Cinco niñas más con 'hiyab'
a las puertas del colegio
de Pozuelo
El padre de la niña apartada de clase pide explicaciones al centro.- El Consejo Escolar del instituto se reúne esta tarde para revisar su reglamento interno
PILAR ÁLVAREZ / VICTORIA TORRES
Los gestos de solidaridad con Najwa Malha, de 16 años, la menor excluida de clase en el Instituto Camilo José Cela del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón por llevar pañuelo islámico, van en aumento. Si ayer eran tres las alumnas que se presentaron en el centro con hiyab en apoyo a la postura de la menor, hoy dos más que se han sumado a la causa de Naywa, a la que se apartó de las clases la semana pasada por llevar esta prenda. Najwa, española de origen marroquí y que cursa 4º de ESO, pasó más de una semana en la sala de visitas del instituto.
Pero las cinco cabezas cubiertas de hoy eran más de un gesto simbólico ante fotógrafos y cámaras de televisión que un auténtico desafío a las normas del centro, ya que las cinco niñas se lo han quitado antes de cruzar el umbral del instituto. "Son las mismas tres de ayer y dos más, todas españolas de origen marroquí. Pero hoy no ha entrado nadie con velo en el centro, saben que no lo pueden usar y se lo han quitado sin problemas", explica Rosa Bernal, de la Secretaría del Camilo José Cela. Bernal desconoce si la propia Najwa está o no hoy en el centro, con o sin la polémica prenda. "Son 500 alumnos los que tenemos y no podría decir si está o no, son los profesores los que controlan las faltas", aclara, para subrayar que en el centro se vive "una normalidad absoluta". En el recreo, los niños cuentan que Najwa no está hoy en el instituto y los alarmistas la hacen incluso en el hospital. Ayer, la menor acudió a todas las clases excepto a la de Matemáticas, a la que no pudo asistir, según fuentes de su familia.
Opiniones enfrentadas
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid calificó ayer de "medida de presión inaceptable" la iniciativa de estas tres jóvenes de cubrirse el cabello, dado que se producía en vísperas de la reunión del Consejo Escolar, que a partir de las seis y media de esta tarde estudia la posibilidad de revisar su reglamento interno a raíz de la polémica. La presión, hoy, se ha multiplicado por cinco. "Las de hoy son las de ayer más otras dos, lo que quieren es tocar las narices y meter cizaña", opinaba una de las compañeras de instituto de Najwa en el recreo. Detrás de ella, un niño pasa con una toalla en la cabeza haciendo burlas a las cámaras.
Hoy por hoy, la normativa del instituto dice que "en el interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza". En opinión del padre de la menor, Mohamed Malha, el reglamento contradice el artículo 32 de la Constitución, que garantiza la libertad religiosa. A su juicio, el uso del hiyab es "una manifestación de la libertada religiosa garantizada por la Constitución" en su artículo 16. Si el centro decide mantener esta prohibición y la menor insiste en asistir a clase con la cabeza cubierta, la Consejería de Educación de Madrid le buscará de forma inmediata plaza en un centro en el que no exista dicha norma. Es más, fuentes de este departamento apuntan que la solución estaría a menos de 500 metros de donde asiste a la clase la niña. Allí se encuentra otro instituto, el San Juan de la Cruz, que sí admite la prenda.
En el centro estos días "se han escuchado muchísimas opiniones, no se habla de otra cosa", admite Bernal, pero ella prefiere mantener un discreto y responsable silencio sobre el ambiente que se respira y la opinión que pueda estar ganando peso dentro del instituto, porque "es el Consejo Escolar, compuesto por padres, alumnos, profesores, personal no docente y ayuntamiento, quien lo va a debatir esta tarde y a tomar una decisión". La dirección del centro, que no permite el acceso a los periodistas, también prefiere no entrar en polémicas y remite al comunicado que emitirá una vez concluya la reunión.
Quien sí se ha posicionado de forma clara es el Gobierno regional, que ha vuelto a intervenir en favor de la potestad del centro para dictar sus propias normas y que, por primera vez desde que se conoció el caso, se ha declarado contrario al velo en las aulas. Esperanza Aguirre ha señalado que la opinión de su Ejecutivo es que no se debe llevar "la cabeza cubierta dentro de los centros educativos" ni con pañuelos ni con ninguna otra prenda, aunque respeta "la libertad y autonomía" de los colegios e institutos.
El padre de Najwa también ha acudido esta mañana al centro a pedir explicaciones sobre la situación de su hija, informa Europa Press. Según el padre, la chica sufre una "depresión" y corre el riesgo de ser hospitalizada. Ante las puertas del centro, Malha, que preside la asociación islámica que gestiona la mezquita de Pozuelo, ha mostrado su preocupación por la salud de su hija, que se encuentra bajo mucha "presión" en los últimos días tras verse apartada del aula por cubrirse la cabeza con hiyab. En una conversación telefónica con este diario, el padre, muy agobiado, se ha limitado a decir que su hija está "muy mal" y que toda la familia recibe "mucha presión".
En declaraciones a los medios a la entrada de las clases esta mañana, tanto el padre de una de estas cinco menores como las propias niñas han reiterado que la decisión de llevar hiyab la habían tomado "voluntariamente", y por "solidaridad" con su compañera. La propia Najwa contó a este diario que se cubre la cabeza con el pañuelo porque la "identifica" con su religión y, además, le gusta. "Me siento discriminada", dice la niña. Najwa, que de mayor quiere ser profesora de matemáticas, lleva casi dos meses usando el hiyab y antes de aplicar la medida extrema de apartarla de las clases, cuatro de sus profesores le formularon otros tantos apercebimientos, el último el 8 de abril. La niña, que nació en España en el seno de una familia marroquí que emigró en 1986, optó por llevar pañuelo en contra de la voluntad de su padre, que ahora la apoya plenamente.
La polémica del velo en España
La polémica del velo islámico irrumpió en la enseñanza en España en 2002 con Fátima El Idrissi, en Madrid, cinco años después, se repitió con Shaima Saidani, en Girona, a los que se sumaron otras casos similares en Ceuta y Melilla:
- Shaima Saidani. La dirección del colegio Joan Puigbert-Annexa de Girona le prohibió vestir en clase el hiyab, el pañuelo que cubre el pelo. Tenía ocho años, era 2007, y los responsables argumentaron que podía ser causa de discriminación. La familia pensó en regresar a Marruecos. No fue necesario. La Generalitat ordenó readmitirla. El derecho a la escolarización, adujo, prevalece sobre las normas de los centros.
- Fátima Elidrisi. La joven fue escolarizada con 13 años en el colegio católico Inmaculada Concepción, en Madrid, en 2002. Las monjas le negaron la asistencia a clase con velo. Renunció al colegio y se matriculó en el instituto público Juan de Herrera. Fátima vistió el hiyab hasta que abandonó sus estudios en 2005.
- Zoubida Barik. La abogada musulmana fue expulsada del estrado por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez por llevar el velo. Elevó una queja al Consejo General del Poder Judicial, que dio la razón al magistrado porque la normativa sólo permite una prenda en la cabeza: el birrete. La cuestión está ahora en el Tribunal Supremo.
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