14 de março de 2013

Los ciberataques sustituyen al terrorismo como primera amenaza para EE UU El Pentágono reconoce por primera vez que cuenta con equipos preparados para contraatacar en caso de que el país sufra intromisiones de piratas informáticos EVA SAIZ Washington 13 MAR 2013 - 17:00 CET17 Archivado en: Ataques informáticos Guerra electrónica Barack Obama Osama Bin Laden FBI CIA Seguridad internet Congreso EEUU Guerra Policía Espionaje Internet Estados Unidos Fuerzas seguridad Seguridad nacional Telecomunicaciones Norteamérica Conflictos Comunicaciones Economía América Política Terrorismo Defensa Justicia Los directores de las principales agencias de seguridad de EE UU durante su comparecencia en el Senado. / ALEX WONG (AFP) Recomendar en Facebook211 Twittear378 Enviar a LinkedIn14 Enviar a TuentiEnviar a MenéameEnviar a Eskup Enviar Imprimir Guardar Los ataques y el espionaje informático se han convertido en la principal preocupación de las distintas agencias de inteligencia y de seguridad de Estados Unidos, sustituyendo por primera vez al terrorismo internacional en la lista de amenazas del país. Durante la presentación ante el Comité de Inteligencia del Senado del informe anual de los peligros a los que se enfrenta EE UU, el director de la Oficina de Inteligencia Nacional, James Clapper, aseguró este martes que la tecnología informática está evolucionando a tal velocidad que es difícil para los expertos en seguridad hacer frente a esos nuevos riesgos. MÁS INFORMACIÓN EE UU y China, ante la primera ciberguerra fría EE UU pasa a la ofensiva para frenar los ciberataques El FBI investiga un ataque informático a Michelle Obama Obama firma una orden ejecutiva para responder a la amenaza cibernética “En algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con mayor rapidez que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se puedan derivar para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos riesgos”, explicó Clapper en el Senado, en la que estuvo acompañado de los directores de las principales agencias de seguridad de EE UU, el FBI, la CIA, la Agencia Nacional Antiterrorista y la de Inteligencia del Departamento de Defensa. La ciberseguridad se ha convertido en una prioridad para Estados Unidos. Los ataques informáticos en el país han supuesto para el país pérdidas económicas multimillonarias en el último año. El ex secretario de Defensa, León Panetta, aseguró que cualquiera de los potenciales ataques a los que se exponen las instituciones estadounidenses podría convertirse en el “próximo Pearl Harbour”. La amenaza es tan seria que por primera vez desde los ataques terroristas a las Torres Gemelas del 11-S y dos años después de la captura del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, el temor a sufrir un ataque informático ha suplantado al terrorismo internacional en la lista de amenazas que cada año elaboran las agencias de seguridad de EE UU. La mayor preocupación para el Gobierno estadounidense es que una agresión de piratas informáticos pueda paralizar Wall Street, dejar sin luz y colapsar las redes de transportes del país o sustraer información de las Administraciones federales. Este mismo miércoles, el presidente se reúne en la Casa Blanca con consejeros delegados de diferentes empresas para discutir sobre la ciberseguridad en el sector privado. Entre los asistentes se encuentran los responsables de Honeywell, AT&T y Northrop Grumman's Wes Bush. Mientras Clapper intervenía en el Senado, el jefe del recién creado Comando Cibernético del Pentágono, el general Keith