De acuerdo con Richard Heeks1, en 1998 menos de uno de cada 100 habitantes estaba conectado a internet y 2 de cada 100 habitantes era suscriptor de telefonía móvil en los países en desarrollo. Datos recientes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones indican que actualmente 31 de cada 100 habitantes de países en desarrollo están conectados a internet y que la tasa actual de penetración de telefonía celular en dichos países alcanza el 128%2.
¿Se ha traducido la explosión de la adopción de telefonía celular y el crecimiento de los usuarios de internet en avances significativos para la consecución de objetivos de desarrollo en América Latina? ¿Las barreras para el desarrollo se han debilitado o desaparecido en la región a propósito del acceso y uso de las TIC?
Panorama general de los últimos diez años
Las primeras iniciativas de conexión a internet con propósitos de desarrollo surgieron a inicios de los 80, como parte de esfuerzos de grupos progresistas, incluyendo académicos y universidades, por ampliar las posibilidades de comunicación y acción de la sociedad civilen la región. Si bien en esa época ya existían casos de uso comercial y público del internet, son esas iniciativas las que dan cuenta de los orígenes del uso de redes de computadoras para el cambio social y el desarrollo, a través del empoderamiento de las redes y grupos de sociedad civil a través del uso de las TIC.
No se trata de un hecho menor. No es casual que, en medio de un mundo militarizado, hayan sido grupos comprometidos por la paz, los derechos humanos y el medio ambiente, quienes promovieron avances para conectar mediante comunicaciones electrónicas a movimientos sociales, académicos, grupos de activistas y organizaciones de sociedad civil. La forma en la que la sociedad civil y la academia empezó a conectarse con las 'nuevas' tecnologías en la región sentó, como un imperativo, la necesidad de ponerlas en función de objetivos de desarrollo.
El período de 1995 a 1996 marca el inicio de la oferta de internet y telefonía móvil a gran escala en la región. Con ello, se inauguró la necesidad de que los Estados respondan, con medidas de política pública, a la expansión del acceso y uso de las TIC, en la perspectiva de insertarse en la sociedad de la información y dar respuestas efectivas a la brecha digital.
Sin embargo, es apenas en julio de 2000 cuando los gobiernos de la región, convocados por la CEPAL y el Gobierno de Brasil, aprobaron la Declaración de Florianópolis,que tenía como propósito orientar el uso de las TIC para el desarrollo. No es aventurado plantear que, del lado gubernamental, esa declaración marcó el comienzo de un proceso a nivel de los países de la región de formulación de estrategias y políticas orientadas a capitalizar el potencial de las TIC para el crecimiento económico y el desarrollo social. La declaración recogía “la aspiración compartida de los países de América Latina y el Caribe de llegar al año 2005 integrados como miembros plenos de la sociedad de la información con eficiencia, equidad, sostenibilidad, en el marco de la economía global basada en el conocimiento”.3
“Como parte del proceso internacional de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, que se realizó en dos etapas (Ginebra en 2003 y Túnez en 2005), las autoridades de los países de América Latina y el Caribe intensificaron sus esfuerzos para crear una perspectiva regional sobre el desarrollo de sociedades de la información. En diversas reuniones celebradas entre 2001 y 2003 por la red regional del Grupo de Tareas sobre las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) de las Naciones Unidas, se destacó la importancia de la colaboración entre las partes interesadas para hacer frente a este desafío. Asimismo, en la Agenda de Conectividad para las Américas y en el Plan de Acción de Quito de 2002 se insistió en la necesidad de formular programas de acción y estrategias nacionales realistas”.4
Dicho compromiso y diálogo político de los gobiernos se tradujo, en mayor medida, en la Declaración de Bávaro (2003)5, que establece los principios fundamentales para la construcción de las sociedades de la información y el conocimiento en la región y que dio pie, en el 2005, a la formulación del Plan de Acción de la Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe, eLAC.6 El primer plan de acción para la región propuso metas concretas para el 2007 a partir del compromiso de los países7de adoptar un conjunto de políticas públicas a niveles nacionales y medidas coordinadas en la región encaminadas a acelerar y fortalecer la construcción de las sociedades de la información. En ese sentido, el eLAC apuntó a ofrecer orientación estratégica y principios rectores para el desarrollo de políticas públicas de TIC en la región en áreas como el acceso y la inclusión digital, la creación de capacidades y conocimientos, la transparencia y la eficiencia pública, los instrumentos para fortalecer la coordinación de las políticas de desarrollo digital, y las acciones que fortalezcan un entorno habilitador para el desarrollo digital.
