El Banco Interamericano para el Desarrollo (BID)indicó que los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte entre los jóvenes latinoamericanos de entre 15 y 30 años y la tercera de los fallecimientos en las otras franjas de edad.
La consultora del BID, Karla González, manifestó en Quito que anualmente en Latinoamérica mueren 120.000 personas por accidentes, de los cuales el 40 % son peatones, mientras que se registran alrededor de 360.000 heridos.
Ecuador, después de Paraguay, es el país con más accidentes por cada 100.000 habitantes, relató Juan Manuel Leaño, especialista de Transporte del BID.
Leaño detalló que en 2010, hubo 50.000 accidentes en Ecuador, en los que murieron 2.500 personas y hubo 15.000 heridos graves, mientras que este año el país ya registró 5.160 fallecidos por esta causa.
Estos días, el BID ha organizado la Semana Vial en Ecuador, que inició el 28 de noviembre y termina el 2 de diciembre, para concienciar a las autoridades sobre la importancia de que exista una verdadera seguridad vial en el país.
Soraya Herrea hace cuatro años perdió a su hija en un accidente de tráfico, y ahora trabaja en la Organización No Gubernamental (ONG) ecuatoriana Centro de Apoyo de Víctimas y Accidentes de Tránsito Nicole Paredes.
Según Herrera, ha habido "un incremento de víctimas mortales" en Ecuador y su organización estima que "diariamente entre diez y quince jóvenes, sobre todo, mueren en las calles del país por accidentes de tráfico".
Para evitar los siniestros, Herrera cree que se debe "educar a la ciudadanía y aplicar la ley, el control y la sanción para acabar con la corrupción de las coimas (sobornos) a las autoridades".
Además de diversas conferencias de expertos nacionales e internacionales, los quiteños pueden ver por las calles una persona disfrazada de la muerte y otra de ángel que te indican lo que tienes que hacer para utilizar responsablemente las carreteras.
"Si bebes conduce", dice la muerte, mientras que su contrario recuerda "Si bebes no conduzcas", pues el alcohol, coincidieron todos los expertos, sigue acompañando a la mayoría de accidentes, sobre todo, entre los jóvenes.
El representante del BID en Ecuador, Carlos Melo, señaló que esta campaña, que ha costado unos 40 millones de dólares, es importante para concienciar a las personas sobre el uso de los vehículos y las vías, pues "el 95 % de los accidentes se pueden evitar".
González, exministra de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica, destacó que los motivos de la inseguridad vial en la región son: la falta de buenas infraestructuras, que las personas no se dan cuenta de los riesgos que supone conducir un vehículo y la carencia de sanciones para los que violan las leyes de circulación.
Además, resaltó que la mayoría de automóviles que arriban a Latinoamérica "son inseguros", pues pese que son los mismo modelos que se usan en Europa, a la región llegan vehículos de mala calidad porque sus "Gobiernos no exigen normas de importación".
Por su parte, José María Sánchez, jefe de la Área de la Policía Local y Movilidad del Ayuntamiento de Toledo (España), resaltó que en Latinoamérica, normalmente, los que sufren los accidentes son los padres de hogar o un hijo mayor que se ve obligado a dejar de trabajar "y su cuidado empobrece a la familia para toda su vida".
González subrayó que los estados latinoamericanos se gastan entre "el 1 y el 2 % de suPIB en atender a las víctimas de accidentes de tráfico, lo mismo que destinan en Salud".
Añadió que además de la educación ciudadana y que se cumpla la ley, se necesitan detectar "los puntos negros", es decir, zonas donde se registran repetidamente siniestros.
Antoni Riu, jefe del departamento de relaciones con Iberoamérica de la Dirección General de Tráfico de España, país que en los últimos cuatro años ha disminuido un 40 % la siniestralidad en las carreteras con medidas como el carné por puntos, destacó que uno de los problemas en la región es "la poca rigurosidad" en la entrega de licencias, por lo que "hay jóvenes inexpertos" al volante.
Riu aseguró que en materia vial "todo está inventado", por lo que recomendó a los estados latinoamericanos que "miren lo que hacen los otros países", que es lo mismo que hizo España para mejorar sus políticas viales.