Alexander, anunciaba en el Congreso que se habían creado 13 unidades especiales de programadores y expertos informáticos para desarrollar contraofensivas en países extranjeros en el caso de que las principales redes informáticas de EE UU se vieran atacadas. Es la primera vez que el Gobierno de EE UU reconoce que dispone de mecanismos para lanzar ataques informáticos. Alexander es el encargado de diseñar la estrategia de seguridad cibernética de EE UU, pero, hasta ahora, siempre se había referido a la misma en términos defensivos, pese a que él fue uno de los principales arquitectos del ataque informático a las instalaciones nucleares de Irán en 2010. En algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con mayor rapidez que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se puedan derivar para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos riesgos” James Clapper Este mismo lunes, el asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE UU, Thomas E. Donilon, exigió a las autoridades chinas que dejaran de sustraer información comercial de los ordenadores de las empresas estadounidenses. Las declaraciones de Donilon son las primeras en las que un miembro de la Administración Obama responsabiliza directamente a China de lo que muchos funcionarios del Gobierno de EE UU han calificado como una campaña sistemática de ciberespionaje comercial a las empresas estadounidenses. Donilon exigía a China que se comprometiera a desarrollar un comportamiento responsable respecto a la ciberseguridad. El Gobierno chino, que ha negado estar detrás de los ataques informáticos de los que se le acusa, ha mostrado su voluntad de abrir un diálogo sobre el asunto, un paso que la Casa Blanca ha valorado, tal y como ha explicado su portavoz, Jay Carney, en la rueda de prensa diaria. "Es importante la predisposición de China, pero el Congreso también debe actuar al respecto". Hace un mes una publicación vinculó directamente a una unidad del Ejército chino con los ataques reiterados a las redes informáticas de un buen número de compañías de EE UU. La Casa Blanca se refirió a esa denuncia como “un serio desafío para la seguridad y la economía de Estados Unidos”. Días después, The Washington Post, que también reconoció haber sido atacado por piratas informáticos, aseguraba en un artículo que casi todas las instituciones radicadas en Washington, desde organismos del Gobierno a centros de estudio o embajadas extranjeras, habían sufrido intromisiones por hackers. El propio presidente de EE UU firmó en febrero una orden ejecutiva que le otorga poderes garantizar la seguridad nacional ante posibles ataques cibernéticos. El Gobierno estadounidense ha lanzado una ofensiva para protegerse ante la escalada de ataques sufrido por su Administración que incluye sanciones económicas a los países involucrados en esas prácticas. Obama se refirió este martes a la amenaza cibernética en una entrevista concedida a la cadena ABC. Aunque el mandatario eludió referirse expresamente al robo de datos personales que ha sufrido su mujer, Michelle Obama, por piratas informáticos rusos -y que también ha afectado al vicepresidente del país, Joe Biden, al Fiscal General, Eric Holder, al director del FBI, Robert Mueller, o a la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton-, sí fue explícito sobre su preocupación. "No deberíamos sorprendernos de que, si tienes hackers que quieren hurgar y se dedican a buscar por miles de fuentes, éstos puedan acceder a información personal de cualquier ciudadano", aseguró Obama. "Es un gran problema".



