesis controvertidas. Yo carezco de los conocimientos neurológicos y de informática para juzgar hasta qué punto son confiables las pruebas y experimentos científicos que describe en su libro. Pero éste me da la impresión de ser riguroso y sensato, un llamado de atención que -para qué engañarnos- no será escuchado. Lo que significa, si él tiene razón, que la robotización de una humanidad organizada en función de la "inteligencia artificial" es imparable. A menos, claro, que un cataclismo nuclear, por obra de un accidente o una acción terrorista, nos regrese a las cavernas. Habría que empezar de nuevo, entonces, y a ver si esta segunda vez lo hacemos mejor.


Justiça chega às escolas


31 de julho de 2011
Educação no Brasil | Jornal do Commercio PE | PE

Luciana Passos
Especial para o JC-Vale

Uma iniciativa realizada em Petrolina está reduzindo o número de homicídios e furtos envolvendo crianças e adolescentes. Através do programa Com Justiça e Cidadania a Escola Fica Legal, a Vara da Infância e Juventude da cidade se uniu a vários órgãos (como Conselho Tutelar, Secretaria de Educação e de Desenvolvimento Econômico e Trabalho, Secretaria de Educação, Conselho de Direitos, Polícia Militar, Polícia Civil, Ministério Público e Justiça da Infância e Juventude, entre outros) para garantir a proteção dos menores em situação de vulnerabilidade.
As ações do programa são realizadas nas escolas da rede pública e consistem em medidas preventivas e repressivas. O juiz notifica a direção da escola, para que ela identifique todos os menores que estão envolvidos com alguma situação de violência. Nesta seleção nós abraçamos todos os menores que estão com evasão escolar, praticando atos de violência dentro da escola, seja como agente ou vítima, aqueles que estão tendo baixo rendimento na escola ou cometendo delitos , informou o juiz Marcos Bacelar.
Com a lista em mãos, o juiz, faz uma triagem e classifica os casos de acordo com o tipo de problema que a criança ou jovem enfrenta. O juiz notifica o jovem e seus pais para comparecerem à escola numa determinada data. Cada menor identificado terá um tipo de atendimento diferenciado e serão direcionados para o profissional especializado para resolver o seu caso. Aqueles que estão envolvidos com casos furtos, agressões, danos ao patrimônio público, por exemplo, serão atendidos pelo juiz e promotor. Em uma sala separada atendemos cada família e realizamos uma representação contra o menor. Depois formalizamos um termo de compromisso, entre o promotor, o juiz, o pai e o próprio adolescente ou criança. A partir dai, ele passa a ser monitorado pela justiça nos 30 dias seguintes através dos fiscais da infância e juventude.
Nos casos de evasão escolar e convivência familiar, os jovens são atendidos por uma equipe de assistentes sociais e psicólogos, que realizam uma medida de proteção. Aqueles pais que se destituem da família, que não têm a responsabilidade com os filhos também são alertados e punidos, correndo o risco de o filho ser retirado do lar e levado para a proteção de um outro familiar , afirmou Bacelar.
BONS RESULTADOS
Desde que o programa foi criado, há cerca de dois anos, mais de 15 mil atendimentos foram realizados e o número de menores atendidos na Vara da Infância e Juventude passou de 600 em 2009 para 1110 em 2010. O programa apresenta bons resultados. Bacelar afirma que o número de processos relativos a homicídio na Comarca da Infância e Juventude foi reduzido de 18 casos, em 2009, para 11, em 2010.
A quantidade furtos diminuiu em até 50%, passando de 102 casos em 2009, para 52 casos em 2010. Também conseguimos redução no crime de roubo, e nos delitos praticados por menores. Em 2009 ele representava 5% dos atendimentos e em 2010, ele foi equivalente a 2,3% do número total da demanda , informou.
Segundo Bacelar os dados demonstram que o programa está desburocratizando o acesso judicial. Ao invés de a gente esperar que a população nos procure, nós fomos até eles e lá identificamos os problemas. E isso é muito importante porque o número de atendimentos cresceu, o que significa que existia uma necessidade grande e não havia o acesso à justiça por parte da população .
O projeto também realiza palestras sobre bullying, drogas, evasão escolar, indisciplina e agressividade realizadas por membros da Patrulha Escolar, guardas municipais, defensores públicos, psicólogos, assistentes sociais, entre outros. Nós ainda promovemos fiscalizações através dos agentes de proteção nos bares, lan houses, academias, onde se encontre menores nestes estabelecimentos , declarou Bacelar.

MARCELO GLEISER : Em busca de significado





A ciência nos ensina sobre a nossa íntima relação com o Universo: a matéria da qual somos feitos é também a de estrelas, planetas e luas

AQUI NA coluna, abordamos tanto questões mais imediatas, como o aquecimento global e a crise energética, como as mais fundamentais, como o significado do tempo e o debate entre a ciência e a religião.
Hoje, gostaria de abordar uma questão que, a meu ver, está no cerne do antagonismo entre a ciência e a religião: será que o desenvolvimento científico criou um vazio espiritual? Será que a ciência só serve para gerar fatos e dados sobre o mundo natural?
Ou será que pode ir mais fundo, talvez criando uma nova forma de espiritualidade?
Para começar, cito meu livro "O Fim da Terra e do Céu":
"O desenvolvimento da ciência nos séculos 18 e 19, baseado na interpretação racional dos fenômenos naturais, foi seguido, ao menos no Ocidente, por um abandono progressivo da religião. O conforto espiritual encontrado na fé foi gradualmente abandonado, em nome de um sistema de pensamento secularizado. O historiador da religião S. G. F. Brandon expressou claramente tal preocupação quando escreveu: 'Para os pensadores do Ocidente, nenhuma missão pode ser mais urgente do que a resolução desse dilema, se possível produzindo uma filosofia da história adequada, isto é, que justifique o sentido da vida dos homens dentro de sua duração temporal finita'."
Logo a seguir, pergunto se, ao vermos a ciência além de seu papel de quantificadora da Natureza, podemos talvez encontrar ao menos parte desse "sentido": "Talvez fosse isso que Einstein tinha em mente quando introduziu o seu 'sentimento cósmico religioso', a inspiração essencialmente religiosa por trás do ato racional de compreendermos o Cosmos. A ciência e a religião nascem das mesmas ansiedades que torturam e inspiram o espírito humano. E a conexão entre as duas é a nossa existência finita em um Cosmos aparentemente infinito".
Obviamente, o tempo também complica as coisas, pois a perda dos que amamos e a nossa própria mortalidade são causas de muita dor.
Nessas horas, encontro consolo em muitas coisas. Mas uma das mais significativas é o que a ciência nos ensina sobre nossa íntima relação com o Universo: a matéria da qual somos feitos é também a matéria das estrelas, dos planetas e de suas luas, e de todos os seres vivos.
O tempo que usamos para descrever as transformações que experimentamos é o mesmo da expansão cósmica. O tempo passa para o Universo também. Como escreveu o naturalista americano John Muir, "ao movermos uma única coisa na Natureza, descobrimos que ela está presa ao resto do Universo".
Não existe uma solução única para os nossos anseios. Não sei onde você encontra sentido para a sua vida. No meu caso, a busca se desdobra em muitas trilhas.
Ao tentar entender um pouco mais sobre os mistérios do mundo natural; na convivência com minha família e amigos; em saber que sou um ser humano no nosso raro planeta Terra. Para mim, o sentido não está na ciência em si, mas na busca pelo conhecimento. Talvez seja assim também com um músico, que dá sentido à sua busca tocando o seu instrumento. As técnicas nos dão os meios, mas não são um fim em si mesmas. É tocar, e dividir a música com os outros, que importa.

