Una frase atribuida a Napoleón afirma que "no puede haber una gran nación sin grandes matemáticos". Después de leer un trabajo recientemente publicado en la revista Plos One (doi:10.1371/journal.pone.0066239) y firmado por investigadores del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad Simón Bolívar, de Venezuela, podría agregarse que no sólo necesita matemáticos, sino también físicos, químicos, biólogos...
El trabajo, que analizó la correlación existente entre datos del Banco Mundial sobre crecimiento del producto bruto interno per cápita y publicaciones científicas de países de ingresos medios, concluye que la productividad en ciencia básica (el número de trabajos publicados, particularmente en las áreas de física, química y ciencia de los materiales) anticipa mejor el crecimiento económico que muchos otros índices en uso en la actualidad.
Es más: como destaca en un comentario del trabajo SciDev.Net, el grupo encabezado por Klaus Jaffe también descubrió que la productividad científica de un país es mejor predictor del índice de desarrollo humano (una medida compuesta por la expectativa de vida, los niveles educativos y el ingreso que se usa en los rankings de desarrollo de los países) que otras mediciones, como la competitividad.
Subrayar que la ciencia tiene un papel cultural y social irreemplazable como promotora de la tolerancia, el pensamiento crítico y el razonamiento lógico basado en evidencias objetivas sería un lugar común. Este interesante aporte revela que, aunque no se puede demostrar que lo desencadene, sí parece claro que también es fundamental para mantener y sostener el desarrollo económico a largo plazo. Casi nada...
La Nación, 14/8/2013
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