27 de julho de 2011

Jugar en primera: Ciencia sin Fronteras





Jugar en primera

Nora Bär

Miércoles 27 de julio de 2011 | Publicado en edición impresa
Mientras en la Argentina el tema del día es la modificación del torneo oficial de fútbol, en Brasil la presidenta Dilma Rousseff anunció ayer un programa con el que planea asegurar para su país un lugar en la primera A... pero de la ciencia y la economía mundiales.
Según la agencia AP, durante el lanzamiento del programa Ciencia sin Fronteras, el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante, anunció un plan para el asombro: los estudiantes brasileños tendrán a su disposición en los próximos tres años ¡100.000 becas de posgrado! para formarse como científicos en las mejores universidades y que le costarán al país ¡dos mil millones de dólares!
La estrategia, enfocada en las áreas de salud, ciencias exactas, ingenierías y tecnología, intenta poner al país vecino en condiciones de competir en innovación para apuntalar el lugar sin precedente que ocupa su economía, la décima del planeta. El gobierno financiará 75.000 de las becas y las restantes 25.000 las aportará el sector privado.
No es la primera vez que se conocen programas masivos de perfeccionamiento en el extranjero. Corea ya lo hizo en los años noventa y, según explica el doctor Mario Albornoz, investigador del Conicet, si bien la escala de este emprendimiento impresiona, el empeño de Brasil en la formación de recursos humanos no es nuevo.
"Mantiene la política de crear universidades y de enviar a miles de estudiantes a doctorarse a universidades del primer mundo desde los años sesenta -cuenta-. Es algo así como tirar con perdigones: si la mitad vuelve... Es necesario para abastecer el desarrollo industrial sostenido que impulsan. Y lo más probable es que no les alcance."
Si bien la ciencia local no cuenta con programas masivos de posgrados en el exterior, en los últimos años el Conicet ofrece un sustancial número de becas de doctorado en el país y a través de los programas de cooperación internacional que están permitiendo aumentar el número de graduados.
"Es importante que esos doctores tengan trabajo, tanto en el Conicet como en la actividad privada o estatal -dice Albornoz-. Hay que estimular al sector privado, porque si no, surgirán problemas."
En este mundo en el que Brasil se propone formar decenas de miles de científicos en un lustro y China, decenas de millones hasta 2020, si no sostenemos el esfuerzo, nos vamos al descenso...

Nenhum comentário:

Postar um comentário