MARCELO GLEISER é professor de física teórica no Dartmouth College, em Hanover (EUA), e autor do livro "Criação Imperfeita"

Bill Gates e sua frustração com a educação


31 de julho de 2011
Educação no Brasil | Revista Veja |
 A frustração de Bill Gates



DESABAFO Aula em escola americana que conta com o apoio da fundação Gazes: "Nossas ações não tiveram impacto significativo no ensino"




O empresário americano, que deixou a Microsoft para se dedicar exclusivamente à filantropia, expõe a sua decepção com os resultados obtidos na área de educação - Marcelo Sakate
Não existe instituição filantrópica com a envergadura financeira da Fundação Bill & Melinda Gates, administrada pelo criador da Microsoft e por sua mulher. Conhecida por seu trabalho para combater a miséria e moléstias em países pobres, especialmente na África, a organização possui ativos que somam 37 bilhões de dólares. Em 2010, destinou 2,6 bilhões de dólares para projetos sociais, mais do que qualquer outra fundação no mundo. Embora não tão difundida, uma de suas metas é melhorar a qualidade do ensino público nos Estados Unidos, com investimento que supera 5 bilhões de dólares para projetos educacionais e bolsas de estudo desde 2000. Mais que dinheiro, Gates quis levar à filantropia a sua experiência empresarial, na tentativa de ampliar a eficácia dos recursos investidos. O empresário, no entanto, começa a perceber que seus feitos, nesse campo, têm ficado abaixo de suas expectativas. Na semana passada, fez um desabafo numa entrevista ao The Wall Street Journal: "Aplaudo aqueles que fazem doações para a educação pública, mas. infelizmente, isso não tem produzido resultados significativos". Uma das principais iniciativas da Fundação Gates na área foi a criação de vinte escolas de pequeno porte, em diferentes cidades americanas, que serviram de laboratório para um ensino que acompanhasse os alunos mais de perto. O índice de ingresso no ensino superior melhorou 10%, se tanto. "Não vimos impactos significativos nessa iniciativa e fazemos mea-culpa", afirmou. Ainda segundo Gates, o alcance da filantropia não deve ser superestimado. "O setor público gasta, ao ano, 600 bilhões de dólares com educação. Enquanto isso, todo o valor já desembolsado por fundações nessa área não chega a 10 bilhões
A frustração de Gates revela quão difícil é reestruturar o ensino público. Diz o economista Naercio Menezes Filho, do Insper: "Uma ideia inovadora e que possa ser replicada em larga escala é o caminho para o sucesso empresarial. Foi assim com o Windows. Mas, na educação, os insumos são pessoas. Cada aluno reage à sua maneira. Cada um tem sua formação, sua família. Por melhor que seja uma ideia, nem sempre obtém o resultado esperado". Para a educadora Maria Helena Guimarães de Castro, titular do Conselho Estadual de Educação de São Paulo, a despeito do alcance limitado, as fundações podem contribuir para subsidiar a pesquisa. "Existem intervenções que podem levar sem dúvida à melhoria da qualidade do sistema. Por exemplo, formar professores e criar métodos de avaliação de desempenho", afirma Maria Helena. A saída para Gates, portanto, será reavaliar suas metas e estratégias.

O ponto fraco do ensino forte


31 de julho de 2011
Educação no Brasil | Revista Época | Sociedade | BR
 O ponto fraco do ensino forte










