9 de setembro de 2016

Retener a los alumnos, el principal desafío de la escuela secundaria

Hay un solo camino, la educación. Novena de 30 entregas: la escuela media
Solo el 43% de los chicos termina la escuela media en tiempo y en forma. Proponen un profundo cambio pedagógico.


Hablar de escuela secundaria hoy en la Argentina significa, lamentablemente, hablar de atraso y deserción. En nuestro país, apenas el 43% de los estudiantes la terminan en tiempo y en forma. Uno de cada tres repite durante los dos primeros años, mientras que los que siguen y estudian con sobreedad tienen seis veces más probabilidades de abandonar. Así, el círculo se cierra de la peor manera.
La Argentina se ubica en el puesto 11 sobre 13 países latinoamericanos en cuanto a porcentaje de egresados de la escuela media, informa la Unesco. Países como Perú, con 70%, y Chile, con 68%, tienen un porcentajes bastante más alto. También México, Bolivia, Paraguay y El Salvador. Demasiados malos resultados para un nivel educativo de enorme importancia, el “eslabón más débil de la cadena educativa”, según Guillermo Jaim Etcheverry, miembro de la Academia Nacional de Educación.
El futuro de cada chico dependerá, en gran medida, del lugar en que haya nacido o el tipo de escuela a la que haya asistido. Un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina muestra que el nivel de abandono en las escuelas públicas duplica al de las privadas y también que hay diferencias entre los distritos: los de mejores desempeños (Capital y La Rioja) duplican la tasa de graduación de Misiones, por ejemplo, donde apenas el 30% de sus alumnos termina la secundaria en el tiempo previsto.


Lo paradójico es que en nuestro país la secundaria es obligatoria desde 2006, cuando se sancionó la nueva ley de Educación. Diez años después, este derecho no se cumple cabalmente. Si bien es cierto que la matrícula creció y entraron más chicos al sistema, también lo es que el colegio no supo retenerlos. Seguramente porque un 40% de los alumnos que van hoy a la secundaria son primera generación de ese nivel (sus padres nunca pisaron una escuela secundaria) y el colegio parece no estar preparado para contenerlos.
Por todo esto, los expertos coinciden en que la secundaria requiere un cambio profundo. “Necesitamos profesores capacitados para trabajar en la diversidad, nuevas pedagogías, trabajos por proyecto, directores que sean líderes pedagógicos”, enumera Axel Rivas, director del Programa de Educación de CIPPEC. “No hemos podido pensar en cambios pedagógicos más acordes con las exigencias de la cultura contemporánea”, completa Guillermina Tiramonti, experta de Flacso. Otros hablan de eliminar los “profesores taxi”. Todos ponen el acento en trabajar la motivación de los chicos: que sepan que la escuela es el único lugar que les abre las puertas a un futuro mejor.

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