27 de abril de 2010

Religión y escuela

La polémica del crucifijo en la escuela estalla en la CDU de Angela Merkel

LAURA LUCCHINI - Berlín - 27/04/2010

Ayguel Özkan, de 38 años, estaba llamada a hacer historia en Alemania como primera ministra musulmana de origen turco en un Estado de la República Federal. Pero en vísperas de su toma de posesión como secretaria de Asuntos Sociales en Baja Sajonia, lo ha hecho por desencadenar el escándalo en su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, al manifestarse partidaria de que se prohíba el crucifijo en las escuelas.

    Alemania

    A FONDO

    Capital:
    Berlín.
    Gobierno:
    República Federal.
    Población:
    82,369,552 (est. 2008)

"Los símbolos cristianos no corresponden a las escuelas publicas", dijo la futura ministra de Asuntos Sociales, al semanal Focus. "Los centros deberían ser lugares neutrales donde los alumnos puedan decidir su orientación religiosa por su cuenta. De la misma forma, los pañuelos no pertenecen a las aulas".

Las palabras de Özkan han caído como un jarro de agua fría sobre su partido. Algunos de sus miembros han reclamado que renuncie al cargo que debe asumir hoy. Y el propio presidente Christian Wulff se ha visto obligado a terciar en la polémica para dejar claro que la de Özkan es una "opinión personal". "Los símbolos cristianos, en particular el crucifijo, son bienvenidos por el Gobierno de la Baja Sajonia en conformidad con la práctica de educación tolerante sobre la base de los valores cristianos", señaló. Las estudiantes que llevan el pañuelo, añadió, son bienvenidas por razones de tolerancia, aunque el velo no está permitido para las profesoras.

El comisario para la integración de la CDU, Stephan Müller, se dejó de diplomacias: "Los políticos que quieren prohibir los crucifijos en las escuelas deberían pensar si pertenecen a un partido cristiano", dijo. "El crucifijo es la base de nuestra identidad, cultura y valores", insistió.

Özkan, abogada, nació en Hamburgo de padres que emigraron a Alemania en 1960. Se unió a la CDU hace seis años. En una entrevista en Bild dijo que no es musulmana devota (no lleva velo), pero reconoció que su familia celebra las festividades islámicas. Hoy asumirá su cargo, mientras se complica su posición en el partido y fuera de él. Özkan ha recibido amenazas de muerte por parte de grupos de extrema derecha.

El País

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