Por que as escolas tradicionais - as primeiras colocadas nos exames nacionais de avaliação - podem causar danos aos alunos
Martha Mendonça
Foram os piores anos da minha vida." A frase ainda é dita com sofrimento pela estudante carioca Chanel de Andrade Rodrigues, de 18 anos. Ela está no 1o ano da faculdade de artes, mas não esquece o período em que estudou no Santo Agostinho, do Rio de Janeiro, um dos colégios mais tradicionais e bem-conceituados do país. Do 7o ano do ensino fundamental ao 1o ano do ensino médio, passou seus dias perdida entre aulas que não acompanhava, um enorme volume de conteúdos para memorizar, provas difíceis, notas baixas e um séquito de professores particulares a cada final de ano letivo. Na escola, não gostava de sair para o recreio e não comia nada. Em casa, compensava a ansiedade comendo demais. Na escola anterior, menos rígida, onde tirava boas notas, costumava nadar e fazer aulas de dança. No Santo Agostinho, evitava as aulas de educação física. Chanel entrou em depressão e engordou 20 quilos.
A mãe tentou convencê-la a fazer terapia, mas ela se recusava. "Eu só queria ser invisível", afirma. "Odiava a competitividade que estava sempre no ar." Só depois que Chanel foi reprovada, no 1o ano, sua mãe decidiu trocá-la de escola. (Procurado por ÉPOCA, o Santo Agostinho não respondeu aos pedidos de entrevista.) O caso de Chanel é apenas um entre centenas que revelam uma realidade incômoda: o custo emocional alto - muitas vezes altíssimo - do modelo de eficiência adotado naquelas escolas que exigem alto desempenho dos alunos e garantem todo ano boas colocações nos melhores vestibulares.
Consideradas as melhores do país, quase sempre campeãs nas provas nacionais de avaliação, as escolas de ensino tradicional representam, na mente de muitos pais, uma esperança de sucesso para a vida dos filhos num mercado de trabalho competitivo. Apesar de seus resultados inquestionáveis e da procura crescente por escolas desse tipo, esse modelo agora começa a ser mais e mais questionado por seus efeitos colaterais.
O ensino tradicional surgiu na Europa do século XVIII como um modelo em que os alunos são ensinados e avaliados de forma padronizada. Ele se inspira na ideia de que a mente das crianças é uma tabula rasa, um espaço em branco sobre o qual os diversos conteúdos - gramática, matemática, ciências, história etc. - devem ser inscritos seguindo um método rigoroso de exposição e avaliação. Mais do que qualquer outra aptidão, valoriza o acúmulo de conhecimento: quanto mais fatos e fórmulas o aluno aprende, mais bem avaliado ele é.
Há, ainda, uma forte pressão por desempenho nas provas e um grande volume de conteúdo a estudar. As escolas tradicionais também costumam ser mais rígidas em regras de comportamento, como respeito ao horário, frequência às aulas, uso de uniforme e atitude no recreio. Apesar de ter incorporado conceitos pedagógicos mais modernos, a essência do modelo tradicional de ensino permanece a mesma - e a educação tradicional está em alta no mundo, com filas de espera para matrículas e salas abarrotadas de alunos.
A grande procura por uma vaga numa dessas escolas se explica pelo desempenho acima da média de seus alunos. No Brasil, o Exame Nacional do Ensino Médio (Enem), que classifica as escolas públicas e particulares a partir das notas tiradas numa prova feita pelos alunos, é decisivo para a família na hora de escolher onde matricular seus filhos. Há anos, os colégios mais tradicionais e rígidos ocupam o topo da lista. "É comum hoje em dia pais e mães compararem as posições das instituições em que seus filhos estudam. Se os resultados das escolas não são bons, bate o sentimento de que se está fazendo algo errado", afirma Quézia Bombonato, presidente da Associação Brasileira de Psicopedagogia.
Em Vinhedo, no interior de São Paulo, uma escola aberta em 2001 mostra essa tendência. O Colégio de Vinhedo, que busca alunos de classe média alta, reproduz uma escola tradicional europeia. Os alunos usam uniformes formais, os professores vestem ternos e tailleurs. A própria decoração da escola parece de outro tempo - embora, dentro da sala de aula, haja lousas interativas, câmeras e laptops para cada aluno. Há ênfase no conteúdo e na disciplina. "Nossa ideia é resgatar valores que são esquecidos", diz o diretor, Eduardo Cumone. "Também temos uma carga horária maior, para que haja melhores resultados." A proposta da escola encontra eco nos pais. A procura triplicou nos últimos cinco anos. Em 2001, havia uma única turma por série; em 2012, haverá duas ou três.
Os rankings de avaliação também puxam a educação para o lado mais rígido em outros países. "Nos Estados Unidos, está havendo um retorno à tradição, amparado na crença de que pontos na competição internacional são importantes", diz o psicólogo americano Howard Gardner, criador da Teoria das Inteligências Múltiplas, que propõe vários tipos de inteligência além daquela medida por testes de Q.I. Na Europa, acontece o mesmo. O Reino Unido é um bom exemplo. No fim de 2010, a Secretaria de Educação anunciou uma reforma no ensino que inclui o "retorno aos valores tradicionais": mais conteúdo, mais disciplina - e até a obrigatoriedade de roupas s mais formais na rede pública, com aventais para as meninas e terno e gravata para os meninos. No anúncio, o secretário Michael Gove mostrou sua preocupação com a queda do país nos rankings mundiais de educação. "Vamos voltar ao topo", disse.
O ensino tradicional ganhou ainda mais adeptos recentemente com o lançamento do livro Grito de guerra da mãe tigre. Nele, a advogada sino-americana Amy Chua relata sua experiência na criação de duas filhas com rigidez e exigências que beiravam o absurdo. Ambas eram proibidas de ficar abaixo do 1o lugar na classe e tinham de realizar atividades extracurriculares dificílimas escolhidas pela mãe - uma se tornou exímia violinista e a outra pianista. Pela defesa desses padrões quase marciais de ensino, Amy chegou a ser ameaçada de morte na internet. Mas seu livro entrou rapidamente na lista dos mais vendidos nos Estados Unidos. Isso expõe o medo de toda a nação de se ver rebaixada nas listas internacionais de melhores alunos.
Para quem consegue seguir em frente e encarar tantas exigências, o ensino tradicional pode dar certo. Giulianna Freitas, de 12 anos, cursa o 7o ano do colégio Dante Alighieri, um dos mais antigos e tradicionais de São Paulo. Está lá desde os 3 anos. Ela diz que adora. Afirma tirar de letra as regras rígidas da escola, entre elas uniforme impecável e as restrições ao contato afetivo entre meninas e meninos. "Não me vejo em outro colégio", diz. Sua mãe, a dentista Ana Claudia Garcia de Freitas, afirma ter escolhido o Dante pelos ótimos laboratórios e pelas bibliotecas. E também por ter sido sua escola - e a de sua mãe. "É uma tradição na família."
Mas os educadores têm visto com ceticismo cada vez maior o sucesso desse modelo. Eles alertam sobre vários problemas que decorrem da estratégia convencional, baseada na combinação de competitividade e pressão por notas. A primeira limitação é a seleção natural que põe em prática. Esses colégios selecionam os alunos na hora da matrícula - com os famosos "vestibulinhos" - e, depois disso, acabam selecionando, pelo grau de dificuldade em acompanhar o ritmo, aqueles que ficam. "Valorizamos o conteúdo e somos inflexíveis em nossa filosofia de foco no professor, cultura clássica e disciplina", diz Maria Elisa Penna Forte, supervisora do colégio carioca São Bento, que só aceita meninos e foi quatro vezes campeão nacional do Enem. "Os pais querem que os filhos se saiam bem aqui, mas, em muitos casos, isso não acontece. Aí o melhor é mudar de escola."
A pressão por boas notas pode causar estresse e doenças emocionais. E não garante sucesso no futuro
São escolas que, naturalmente, funcionam para os melhores. E os melhores, por motivos óbvios, não são todos. Nem sequer são a maioria. "No caso das escolas tradicionais e seus vestibulinhos, não são os pais que escolhem a escola. É a escola que acaba escolhendo os alunos que quer", diz Victor Paro, professor da Faculdade de Educação da Universidade de São Paulo. Para ele, essa situação põe em xeque a própria qualidade desse tipo de ensino. Essas instituições têm as melhores médias de desempenho por terem a melhor pedagogia ou porque os alunos que passam pelo funil são os mais inteligentes, portanto serão os melhores, independentemente do método de ensino? "Certamente, elas têm valor. Mas é fato que, para entrar, os alunos já têm de ser bons", diz Paro.