El Pentágono reconoce por primera vez que cuenta con equipos preparados para contraatacar en caso de que el país sufra intromisiones de piratas informáticos

 Washington 13 MAR 2013 - 17:00 CET, El País


Los directores de las principales agencias de seguridad de EE UU durante su comparecencia en el Senado. / ALEX WONG (AFP)
Los ataques y el espionaje informático se han convertido en la principal preocupación de las distintas agencias de inteligencia y de seguridad de Estados Unidos, sustituyendo por primera vez al terrorismo internacional en la lista de amenazas del país. Durante la presentación ante el Comité de Inteligencia del Senado del informe anual de los peligros a los que se enfrenta EE UU, el director de la Oficina de Inteligencia Nacional, James Clapper, aseguró este martes que la tecnología informática está evolucionando a tal velocidad que es difícil para los expertos en seguridad hacer frente a esos nuevos riesgos.

La
 ciberseguridad se ha convertido en una prioridad para Estados Unidos. Los ataques informáticos en el país han supuesto para el país pérdidas económicas multimillonarias en el último año. El ex secretario de Defensa, León Panetta, aseguró que cualquiera de los potenciales ataques a los que se exponen las instituciones estadounidenses podría convertirse en el “próximo Pearl Harbour”. La amenaza es tan seria que por primera vez desde los ataques terroristas a las Torres Gemelas del 11-S y dos años después de la captura del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, el temor a sufrir un ataque informático ha suplantado al terrorismo internacional en la lista de amenazas que cada año elaboran las agencias de seguridad de EE UU.“En algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con mayor rapidez que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se puedan derivar para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos riesgos”, explicó Clapper en el Senado, en la que estuvo acompañado de los directores de las principales agencias de seguridad de EE UU, el FBI, la CIA, la Agencia Nacional Antiterrorista y la de Inteligencia del Departamento de Defensa.
La mayor preocupación para el Gobierno estadounidense es que una agresión de piratas informáticos pueda paralizar Wall Street, dejar sin luz y colapsar las redes de transportes del país o sustraer información de las Administraciones federales. Este mismo miércoles, el presidente se reúne en la Casa Blanca con consejeros delegados de diferentes empresas para discutir sobre la ciberseguridad en el sector privado. Entre los asistentes se encuentran los responsables de Honeywell, AT&T y Northrop Grumman's Wes Bush.
Mientras Clapper intervenía en el Senado, el jefe del recién creadoComando Cibernético del Pentágono, el general Keith Alexander, anunciaba en el Congreso que se habían creado 13 unidades especiales de programadores y expertos informáticos para desarrollar contraofensivas en países extranjeros en el caso de que las principales redes informáticas de EE UU se vieran atacadas.
Es la primera vez que el Gobierno de EE UU reconoce que dispone de mecanismos para lanzar ataques informáticos. Alexander es el encargado de diseñar la estrategia de seguridad cibernética de EE UU, pero, hasta ahora, siempre se había referido a la misma en términos defensivos, pese a que él fue uno de los principales arquitectos del ataque informático a las instalaciones nucleares de Irán en 2010.
En algunos casos, el mundo está aplicando tecnologías digitales con mayor rapidez que nuestra capacidad para entender las implicaciones que se puedan derivar para nuestra seguridad y para tratar de mitigar los nuevos riesgos”
James Clapper
Este mismo lunes, el asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE UU, Thomas E. Donilon, exigió a las autoridades chinas que dejaran de sustraer información comercial de los ordenadores de las empresas estadounidenses. Las declaraciones de Donilon son las primeras en las que un miembro de la Administración Obama responsabiliza directamente a China de lo que muchos funcionarios del Gobierno de EE UU han calificado como una campaña sistemática de ciberespionaje comercial a las empresas estadounidenses.
Donilon exigía a China que se comprometiera a desarrollar un comportamiento responsable respecto a la ciberseguridad. El Gobierno chino, que ha negado estar detrás de los ataques informáticos de los que se le acusa, ha mostrado su voluntad de abrir un diálogo sobre el asunto, un paso que la Casa Blanca ha valorado, tal y como ha explicado su portavoz, Jay Carney, en la rueda de prensa diaria. "Es importante la predisposición de China, pero el Congreso también debe actuar al respecto".
Hace un mes una publicación vinculó directamente a una unidad del Ejército chino con los ataques reiterados a las redes informáticas de un buen número de compañías de EE UU. La Casa Blanca se refirió a esa denuncia como “un serio desafío para la seguridad y la economía de Estados Unidos”. Días después, The Washington Post, que también reconoció haber sido atacado por piratas informáticos, aseguraba en un artículo que casi todas las instituciones radicadas en Washington, desde organismos del Gobierno a centros de estudio o embajadas extranjeras, habían sufrido intromisiones por hackers.
El propio presidente de EE UU firmó en febrero una orden ejecutiva que le otorga poderes garantizar la seguridad nacional ante posibles ataques cibernéticos. El Gobierno estadounidense ha lanzado unaofensiva para protegerse ante la escalada de ataques sufrido por su Administración que incluye sanciones económicas a los países involucrados en esas prácticas.
Obama se refirió este martes a la amenaza cibernética en unaentrevista concedida a la cadena ABC. Aunque el mandatario eludió referirse expresamente al robo de datos personales que ha sufrido su mujer, Michelle Obama, por piratas informáticos rusos -y que también ha afectado al vicepresidente del país, Joe Biden, al Fiscal General, Eric Holder, al director del FBI, Robert Mueller, o a la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton-, sí fue explícito sobre su preocupación. "No deberíamos sorprendernos de que, si tienes hackers que quieren hurgar y se dedican a buscar por miles de fuentes, éstos puedan acceder a información personal de cualquier ciudadano", aseguró Obama. "Es un gran problema".

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