25 de novembro de 2011

No cede la violencia contra chicos


Viernes 25 de noviembre de 2011 | Publicado en edición impresa
 La Nación

Menores en peligro / Agresiones que se repiten 
en escuelas y hogares

Una alumna de 13 años fue agredida por una compañera, otra filmó la escena y subió el video a YouTube





Nadie puede detener la ola de violencia contra menores que comenzó hace diez días con el asesinato de Tomás Dameno Santillán en Lincoln.
La sucesión de hechos en los que los chicos fueron víctimas durante los últimos días siguió con el homicidio de Gastón Bustamante, en Miramar, y el asesinato de Claudia Molina, de 16 años, en un episodio que comenzó como una pelea en Facebook y terminó con la adolescente apuñalada.
Lejos de detenerse, la ola de violencia creció en las últimas horas. Esa violencia se instaló en los hogares y quedó expuesta con hechos de violencia familiar, como el asesinato a hachazos de una niña de 6 años ocurrido en la ciudad de Villa Regina, en Río Negro. Por este hecho, en el que resultaron heridos la madre de la víctima y su hermano, de 7 meses, fueron apresados el padre de la niña y un primo.
Las escuelas también fueron territorio de la violencia. El lunes pasado una chica de 13 años fue agredida por una compañera, de 14. Otra alumna del mismo colegio, situado en Gerli, grabó la agresión con una cámara y subió el video a YouTube.
Al día siguiente, en una escuela de Ensenada, un alumno amenazó con un cuchillo al director, en una tensa situación que se prolongó por más de tres horas.
Ambos hechos ocurrieron a po­cos días de otro incidente registra­do en un colegio primario de San Justo, en el partido de La Matanza, en el que un chico sufrió una herida leve al dispararse una pistola que un compañero había llevado a clase; también en Rosario, al día siguiente, un chico causó conmoción al apare­cer en la escuela con un arma de fuego.
La violencia también se instaló en los partidos de fútbol infantiles. En Rosario, el director técnico de un equipo de niños baleó a un espectador porque lo había insultado.
Con respecto al episodio ocurrido en el colegio de Gerli, fuentes policiales indicaron que el hecho se produjo en la Escuela Media N° 7, cuando una niña de 13 años fue perseguida, atacada y arrojada al piso por otra alumna, de 14, ante la mirada de una compañera que con un teléfono celular filmaba toda la escena. Al parecer, la chica agredida había sido amenazada a través de Facebook, y las advertencias se concretaron en las escaleras del colegio.

AMENAZAS EN LA ESCUELA

El martes por la mañana, un chico de 15 años llegó a la Escuela Secundaria Básica N° 9, de Ensenada, afectado por un "desborde emocional", según explicó Nelson Herre­ra, coordinador de los inspectores de la Región I de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense.
Comenzó a desafiar al profesor durante la clase; cuan­do el director intervino, "advirtió que el chico estaba bajo el efecto del alcohol o algún psicofármaco", por lo que llamó a una ambulancia y a equipos de contención de las carteras de Educación, Salud y Desarrollo Social, dijo Herrera.
Pero no sólo el chico no se calmó, sino que otros cuatro alumnos lo apoyaron y comen­za­ron también a increpar a las auto­ridades, según el relato del ins­pector. Tal vez fue por la presencia po­li­cial fuera de la escuela, reque­rida por los responsables de la ambulancia. Lo cierto es que el chico fue a la cocina del colegio, tomó un cuchillo y amenazó al director.
La situación se calmó después de más de tres horas. El chico volvió a su casa, solo, sin que nadie pudiera ubicar a su padre, un ex presidiario. Al cierre de esta edición el hombre no había sido contactado, pero un juez de familia había tomado intervención y dictamina­do que el chico sea asistido.
Ante este panorama, el psicopedagogo Alejandro Cas­tro Santander, titular del Ob­ser­vatorio de Convivencia Escolar de la Universidad Católica Argen­tina y miembro del Observatorio Internacional de Violencia Es­co­lar de la Universidad de Bor­deaux, Francia, afirmó: "Decir que la es­cuela es violenta porque la socie­dad es vio­lenta es una actitud de victimiza­ción de la que hay que salir". La escuela debe intentar transformar esa realidad que no le gusta", dijo a La Nacion el especialista, oriundo de Mendoza.
Con la colaboración de Sebastián Lalaurette .

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