Si bien hay avances tangibles y visibles en la mayoría de países, el desarrollo de internet y de las políticas de TIC en la región es desigual y queda mucho por hacer en materia de cooperación regional que permita la implementación de proyectos y la adopción de regulación armonizada, más allá de los acuerdos políticos.
Diversos actores de sociedad civil de LAC se vincularon de manera bastante activa y sustantiva a la CMSI en la perspectiva de contribuir a forjar un entendimiento sobre los impactos sociales, culturales, económicos y políticos del uso de las TIC, particularmente del internet, y aportar con enfoques y soluciones para el desarrollo de sociedades de la información democráticas, inclusivas y equitativas. Los actores de sociedad civil de la región contribuyeron a colocar sobre la mesa de discusión cuestiones relativas al derecho a la comunicación (retomando y resignificando los debates y propuestas del Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación8), a la convergencia de las industrias de la información y la comunicación, a la profundización de las brechas estructurales incluyendo la brecha digital, a la gobernanza de internet y a los marcos regulatorios y políticos. Su visión y propuestas están recogidas en la declaración de sociedad civil “Construir sociedades de la información que atiendan a las necesidades humanas”.9 Esa vinculación se hizo extensiva al proceso regional eLAC. La sociedad civil fue instrumental para asegurar la participación de actores no gubernamentales (incluyendo el sector privado y la comunidad técnica) en el mecanismo de coordinación del eLAC. Actualmente, la sociedad civil, la comunidad técnica y el sector privado tiene roles formales de observadores en el eLAC.
En la opinión de Carlos Afonso, director del Instituto NUPEF y miembro del Comité Gestor de Internet de Brasil, la CMSI fue un punto de quiebre en la región en términos del avance de la agenda política regional de TIC, particularmente de internet. “Antes de la CMSI, no se hablaba de gobernanza de internet”, indica Afonso. Y enfatiza que la sociedad civil y la academia de la región jugaron un rol importante para la adopción de un concepto más abarcativo e integral de la gobernanza de internet10 y para la creación del Foro de Gobernanza de Internet (FGI).11Ello es importante debido a que, por aproximadamente una década, los países de la región estuvieron primordialmente enfocados en definir medidas y políticas que permitieran, por un lado, fortalecer su propio sector de TIC y, por otro lado, avanzar en la consecución de objetivos de desarrollo mediante la aplicación directa de TIC en áreas prioritarias. La evolución, el desarrollo, la gobernanza y el futuro del internet no hacían parte sustancial de la agenda regional. En los últimos cinco años, la región ha madurado significativamente en la estructuración de la reflexión, el análisis y la práctica en materia de gobernanza de internet, así como en el nivel de participación en foros y espacios globales de política pública de internet. La emergencia de espacios de discusión y formación sobre gobernanza de internet en la región amplió el espectro de las políticas de TIC.
No obstante, el interrogante sobre los efectos de la relación TIC y desarrollo sigue vigente.
Los temas clave en sus inicios: lo conceptual, la política y la práctica (análisis del surgimiento de las agendas temáticas de TIC para el desarrollo en LAC)
El surgimiento de agendas temáticas de TIC para el desarrollo en la región se produjo, básicamente, como una respuesta a los diversos acuerdos políticos de los gobiernos efectuados a partir del año 2000. Dichas agendas emergieron de manera aislada y no responden, en la mayoría de los casos, a una visión integral y a decisiones de políticas públicas de largo plazo en las esferas nacionales12. Emergieron como proyectos o intervenciones puntuales en materia de despliegue de infraestructura de TIC, de mejoramiento de la educación y la salud, de modernización de la gestión y administración del Estado, de apoyo al desarrollo agrícola, de impulso de la productividad, entre otras.
A ello se han sumado los esfuerzos desplegados por organizaciones no gubernamentales para implementar proyectos de TIC con el fin de atender diversos problemas de desarrollo, incluyendo la provisión de acceso público a internet. En muchos casos, los proyectos e iniciativas gubernamentales y no gubernamentales, arrancaron con la ayuda financiera de agencias de desarrollo y cooperación de Europa y Norteamérica.
