3 de agosto de 2011

Marcelo Cabrol cita fallos en la educación de RD






POR NATALÍ FAXAS/NFAXAS@ELCARIBE.COM.DO   
1 DE JUL 2011


La República Dominicana presenta enormes retos y fallos en el ámbito educativo. Esta situación es similar en otros países de Latinoamérica y la razón  radica, en gran medida, en que el sistema educativo de la región no ha podido adecuarse a los cambios y retos que implica la llegada del siglo XXI, según plantea Marcelo Cabrol, jefe de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Uno de los obstáculos que enfrenta en la actualidad la educación es la formación de maestros y maestras, considera Cabrol. Reconoce, no obstante, que no se trata de falta de preparación, sino más bien de implementar los conocimientos de manera efectiva. Cuando “uno saca al profesor del aula, lo lleva a la universidad y le da más títulos y más diplomas, no necesariamente logra una mejora educativa” manifestó el experto, en una entrevista realizada por Osvaldo Santana, director de Multimedios del Caribe, y Manuel A. Quiroz, director de El Caribe.

“Cuando más papeles tienen (los profesores), más salario comparativamente logran, y ese aumento salarial no tiene que ver con ser más efectivo en el salón de clases”, manifiesta el especialista.

En el país, el BID ha implementado su política educativa en apoyar y dar salida a dos grandes problemas: la sobrepoblación de estudiantes que asisten a un aula, y cómo mejorar  la lecto-escritura y las matemáticas de los más pequeños, que han demostrado enormes precariedades en esas materias.

En ese sentido, se plantea “descomprimir la oferta educativa y mejorar la de aquellos que no tienen más opción que ir a un liceo nocturno para continuar sus estudios”.

Asimismo, indica la necesidad de proveer infraestructuras adecuadas, dedicadas a la educación. “Es muy importante que estos jóvenes tengan acceso a edificios e insumos en calidad”.

Infraestructuras. Pero la calidad va mucho más allá de la inversión inteligente en infraestructuras, plantea Cabrol.  Según dice, la República Dominicana, al igual que otros países de Latinoamérica,  ha sido esclava de su propio éxito, pues cuando más personas entran al sistema educativo más responsabilidad tiene el Estado de dar un lugar y de enseñar bien. “Dar un lugar es costoso, enseñarles bien es una cuestión difícil”.

Una salida a la problemática educativa en el país es la creación de tandas de horarios extendidos para los niños, indicó  y dijo que esto, sin dudas, implica más inversión en infraestructura, en manutención y salarios.

Los retos. La educación en la actualidad clama por la integración de todos “de la familia, de la sociedad, pero también de la escuela”.

De igual manera, el siglo XXI clama por  la atención y enseñanza de otras capacidades. Se trata de un cúmulo de conocimientos que, según lo define el especialista, son  “habilidades del siglo XXI” o habilidades socio-emocionales.

Estas capacidades se manifiestan en la destreza que tiene el individuo de trabajar en equipo y de manejar la información, el estrés y las situaciones de cambio. “Habilidades que le permiten al chico salir al mercado laboral o a estudios laborales y ser exitoso en el siglo XXI”.

Otro aspecto importante, es el manejo de información. En un mundo donde el conocimiento está a la distancia de un “enter”, muchos  jóvenes no saben discernir entre qué es información útil y qué no. Y ese es otro tema a tratar, dentro de educación. “El próximo paso del uso de la tecnología, es ayudar a manejar esa información y utilizarla efectivamente”.
“Es difícil enseñar como nos enseñaban”
“Para el maestro, es muy difícil enseñar de la forma en que nos enseñaban a nosotros, cuando el chico está pendiente a su celular, o cuando puede acceder a toda la información que el maestro le está dando”, considera Marcelo Cabrol.

A su entender, la capacidad del maestro hoy en día implica nuevos métodos de enseñanza, y no se trata de que el catedrático sea bueno o malo. “El maestro tiene que ser distinto para ser efectivo”, refiere Cabrol sobre la responsabilidad del docente para lograr que sus estudiantes adquieran además de literatura, matemática, y otras materias,  habilidades socio-emocionales.

Según dijo, cincuenta años atrás el BID trabajaba haciendo énfasis en la mejora de universidades incluyendo, entre otros asuntos, la pedagógica y la construcción de edificaciones adecuadas.

En ese momento se entendía que la inversión en estos rangos podía aumentar la capacidad de competitividad y desarrollo en los países de Latinoamérica. “Sin embargo, actualmente hay otras temáticas, mucho más importantes que deben implementarse.  Es el caso del capital humano.” En esta ocasión, Cabrol se traslada hacia los países que sirven de pautas a la educación, es el caso de Japón y Finlandia.  “Estos estados invierten enormemente en la creación de capacidad humana y de los más pobres”.  “La brecha que hay entre los que más tienen y los que menos tienen en educación, en Latinoamérica es la más grande del mundo. Tenemos indigencia educativa y riqueza educativa”.

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