Uma das grandes dificuldades dos pais é aceitar que a maioria dos filhos não se enquadra ou não tem condição de acompanhar o grau de exigência das escolas mais competitivas. Alguns pais acreditam que tirar o filho da escola mais conceituada é sinal de fracasso. Insistem nela - e isso acaba pesando ainda mais sobre os ombros do estudante. "A criança sofre porque não tem o perfil para aquele tipo de colégio", diz Fábio Barbirato, chefe do setor de Neuropsiquiatria da Infância e da Adolescência da Santa Casa, no Rio de Janeiro. "Os pais precisam conhecer o perfil de seus filhos."
A política de seleção dos melhores não pode servir para educar a média das crianças, uma exigência social. Não há nada a opor a uma política de seleção rigorosa. Mas um país que precisa oferecer educação de qualidade para todos precisa se preocupar com aqueles que não passam por esse funil - a ampla maioria.
O ambiente de alta pressão tem ainda um custo emocional para aqueles que não se adaptam. Em geral, aumenta o nervosismo da criança, que fica exposta a um grau elevado de exigência antes de ter amadurecido. Os sintomas são noites maldormidas ou mesmo crises nervosas antes de algumas provas. Em alguns casos, o peso da cobrança pode gerar traumas. O médico Barbirato tem promovido uma cruzada contra os transtornos de ansiedade causados pela vida escolar. Diz que, diariamente, na clínica e em seu consultório particular, atende crianças em sofrimento decorrente da pressão dos estudos. Para Jorge Harada, chefe da área de Saúde Escolar da Sociedade Brasileira de Pediatria, o estresse dessas escolas desencadeia um processo orgânico que pode levar à perda da imunidade e causar até anemia. "Vivemos numa sociedade competitiva, mas a escola não pode ser uma fábrica de pessoas em série. É preciso respeitar as singularidades de cada um", diz.
Nos Estados Unidos, a mãe de uma adolescente que recebeu diagnóstico de estresse agudo não se conformou em reclamar com a escola sobre o ritmo puxado das aulas e lições de casa. A advogada Vicki Abeles, depois de perceber que o drama de sua filha era vivido também em outras famílias, fez um documentário sobre o que chamou de massacre do ensino competitivo, imposto em quase todas as redes de escolas públicas americanas graças a incentivos do governo. O documentário, que ouviu dezenas de alunos e famílias que desenvolveram doenças emocionais por causa da alta pressão, virou sensação. Já arrecadou mais de R$ 10 milhões (custou R$ 800 mil), sem exibições em cinemas, apenas em escolas ou auditórios. "Quero que minhas filhas cresçam saudáveis e criativas. Não acredito no ensino que educa para tirar boas notas em rankings", afirma Vicki (leia a entrevista na página 95).
Apesar da expectativa dos pais, o ensino tradicional, também não garante sucesso na carreira. "Mesmo no caso de crianças que suportam a pressão das escolas tradicionais, não existe certeza de que serão adultos bem-sucedidos", diz Quezia Bombonato. "Muitas vezes são alunos com capacidade de absorção de conteúdos e boa memória, mas cujos dons específicos não são devidamente explorados." Segundo Quezia, o processo completo de aprendizado de um jovem é formado de muitas variáveis. Se o que ele aprende não faz sentido para a vida, isso poderá ser percebido num futuro mais distante, quando ele estiver frente a frente com suas decisões profissionais. "As pressões que ele sofreu nos bancos escolares podem se transformar em problemas de percepção ou relacionamento na vida adulta, comprometendo o sucesso de suas realizações", diz ela.
Diante dos efeitos colaterais da pressão educacional, muitos pais se voltam para as escolas com propostas alternativas. Elas não têm uma fórmula única e vêm se desenvolvendo desde os anos 1960, com propostas pedagógicas modernas. Esses métodos de ensino começaram a ganhar relevância nos anos 1970, quando novas teorias sobre como as crianças aprendem começaram a ser usadas pelas escolas. No geral, elas priorizam o estímulo aos talentos pessoais, as artes, o contato com a natureza e o lado emocional dos alunos. O método mais difundido no Brasil é o construtivista, inspirado nas ideias do psicólogo suíço Jean Piaget, segundo o qual as crianças aprendem em conjunto e sempre usando a realidade de cada um como referência. A linha montessoriana, proposta pela pedagoga italiana Maria Montessori, foi uma das primeiras a inserir questões afetivas na educação. Na pedagogia Waldorf, do filósofo alemão Rudolf Steiner, o aprendizado anda de mãos dadas com atividades corporais e artesanais. Com resultados não tão satisfat ios em avaliações nacionais, muitas dessas escolas se reorganizaram para melhorar sua competitividade. Hoje, tentam combinar o melhor dos dois mundos, incorporando parte da disciplina e da exigência de bom desempenho das escolas tradicionais.
Para alguns pais, só o ensino de alto desempenho garante um futuro de sucesso para os filhos
Essas alternativas também podem ser um caminho para o sucesso na vida real. Os americanos Larry Page e Sergei Brin, fundadores do Google, estudaram em escola montessoriana. Eles afirmam que a escola é um dos principais fatores de seu êxito empreendedor. Lá, segundo eles, aprenderam a trabalhar sozinhos, com ideias próprias. Dizem que a educação montessoriana lhes deu liberdade para perseguir seus sonhos e paixões. Outros inovadores da era digital, como Jeff Bezos, fundador da loja virtual Amazon, e Jimmy Wales, criador da Wikipédia, também vieram de escolas montessorianas. s
Um dos apelos dessas linhas alternativas é oferecer um ensino que pretende despertar mais iniciativa e a criatividade das crianças. Isso pode ser salutar mesmo para os alunos que, aparentemente, se dão bem no esquema das escolas competitivas. Foi o que percebeu a empresária carioca Tatiana Queiroz, mãe de Artur, de 15 anos, e Olívia, de 12. "Eles tiravam boas notas, mas faziam tudo no automático. Sentia que não estavam motivados. O conteúdo era muita memorização e pouca análise", diz. Quando os filhos entraram no ensino fundamental, Tatiana optou pelo tradicional Colégio Santo Inácio, pelos bons resultados nos rankings e pela disciplina que complementava os limites que ela estabelecia em casa. Com o tempo, sentiu falta de mais estímulo criativo para os filhos.
A maioria dos colégios tradicionais tem classes numerosas, e, por isso, o diálogo casa-escola fica difícil. Há dois anos, ela transferiu os dois filhos para um colégio alternativo. A coordenadora pedagógica do Santo Inácio, Ana Maria Loureiro, diz que a tradição dá segurança a quem procura a escola. Segundo ela, 70% dos alunos são filhos de ex-alunos. Um sinal de sucesso da instituição. "Mas estamos buscando a modernidade, especialmente no que diz respeito às novas tecnologias e à necessidade de formar professores antenados com a realidade", afirma.
Diante das críticas, as escolas tradicionais tentam se renovar. Para conciliar educação de qualidade sem sofrer as consequências indesejadas, começam a buscar o caminho do meio. O colégio marista São José, no Rio, mantém suas aulas de religião, mas introduziu aulas especiais para ensinar os alunos a associar o mundo atual ao que é estudado. A ideia reforça a tendência de que mais importante do que decorar informação é saber analisá-la. No Dante, segundo seu diretor, Lauro Spaggiari, há a filosofia de que é preciso trabalhar apenas com o essencial do conteúdo e muita discussão, mas sem abrir mão do rigor na disciplina. "Não vivemos mais no tempo em que o professor era o único provedor da informação", diz Spaggiari. "Sabemos que, em tempos de internet, a informação está ao alcance de todos. Nosso papel principal é ensinar ao aluno o que fazer com ela."
Mesmo que essas escolas consigam se atualizar, ainda assim não serão o modelo ideal para todas as crianças. A família da auxiliar administrativa Fernanda Sato descobriu de forma inusitada que não há um único caminho para a educação dos filhos. Há cinco anos, mudou-se para um bairro em São Paulo onde os filhos, Gustavo e Leonardo, na época com 10 e 7 anos, iriam a pé para o novo colégio, de estilo tradicional e dirigido por freiras. Por quatro anos, o plano funcionou. No fim de 2010, os meninos procuraram os pais com um pedido: queriam mudar de escola. Para complicar, cada um pediu um colégio. Leonardo, o mais novo, não gostava do método tradicional. "Ele não reagia bem às cobranças dos professores e começou a perder o interesse pelos estudos", diz Fernanda. Gustavo, fã da área de exatas, pediu para estudar num colégio ainda mais rigoroso, com carga horária pesada, muita competição e voltado para o vestibular. "Penso em ser engenheiro e queria uma escola que me preparasse melhor", afirma. Hoje, a logística da família ficou mais complicada, mas Fernanda não se arrepende. "Descobri que cada filho é de um jeito."