Los países de la región no han seguido un solo modelo de acceso, uso y apropiación de TIC. Sin embargo, se puede afirmar que han primado dos enfoques conceptuales y prácticos para aprovechar el potencial de las TIC con fines de crecimiento social y económico: i) el fortalecimiento del sector de TIC (con base en la producción de bienes y servicios de TIC) y ii) la aplicación de TIC en áreas específicas de desarrollo. Si bien a niveles conceptuales no está del todo resuelto el dilema de la conveniencia de privilegiar uno u otro enfoque (desarrollo de las TIC o desarrollo con las TIC), en la práctica, los énfasis y matices han sido distintos en cada país. Varios han optado por combinar los dos enfoques en el entendido de que el acceso, uso y apropiación de las TIC se da en el marco estructural de las sociedades latinoamericanas y responde a las dinámicas económicas, sociales, culturales y políticas de las mismas. Del enfoque adoptado se ha desprendido la lógica de formulación de opciones de políticas públicas.
Esas lógicas de decisión en torno a las políticas de TIC tampoco han sido constantes en los países de la región. Han respondido a las visiones e intereses de los decisores de política pública de turno, a la configuración de la correlación de fuerza, a la existencia o no de evidencia sobre el problema público, entre otros factores. “La falta de transparencia y de voluntad política, la inercia burocrática, los bajos niveles de comprensión y de interés en asuntos de políticas, junto con contra-argumentos promovidos por intereses que tienen en mente sus agendas propias [...]”13 han complejizado aún más el quehacer de la política pública de TIC para el desarrollo en los países de la región.
La CEPAL, en varios de sus múltiples estudios sobre el desarrollo de la sociedad de la información en la región, sostiene que el paradigma tecnológico predominante ha sido exógeno, se ha traducido en un desarrollo lento e irregular desde el centro hacia la periferia, extendiendo las brechas estructurales existentes hacia la esfera digital.
El análisis dela experiencia concreta de los países de la región en cuanto a la aplicación de TIC en áreas específicas de desarrollo, puede dar luces para determinar si en los países de la región ha primado una actitud pasiva o una que “estimule la acumulación de nuevas capacidades tecnológicas y organizacionales y tenga cierto éxito en el aprovechamiento de las TIC con objetivos de desarrollo”.14
1 Heeks, R. 2010. Development 2.0: Transformative ICT-Enabled Development Models and Impacts. University of Manchester, Centre for Development Informatics. Short paper nº 11. http://www.sed.manchester.ac.uk/idpm/research/publications/wp/di/#sp
2 ITU. The World in 2013. ICT facts and figures. http://www.itu.int/net/pressoffice/press_releases/2013/05.aspx#.UTk...
3 Declaración de Florianópolis http://www.eclac.org/publicaciones/xml/2/4312/florianopolis.htm
4 CEPAL, La sociedad de la información en América Latina y el Caribe: Desarrollo de las tecnogías y tecnogías para el desarrollo, febrero de 2008, p.4.
10 El Grupo de Trabajo sobre la Gobernanza de Internet, creado por el Secretario General de las Naciones Unidas en diciembre de 2003 amparado en el mandato de la primera fase de la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información (CMSI), acordó la siguiente definición de trabajo: “La gobernanza de Internet es el desarrollo y la aplicación por los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil, en las funciones que les competen respectivamente, de principios, normas, reglas, procedimientos de adopción de decisiones y programas comunes que configuran la evolución y la utilización de Internet.” El Grupo de Trabajo enfatiza en que la gobernanza de internet no está únicamente relacionada con el manejo de los nombres, direcciones y números de internet sino que involucra otros recursos críticos de internet y cuestiones de desarrollo atenientes a la utilización de internet, como el acceso, entre otras. http://www.wgig.org/WGIG-Report.html
12 La confección de agendas digitales para encuadrar las politicas y programas sobre la sociedad de la información en los países latinoamericanos es muy reciente y está en pleno proceso de desarrollo y ejecución en América Latina y El Caribe. Son 10 los países de la región que cuentan con agendas digitales en el orden nacional: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay. Los países del Caribe de habla inglesa crearon un sistema conjunto de “Monitoreo de la sociedad de la información en el Caribe” que marca planes y acciones. La primera agenda digital fue puesta en marcha por Chile en 2007, pero en general el resto de los países comenzaron a implementar su agenda digital entre el 2010 y el 2011.
13 Bruce Girard y Estela Acosta y Lara, editores. Impacto 2.0. Nuevos mecanismos para vincular investigación académica y políticas públicas, Fundación Comunica, Montevideo, 2012, p.3.
14 Mansell, Robin. Information and communication technologies for development: assesing the potential and the risk, Telecommunications policy, 1999, p.14.
Fuente: 25 años de la Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe es un proyecto de laFundación Comunica con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo(IDRC). A menos que se indique lo contrario, todo el material en el área pública de este sitio web está disponible bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-NoDerivs 3.0.
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