Se trata de una historia verdadera, de fines de los años '90, revivida y llevada a la escena pública a partir del audio de una cinta encontrada dentro de un contestador automático, por una persona que lo compró en el Mercado de Pulgas. La grabación inspiró un divertido cortometraje entre María Teresa y Enrique, que causó sensación en las redes sociales.
Y su rápida réplica por los medios de comunicación hizo que anoche aparecieran sus verdaderos protagonistas, que no salen del asombro por la difusión de aquella situación, plasmada en una cinta de casette y desechada al desprenderse del aparato hace ya muchos años.
Titulado "Ni una sola palabra de amor", el corto fue dirigido por Javier "El Niño" Rodríguez durante 2011 pero a principios de mes se viralizó en Internet y ya fue visto por más de 270 mil personas. Tiene una duración de 8 minutos y fue un trabajo en equipo.
Gracias a una cadena compuesta por varias personas, la historia es furor. Santiago Barrios fue quien encontró la cinta en el tradicional mercado de cosas usadas; Mariano Germán Flores, el encargado de editar el material y subirlo a Internet. También Matías Kirschenbaum, quien difundió el link de la grabación. Luego, vino la propuesta de "El Niño" Rodríguez de realizar el cortometraje y Andrea Carballo encarnó al personaje principal, María Teresa.
Con las voces originales de sus protagonistas, el video muestra la ansiedad, bronca, reclamos y amor de María Teresa, a partir de los consecutivos mensajes que le dejaba grabados en el contestador de su pareja, Enrique, quien después de 10 llamados, a lo largo de todo un día, responde, con desgano y sin pronunciar "ni una sola palabra de amor".
El famoso clip tuvo el reconocimiento del director cinematográfico Juan José Campanella, quien disfrutó del proyecto y le envió un mensaje a los creadores, a través de su cuenta oficial de Twitter: "Qué placer da poder difundir una joya. Qué buena idea, qué bien dirigido, qué buena actriz", escribió.
Pero él éxito no fue sólo en Internet. El corto cosechó premios en festivales de cine de España, Italia, Bélgica, Alemania, México, Brasil y Colombia.
"Esto sucedió hace unos años cuando Santiago Barrios se compró un contestador en el Mercado de Pulgas y encontró estas grabaciones. Los chicos lo subieron a Internet y nos volvimos locos y empezamos a hacer chistes con María Teresa", recordó la actriz Andrea Carballo, desde Barcelona, en diálogo con Clarin.
Para construir el personaje de la mujer de la historia, Carballo tuvo que dedicarle horas a escuchar el pausar de la voz, detrás de esa grabación: "Primero estudié el texto como un monólogo y después me pasé una semana con los auriculares escuchando a María Teresa. Fue un trabajo de detalle y de aprender a respirar como ella al dejar los mensajes en el contestador", reveló.
En cuanto a qué le atrajo del personaje, contó: "Me fascinó. La historia tiene una potencia increíble y lo que ella dice es genial. Cada frase tiene un tono distinto, son magistrales. Y sus mensajes, muy largos, denotan los códigos de esa pareja. Con las cosas que dice, no sabés si reír o llorar", agregó.
Las palabras de sus verdaderos protagonistas
"Lo vi en la tele y no le di bolilla porque no le presto mucha atención a YouTube y no pierdo tiempo en eso. Además, no me llamaría la atención un video así. Al principio lo noté como una persona que llama por teléfono e insiste para comunicarse con el otro. Y en realidad fue eso, una serie de llamados míos durante el día", contó María Teresa en diálogo con Clarín Y TN.
"Al principio no le reconocí la voz; pero sí dije 'qué casualidad, un Enrique y una María Teresa'. Después de verlo dos o tres veces en varios canales de televisión me pareció que era mi voz y llamo a Enri, y le digo 'Che, me parece que somos nosotros'. Como veía la cara de la chica, no me daba cuenta que era yo, hasta que me llamó mi hermano en ese ínterin y confirmé que éramos nosotros", agregó.
Consultada acerca de los diez llamados sucesivos, detalló: "Es la historia de un matrimonio de 30 años y los diez mensajes fueron un punto, un episodio. Detrás de eso hay una historia que supera a la ficción pero que es interesante de analizar para ver cómo se sigue después de un distanciamiento así".
"Uno piensa que era un drama amoroso pero había otras connotaciones, problemas financieros...", recordó y evaluó: "Todavía es más interesante para las mujeres porque debemos ser muchas las que estamos en esas situaciones. Yo le había dado un raje violento pero necesitaba que volviera. Yo siempre digo que si viene Campanella y me pregunta sobre la historia, hacemos una película ya".
"Mi marido se acordó que fue en el año 98, cuando él estaba en la casa de un amigo en Olivos. El teléfono era de ahí y en ese tiempo uno no le daba importancia al casetito. No sé qué hicieron con el departamento", completó.
La mujer halagó la filmación. "Me encantó y nos reímos mucho con Enrique. Vimos que el corto tenía premios, que el director lo hizo muy bien y el rol de la chica también está muy bien logrado. Ella no es parecida a mí en la personalidad porque yo tengo una bastante más fuerte de la que se ve. Pero está muy bien ella, lo logró", resumió.
Enrique, por su parte, destacó el gran amor que se tienen, pese a todas la vicisitudes y las tres décadas que llevan unidos: "Estamos pendientes el uno del otro y más a esta edad que empiezan a aparecer las falencias. En definitiva, nos tenemos el uno al otro", ponderó.
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