Victims of bullying, playground falls and punch-ups sue their schools to win $7.5m




STUDENTS who have sued their school for bullying, playground falls and punch-ups have been paid $7.5 million in compensation by the Education Department over the past three years as the number of cases has almost trebled since 2008.
At least 318 students sued the department for a range of grievances including a lack of teacher supervision that led to sport or playground injuries.
Some have been paid as much as $500,000 in court while the average payout over the past three years has been $23,620 per student, according to figures obtained exclusively by the Sunday Telegraph.
David Gregory, now 32, was awarded $469,000 by the Department of Education in 2009 after being subjected to "consistent and systematic bullying" in his six years as a student at Farrer Memorial Agricultural High School in Tamworth in the 1990s.
The NSW Supreme Court heard that the bullying had led to psychological issues such as agoraphobia, depression and obsessive compulsive disorder, which severely limited his employment opportunities.
Students who took the department to court were awarded more than peers who settled out of court, with cases averaging payouts of $103,000.
Most of the claims - 83 per cent - were not litigated, with those plaintiffs awarded payments averaging $7790 each.
Figures show that the number of claims made against the department had risen by 29 per cent in the past three years, with 113 claims made in the 11 months to May 31 compared with 88 made between July 2008 and June 2009.
Yet the amount students were awarded dropped significantly, with students being paid an average of $4330 in the past year compared with $41,740 two years ago.
NSW Parents and Citizens Association president Helen Walton said it was a concern that bullying had become so severe that families had grounds to sue. She said that with cyberbullying and mobile phone bullying on the increase, schools could also face legal action in those areas.
A spokeswoman for the department said the claims covered physical and emotional injury but could not provide details.

30 de julho de 2011

The Texas Study: violences at school

EDITORIAL  New York Times
One Way to Guarantee More Trouble
Nearly six in 10 public school students in Texas were suspended or expelled at least once between seventh and 12th grade. That was the astounding finding of an analysis tracking nearly one million students in 3,900 Texas schools.



Schools are right to expel students who pose a threat to others. But suspensions for less serious, nonthreatening behavior have become routine in recent decades, with disastrous consequences. Children who are removed from school are at far greater risk of being held back, dropping out or ending up in the juvenile justice system.
The Texas study, conducted by the Council of State Governments Justice Center, raises alarms that should prompt every state to re-examine disciplinary policies.
For starters, schools should be required to deal with minor infractions at school, reserving suspension for serious offenses. Only 3 percent of the disciplinary actions taken in Texas were for serious criminal conduct that requires mandatory suspension or expulsion under state law. The remaining 97 percent were made at the discretion of school officials for misbehavior like fighting, misdemeanor drug or alcohol use, or disruptive classroom behavior.
The breakdown of who was punished is also chilling. African-American students and those with some disabilities were disproportionately likely to be removed from the classroom. A staggering 83 percent of black males had at least one discretionary violation, compared with 74 percent of Hispanic males and 59 percent of white male students. Minority students were more commonly given harsher out-of-school suspensions, rather than in-school suspensions, for their first disciplinary violation.
Such findings might have been dismissed in the past by those who believed that minority students were more likely to be “bad kids.” National studies have shown that African-American students are no more likely than others to commit offenses that require removal.
The study also makes clear the cost of such policies. Students who experienced one discretionary suspension or expulsion were twice as likely to be held back that year and nearly three times as likely to end up in the juvenile justice system in the subsequent year, compared with students with similar characteristics.
Interestingly, there is significant variation among schools in discipline rates, including those that serve the same high-risk populations. The study showed that it was possible for schools to discipline at lower rates without suffering academically. While the study does not describe how the low-suspension schools manage student behavior, some are likely to have systems in place to work with troubled children and their families instead of instantly showing them the door. The rest of the state needs to adopt this strategy and schools must work to eliminate racial disparities.
This problem is not unique to Texas. California and Florida have even higher out-of-school suspension or expulsion rates than Texas, according to the study. The Office for Civil Rights at the federal Department of Education has opened investigations into the disciplinary treatment of minority students in a dozen school districts around the country. Texas deserves praise for examining this problem squarely. It and many other states now need to find solutions.

Los brasileños de color quieren llamarse "morenos"

Según un estudio, prefieren dicho término para evitar el 
estigma de la palabra negro, asociada a la esclavitud y al racismo
JUAN ARIAS - Sao Paulo - 30/07/2011


No es una anécdota. Es un cambio social profundo, hasta el punto que hoy el diarioFolha de Sâo Paulo le ha dedicado su editorial. Resulta que, por primera vez, los brasileños de color, una categoría difícil de definir y apellidar por el transfondo esclavista y razista que conlleva desde el tiempo de la esclavitud, y que supone ya más del 51% de la población, no quieren ser llamados "negros" o "pretos" o "criollos" o "mestizos" o "pardos". Se han empezado a llamar a sí mismos, sin complejos pasados y hasta con simpatia, de "morenos". El descubrimiento lo ha hecho el censo nacionalllevado a cabo por el Instituto Brasileño de Geografía y Estatística (IBGE) quién al preguntar a los brasileños sobre cómo definirían el color de su piel, por primera vez han empezado a usar el término nuevo de "morenos" y en algunos clasos se declaran "morenos claros".
Cada vez menos se definen con los nombres tradicionales. Sólo un 8% de los encuestados se declaran negros, a pesar de que en Brasil el término no es igualable a lo que signfica aún en los Estados Unidos. Aquí existe una especie de "orgullo negro" como existe el "orguyo gay". Decir: "yo soy negro" no signfica en Brasil sólo definir el color de la propia piel sino, sino tambien sus derechos".
Los entrevistadores del IBGE han presentado cuatro opciones para definir el color de la piel de los ciudadanos: blanco, negro, pardo, amarillo o indígena. Como afirma el editorial de Folha, este descubrimiento de que los brasileños están derribando algunas barreras seculares hasta el punto de crear un término nuevo para definir el color de su tez, tiene que ser saludado como algo positivo en la evolución de una toma de conciencia de la propia dignidad como persona, al margen del color de la propia piel.
"Sea bienvenida la noticia" escribe Folha,"de que tantos brasileños se consideren morenos, ya que el vocablo se carga de una neutralidad afirmativa. No despierta una identificación belicosa y al mismo tiempo declara una identidad mixta, mezclada, típicamente brasileña".
El expresidente de la República, el sociólogo, Fernando Henrique Cardoso, habia bromeado un dia diciendo: "En Brasil todos somos oscuros" y añadió: "Basta mirar a mi cara. Lo importante es que los brasileños están cada vez menos preocupados con el color de su piel". Cardoso contaba la anecdota de un amigo español que le decía: "Es curioso que nosotros los blancos venimos a Brasil para 'ponernos morenos', quemados por el oro de su sol tropical, mientras seguimos haciendo discriminación con el color de la piel de los demás".

