2 de outubro de 2015

Educación: desafíos de la formación docente

El aprendizaje de los maestros fue eje del debate en el Foro de Calidad Educativa

LA NACION
VIERNES 02 DE OCTUBRE DE 2015
131
Los intentos de afrontar la crisis educativa que afecta a la región viven una tensión entre la búsqueda de productividad en términos industriales y la de una mejor calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje. Tensión que se dejó ver ayer en uno de los debates del VII Foro de Calidad Educativa, organizado por Educar 2050.
"Una de las tendencias actuales es el surgimiento de políticas que buscan mejorar la productividad docente sin saber bien cómo medirla. Se habla de evaluar a los docentes, pero no se sabe qué evaluar", señaló el sociólogo Emilio Tenti Fanfani durante una mesa de diálogo que compartió con Gregory Elaqua en el salón de actos de la Facultad de Derecho de la UBA. "La palabra clave no es evaluación docente, sino la formación docente -agregó-. Necesitamos producir una profunda reforma intelectual y moral en el proceso de formación.
Evaluación y formación no son, para el presidente de Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé, factores contrapuestos. "Es cierto que no hay que poner el foco sólo en la evaluación, pero no son opuestos. Además, la formación docente, como la del alumno, también debe ser evaluada", estimó.
El foro incluyó una mesa de debate a la que asistieron los máximos referentes en el área educativa de los principales candidatos presidenciales.
Para Tenti Fanfani, el debate en torno a la capacitación docente en la Argentina ronda dos paradigmas en tensión: uno que considera al maestro como un tecnócrata y otro que lo cataloga como tecnocrítico.
Según explicó el especialista, el primer paradigma se refiere a la lógica comercial. Es decir, concibe a los alumnos como insumos, a las prácticas pedagógicas como procesos productivos y al aprendizaje como producto. "Es decir, se transfiere al mundo educativo la misma lógica del ámbito industrial", afirmó. Y agregó que este pensamiento define al maestro y a la escuela como la oferta, y a los alumnos y sus familias como la demanda. Para el experto, no es así porque "el estudiante y su familia coproducen la educación. Uno no la compra, sino que contribuye a ella".
El segundo paradigma, el preferido por el investigador, es el que considera a la educación como una práctica que no genera un producto. "El trabajo docente se parece más al de un artista ejecutante que al de un productor de zapatos o de camisas. ¿Quién puede medir la curiosidad, pasión, entusiasmo que puede producir una buena clase?", reflexionó.
El riesgo de poner en el centro de forma exclusiva a las distintas técnicas y estrategias de evaluación es, para Tenti Fanfani, "el de llegar a situaciones absurdas como la de México". Recordó que allí, recientemente, se tomaron pruebas a los docentes para cubrir cargos en el nivel primario y la mitad de los que se presentaron no aprobaron y fueron considerados inadecuados. "¿Qué hizo el Estado? Contrató a otros. ¿Cómo es posible que el mismo Estado que los formó después los reprueba y deja sin trabajo? ¿Los formamos imperfectos para perfeccionarlos después?".
Y agregó: "Todos sabemos que hay docentes que son excelentes, otros que son buenos y otros que son malos. Pero darles calificaciones es lamentable. De esa forma reforzamos la desigualdad. Es como con los pobres. No es lo mismo que haya pobres a que les demos un certificado de pobreza".
Al respecto, otro de los panelistas, Gregory Elacqua, economista de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ex director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales en Chile, no coincidió: "Si un profesor tiene un título de una institución educativa, pública o privada, no debería tener garantizado un cupo. Un profesor sin la formación suficiente puede generar un daño tremendo".
Tenti Fanfani, en diálogo con LA NACION, insistió en el riesgo de que se use la evaluación docente como un mecanismo de control y distribución de "premios y castigos según el rendimiento de los alumnos". Rechazó la lógica que "supone también el uso de soluciones científicas para resolver problemas estandarizados".

Creatividad en el aula

El rol docente también fue clave en otro de los paneles, en el que tres expertos se refirieron a las "Deudas del pasado y desafíos del futuro".
Para María Teresa Lugo, coordinadora de proyectos sobre tecnologías de la información y comunicación (TIC) y Educación desde la Unesco, la formación docente en el campo del "uso creativo" de las nuevas tecnologías es uno de los "cuellos de botella" del sistema.
Si se atiende a este vacío en la formación se podrá reducir "la brecha generacional" existente hoy entre maestros y alumnos. "No es lo mismo tener un dispositivo [una PC o un smartphone] en las clases que hacer un uso creativo de él", dijo.
Lugo advirtió sobre el riesgo de "transformar las aulas en cementerios de archivos PDF" si no se hace una buena selección de los contenidos digitales que se enseñan en los colegios.
Según Álvarez Trongé, lo más importante para alcanzar la tan ansiada calidad educativa es la "unión". Recordó: "En 1983 los argentinos decidimos unirnos por la democracia; ahora tenemos el desafío de unirnos por la educación".
Las ponencias que dieron los oradores en el foro pueden verse en el portal de Educar 2050 (http:/educar2050.org.ar/).

Miradas sobre las problemáticas

Emilio Tenti Fanfani
Sociólogo
"El trabajo docente se parece más al de un artista ejecutante que al de un productor de zapatos"
Gregory Elacqua
Economista
"Un profesor sin la formación suficiente puede generar un daño tremendo"
Manuel Álvarez Trongé
Abogado
"La formación docente, como?la del alumno, también debe ser evaluada"

Nenhum comentário:

Postar um comentário