Silencio, el mejor aliado de violencia en escuelas: GDF,México

 Denise Maerker, Grupo Fórmula
29 de Julio, 2011

El secretario de Educación Pública del DF, Mario Delgado, tras revelar que han presentado una iniciativa de ley que pretende combatir la violencia en las escuelas capitalinas. Agregó que el principal problema de este fenómeno, "es que nadie sabe qué hacer y el silencio es su mejor cómplice".

Mario Delgado, secretario de Educación Pública del Gobierno del Distrito Federal, al referirse sobre el tema de la violencia en las escuelas, detalló que su administración está trabajando en la ciudad para erradicar cualquier foco de violencia que se registre en las escuelas.

Destacó que, los jóvenes que se ven envueltos en estos climas de violencia escolar, después se salen de las escuelas y "sabemos pues las trampas que hay, las salidas falsas que hay entorno a la violencia, entorno a las drogas".

Entrevistado en el noticiero "Atando Cabos", citó el tan sonado caso de Edgar "N", alias "El Ponchis", quien se sabe, fue expulsado a los ocho años de edad de la primaria donde estudiaba por haber golpeado a una de sus compañeras, lo que calificó como un caso mal atendido, pues a su parecer en vez de haberlo corrido de la escuela debió ser atendido, después el menor creció con esta actitud violenta, hasta que al cursar la secundaria decidió desertar y unirse a las filas de la delincuencia organizada.

El funcionario local agregó que en la Ciudad de México, con el fin de atacar cualquier síntoma que se presente en las escuelas a este respecto, se cuenta con un programa para combatir el "bullying", y se presentó una iniciativa de ley, hace un par de días, para "tener escuelas sin violencia, para prevenir estos fenómenos en la Ciudad de México".

Al ser cuestionado sobre una meta realista para conseguir la reducción del "bullying" en el corto plazo, afirmó, "una meta realista es erradicarlo" y agregó que el principal problema de este fenómeno, "es que nadie sabe qué hacer, y el silencio es su mejor cómplice", debido a esto se ha iniciado la integración, a nivel del gobierno local, de una red que atienda tanto a los niños que son víctimas, como a los niños que ejercen las agresiones.

En esta red participarán la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), la Secretaría de Salud, la Secretaría de Educación y el Instituto de las Mujeres, con lo que se combatirá de manera integral el fenómeno.

Delgado aclaró que, a esto se suma que no existe una medición real del mismo, "no tenemos la suficiente información como para poder establecer mejores políticas y atacarlo", precisó que como parte de la iniciativa antes mencionada, se está promoviendo la formación de un centro ciudadano que se encargue de dar seguimiento a este tipo de casos, donde se concentren personas de las universidades, de los sindicatos, de ONG’s, padres de familia y maestros.

Cabe destacar que, de acuerdo con un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha revelado que México cuenta con las escuelas secundarias más violencias de los países que la integran.

A este respecto, afirmó que es necesario ocuparnos para revertir esta situación, pues consideró, "normalmente no se acepta este tipo de estadística, pero lo que estamos haciendo nosotros es enfrentar el problema", y reconoció que este problema existe en las escuelas de la ciudad y ya están trabajando en encontrar la forma de revertirlo, hasta llegar a erradicarlo.

Resaltó que las medidas que se han tomado al momento, ha tenido un gran nivel de éxito, lo que llevó a la promoción de la iniciativa en esta materia, la cual, espera, será presentada antes de iniciar el próximo periodo legislativo de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, con lo que esperan la mayoría de los puntos que contiene, entren en vigor este año.

cegs

A Rio+20 conseguirá obter bons resultados? Não, José Eli Da Veiga




TENDÊNCIAS/DEBATES

Duplo impasse 

JOSÉ ELI DA VEIGA

A cúpula global sobre desenvolvimento sustentável convocada pela ONU não dará conta do recado, mesmo que ultrapasse o estigma de mera "Rio+20". Até poderá catalisar o incipiente processo de ruptura com o crescimento econômico marrom, mas não desencadeará aquilo que boa parte do establishment já começa a chamar de crescimento verde, em vez de usar o eufemismo "economia verde".
Bastam duas razões umbilicalmente ligadas para justificar tal ceticismo. A conferência não terá mandato para mexer no arcabouço institucional que enquadra o enfrentamento da questão climática.
Pior: a comunidade internacional está muito longe de assumir que só haverá sustentabilidade socioambiental com drástica redução das desigualdades.
As mudanças que um dia poderão libertar as matrizes energéticas da predominância fóssil não foram impulsionadas pela Convenção do Clima (1992) e seu Protocolo de Kyoto (de 1997, em vigor desde 2005, com dezesseis conferências das partes). Ao contrário, nas últimas décadas houve desaceleração da transição tecnológica inaugurada pelas crises do petróleo dos anos 1970, como mostra o recente "World Economic and Social Survey 2011".
Essa publicação anual do departamento de assuntos econômicos e sociais da ONU -desta vez intitulada "The Great Green Technological Transformation" (GGTT)- alerta que será impossível atingir nos próximos 40 anos o grau de descarbonização sonhado pelos compromissos de Cancún.
O GGTT também revelou que o desenvolvimento humano de qualquer país deixa de avançar a partir de um patamar de consumo energético equivalente a 2 toneladas de petróleo per capita (110 gigajoules).
Em decorrência, chega mesmo a discutir a proposta de adoção de tetos ("caps") para o uso de energia nos países mais ricos, o que seria extremamente benéfico para o mundo inteiro.
Reduzir ou contigenciar o setor energético das nações mais avançadas não levaria necessariamente a uma menor expansão ou estabilidade de seus sistemas econômicos.
Mas está justamente nesse tipo de "decrescimento seletivo" o cerne da tese de que a vanguarda do Primeiro Mundo já deve dar início às mudanças que a conduzirão à "prosperidade sem crescimento".
Claro, nessa questão o GGTT opta pela mais realista das prudências.
Lembra apenas que não se percebe qualquer propensão a encarar as necessárias "grandes transformações estruturais das economias e das sociedades".
Isto é, as transformações globais e nacionais de caráter redistributivo que nenhum setor da ONU, da OCDE, do FMI ou do Bird ousaria sugerir ou aconselhar.
Afinal, esse é o maior tabu nas relações internacionais, apesar das evidências de que as desigualdades atrofiam o bem-estar. Não apenas dos mais pobres, mas de todos, os ricos inclusive, como tão bem ressaltou André Lara Resende no "Valor" de 28/1/2011.
Em suma, o mundo está num duplo impasse. O fatalismo de que as desigualdades são ossos demasiadamente duros para que possam ser roídos se combina à angústia de não se conseguir avançar na mitigação do efeito estufa.
Como a Rio+20 não serve para desentravar a imprescindível transição energética, dela só se pode esperar uma linda resolução sobre a tão ilusória quanto cômoda bandeira da "economia verde".

JOSÉ ELI DA VEIGA, 63, é professor da pós-graduação do Instituto de Relações Internacionais da USP (IRI/USP) e do mestrado profissional em sustentabilidade do Instituto de Pesquisas Ecológicas (IPÊ).
Site: www.zeeli.pro.br.

Quatro milhões de jovens já foram beneficiados pelo Criança Esperança


29 de julho de 2011
Educação e Ciências | G1 - Globo | Ação | BR

Em 1985 foi ao ar o primeiro capítulo de uma longa história que já dura 26 anos. A campanha também apoia a Pastoral da Criança.
Em 1985 foi ao ar o primeiro capítulo de uma história que já dura 26 anos: o Criança Esperança (Criesp). Ao longo do caminho, quatro milhões de crianças e jovens foram beneficiados em todo o Brasil e quem ajuda a formar essa corrente é a solidariedade.
Acolher as crianças é a missão do Lar Assistencial Maria de Nazaré, em Brasília. Somos uma creche escola, porque além dos cuidados necessários, eles recebem ensinamentos, ou seja, parte formal e moral. E a creche significa o que? Acolhimento, porque enquanto os pais estão trabalhando, essa creche está protegendo a criança, diz a coordenadora pedagógica Ana Paula Menezes.
Cento e dezesseis crianças de até cinco anos ganharam uma segunda casa com muito carinho e novidades. Nós já fazemos um trabalho com as crianças de inclusão social, um trabalho de educação infantil, é um sonho antigo nosso a iniciação musical, a musicalização. Aí em vez de ficar só com crianças da educação infantil, esse projeto que nós recebemos ajuda do Criança Esperança, ampliamos para crianças acima de seis anos e adolescentes, explica Kelly de Oliveira, diretora do Lar.
Nossa intenção é pegar todos esses alunos que estão aí, em horário contrário a escola, que não tem, fica em casa, fazendo outras atividades, e trazer para a creche, para o projeto, e formá-los cidadãos, mas através de que, da música, fala o professor de música Derick Heliston.
Setenta e cinco iniciativas como essa recebem apoio do Criança Esperança. São projetos sociais que protegem a infância e adolescência, cuidam da saúde, promovem a inclusão social, valorizam a educação e incentivam o esporte. Hoje é com muito orgulho que dizemos que o Criança Esperança está presente nos 26 estados do Brasil e no Distrito Federal, e não só nas capitais, nos 26 estados mesmo, porque nós saímos da capital e interiorizamos o programa, fala Marlova Jovchelovicch, coordenadora de ciências humanas e sociais da Unesco no Brasil.
Em Cravinhos, no interior de São Paulo, a ONG Sara nasceu com o objetivo de combater a exploração do trabalho infantil. A região é produtora de cana de açúcar. Muitas crianças abandonavam a escola para pegar na enxada. Hoje essa história já mudou.
O Criesp é uma parceria entre a Rede Globo e a Unesco, que é uma agência da ONU - Organização das Nações Unidas - para a educação, a ciência e a cultura. A TV Globo cuida daquilo que ela sabe fazer como ninguém, que são todas as ações de comunicação, o show, o artístico e a Unesco se encarrega de todas as ações voltadas para a parte técnica e programática ao apoio aos projetos sociais e isso inclui a seleção dos projetos, todos os critérios e a montagem de um processo seletivo que seja público e com o máximo de transparência possível, completa a coordenadora.
A campanha também apoia, há 26 anos, a Pastoral da Criança. Criada pela doutora Zilda Arns, mobiliza voluntários e atende milhares de crianças e suas famílias. Além da Pastoral da Criança nós mantemos quatro espaços Criança Esperança em São Paulo, Rio de Janeiro, Belo Horizonte e Jaboatão dos Guararapes na Grande Recife, região metropolitana do Recife, explica Marlova. Os espaços Criança Esperança são projetos permanentes. Trabalham em parceria com as comunidades locais.
Morro do Cantagalo, Rio de Janeiro. Nele, há 10 anos foi criado o primeiro espaço Criança Esperança. Hoje, dois doadores da campanha, Tais e Wanderson, vão conhecer quem eles estão ajudando.
A minha família doa desde o início da campanha, eu via a minha mãe doando, a gente participava e há cinco anos eu faço a doação porque eu acho que se cada um fizer a sua parte, um pouquinho, é a história do Beija-Flor, né, se cada um fizer a sua parte a gente vai contribuir para um mundo melhor, fala a advogada Tais Ribeiro.
A partir de 2007 eu comecei a fazer essa contribuição, até porque eu tenho duas crianças em casa, que adoram um telefone - para ligar para o Criança Esperança, completa Wanderson Pereira, produtor de eventos.
Esse processo solidário dos doadores é tudo, aqui no espaço Criança Esperança nós temos algumas parcerias, mas o doador é que dá oportunidade a toda essa comunidade, as essas comunidades, essas crianças, esses 8588 cadastrados que nós temos aqui a terem uma oportunidade, a terem uma possibilidade de uma vida melhor, diz a coordenadora pedagógica Norma Reis.
Wanderson e Tais aconselham a doação. Quem nunca doou, doe, quem não conhece, venha conhecer, porque é uma coisa assim impressionante. As coisas acontecem mesmo, é verdade, as crianças gostam muito, as crianças têm acompanhamento com profissionais, é realmente um espetáculo, comenta o produtor de eventos.
Eu nunca tinha vindo, na verdade eu nunca tinha tido a curiosidade de conhecer algum lugar que fosse ajudado pelo Criança Esperança, eu acho que eu confiava que a coisa fosse feita até porque em todos os programas eles apresentam e eu achei maravilhoso acho que superou as minhas expectativas. Foi importante porque eu acho que aumentou a minha confiança em doar e eu vou continuar doando, sorri Tais.

Brasil priva 20 mil jovens da liberdade



30 de julho de 2011
Educação e Ciências | Gazeta do Povo | PR

Detenção tem sido a medida punitiva mais recorrente para menores infratores nos últimos dez anos. País interna 8,8 adolescentes a cada grupo de 10 mil

Na última década, o Brasil viu aumentar a uma taxa média anual de 10% o número de adolescentes infratores submetidos a medidas de privação e restrição de liberdade. O contingente saiu de 8.579 nesse período para 17.703, conforme estudo da Secretaria de Direitos Humanos da Presidência da República. Pelos números mais atuais, de novembro do ano passado, 12.041 estavam internados, 3.934 em internação provisória e 1.728 em medida de semiliberdade. Projetando a evolução média do último triênio, com avanço baixo e estável, o Brasil tem hoje 20 mil adolescentes recolhidos em educandários e delegacias especializadas.
Sistematizado pela Coordenação do Sistema Nacional de Atendimento Socioeducativo (Sinase), o levantamento evidencia a preferência pela privação de liberdade em relação a outras formas de punição do infrator. Em abordagem inédita, o estudo ainda permite analisar em que medida o país recorre à reclusão desses jovens e quais estados mais têm usado esse recurso. O país interna 8,8 adolescentes a cada grupo de 10 mil jovens menores de 18 anos. O Distrito Federal lidera o ranking (taxa de 29,6), seguido do Acre (19,7) e de São Paulo (17,8). Oitavo na lista, o Paraná interna 9,8 adolescentes a cada 10 mil.
Doze estados registraram aumento no número de adolescentes em educandários, enquanto 15 diminuíram. Parte da explicação está na crescente oferta de vagas, com abertura de 2 mil em 80 novas unidades socioeducativas nos últimos 8 anos. No decênio 1996-2006 houve uma forte evolução da privação e restrição de liberdade, havendo a partir daí uma estabilização gradativa da curva de ascensão. Desde então, a variação média anual foi de 1,7% no índice de internação, a medida mais dura estabelecida pelo Estatuto da Criança e do Adolescente (ECA). A medida de semiliberdade continua em alta, embora em proporção menor do que em anos anteriores.
Más condições
Coordenador do Laboratório de Análise da Violência da Universidade Estadual do Rio de Janeiro, o sociólogo Ignácio Cano não considera exagerado o número de jovens internados se comparado aos 496 mil adultos da população carcerária no país. Ele não arrisca dizer se o número é grande porque exigiria análise de todos os processos. Para ele, o mais grave são as condições de internação. O quadro geral no Brasil é bastante negativo , resume. Falta educação e ensino profissionalizante, mas há superlotação e maus-tratos. O tratamento nas unidades de socioeducação às vezes é mais duro do que para os adultos. O jovem sai pior do que entrou , diz Cano.
Doutora em Direito Penal e consultora do Unicef, Karina Sposato concorda que não dá para avaliar os números sem conhecer os processos, mas não acha prudente comparar adolescentes internados com adultos encarcerados por se tratar de sistemas diferentes. A comparação poderia reforçar o argumento da impunidade do adolescente, recorrente no debate público. A propósito, o senso comum vai contra o discurso há muito construído de que o Judiciário aplica em excesso as medidas restritivas de liberdade. Segundo ela, apesar dos 21 anos do ECA ainda existe uma cultura da institucionalização, de abrigar muitas vezes sem um bom argumento jurídico.
A privação de liberdade é escolhida para administrar situações que as outras medidas não dariam conta. Karina lembra haver uma vitimização prévia do adolescente, mas não dá para deixar de responsabilizá-lo pelos seus atos, para terem consciência de que serão punidos. Não que o jovem infrator não deva ser punido, pondera Karina, mas a privação de liberdade só caberia em condições excepcionais, para casos graves de violência e ameaça, como previsto no ECA. Fora dessas situações, o internamento é um equívoco, sentencia a advogada Ana Christina Brito Lopes, da Comissão da Criança e do Adolescente da seccional da Ordem dos Advogados do Brasil (OAB) no Paraná.
Há nisso um componente cultural, uma tendência de punir o adolescente muito mais do que o adulto, constata Ana Christina. São punidos sob o argumento de representarem um perigo à sociedade, ou sob a desculpa de protegê-los de si mesmo, pela vida que levam. Por melhor que pareça, o confinamento nunca é bom. Se até o pessoal do Big Brother reclama, com aquela mordomia toda, imagine um adolescente com toda a energia típica da idade confinado em condições precárias , compara. Daí a conclusão de que a cultura punitiva prevalece sobre a cultura socioeducativa mesmo com todo o aparato normativo existente.
De acordo com Ana Christina, sem um efetivo atendimento socioeducativo não há como falar em inimputabilidade, que é a responsabilização do adolescente em conflito com a lei, muitas vezes confundida com a penalização. Comparados os dois tratamentos, o jovem infrator será tão imputável quanto o adulto. Para a advogada, que também é mestre em Criminologia e coordenadora do Observatório de Violências Contra a Infância da Universidade Federal do Paraná, deve-se priorizar as peculiaridades de desenvolvimento desse adolescente.
Ana Christina propõe uma inversão da lógica acusatória: quantos deles foram vítimas antes de serem vitimizadores? Antes de puni-los não seria mais prudente dar-lhes condições de saúde, alimentação e educação? Não faria mais sentido oferecer o mínimo e, só então, responsabilizar quem transgride a lei? Mas há um abismo entre a lógica e a realidade. O perfil dos jovens privados de liberdade, diz Ana Christina, revela uma vida ausente de políticas básicas tanto na sua formação quanto no seu desenvolvimento físico saudável. O arremate: Como é que se vai aplicar a lei contra alguém que nunca teve a lei a seu favor?
Maioridade penal define julgamento
A maioridade penal é fixada em 18 anos pelo artigo 228 da Constituição. É a idade em que, diante da lei, um jovem passa a responder inteiramente por seus atos, como adulto. É a idade-limite para que alguém responda na Justiça de acordo com o Código Penal. Um menor é julgado pelo Estatuto da Criança e do Adolescente (ECA). Pela legislação brasileira, um jovem infrator não pode ficar mais de três anos internado em instituição de reeducação. É nesse ponto que reside a polêmica.
As penalidades previstas ao adolescente infrator são as socioeducativas. Crianças até 12 anos são inimputáveis, não podem ser julgadas ou punidas pelo Estado. De 12 a 17 anos, o infrator será levado a julgamento numa Vara da Infância e da Juventude e poderá receber punições como advertência, obrigação de reparar o dano, prestação de serviços à comunidade, liberdade assistida, inserção em regime de semiliberdade ou internação em unidade educacional. Não pode ser enviado ao sistema penitenciário.
A legislação brasileira entende que o menor de 18 anos não possui desenvolvimento mental completo para compreender o caráter ilícito de seus atos e, por isso, deve receber tratamento diferenciado daquele aplicado ao adulto. Considera-se o sistema biológico, levando em conta somente a idade do jovem, independentemente de sua capacidade psíquica. Nesse particular, a legislação penal brasileira difere de outros países.
Nos Estados Unidos e Inglaterra, por exemplo, não existe idade mínima para aplicação de penas, levando em conta a índole do criminoso, sem importar a idade, e sua consciência a respeito da gravidade do ato cometido. Em Portugal e na Argentina, o jovem atinge a maioridade penal aos 16 anos, idade que cai para 14 na Alemanha e 7 na Índia.
Projeto busca regular socioeducação
Mais adolescentes infratores em medidas socioeducativas de meio aberto do que em regime fechado. Maior corresponsabilidade da família, da comunidade e do Estado na recuperação desses jovens. Estas são propostas do Projeto de Lei que tramita no Senado criando o Sistema Nacional de Atendimento Socioeducativo (Sinase). A iniciativa busca estabelecer um marco regulatório no país, organizando os princípios de natureza política, administrativa e pedagógica para o adequado funcionamento dos programas socioeducativos de atendimento ao adolescente em conflito com a lei.
O Sinase permite harmonizar e unificar procedimentos, evitando que cada estado adote uma política desvinculada das diretrizes nacionais. Merece destaque a prioridade dada às medidas em meio aberto, em detrimento das restritivas de liberdade, a serem usadas em caráter excepcional, além das regras para a construção dos centros de internação e a qualificação das equipes de atendimento.
O projeto enfatiza a articulação de políticas intersetoriais e a constituição de redes de apoio para garantir o direito à convivência familiar e comunitária do adolescente autor de ato infracional.
A secretaria está elaborando ainda uma proposta de regularização da profissão do socioeducador, com curso de formação a ser desenvolvido pelo Ministério da Educação com apoio de instituições de ensino superior.