El aprendizaje móvil ha tenido un impacto positivo sobre la educación en América Latina
Puentes Educativos
El uso de celulares en la educación es una tendencia creciente, pero aún hay desafíos para hacerlo sostenible, explica Paula Leighton.
[SANTIAGO] Mientras la primera década de este siglo fue testigo de numerosas iniciativas para proporcionar acceso a un computador portátil por niño, en el último tiempo se ha registrado un incremento en los proyectos que exploran el uso de teléfonos celulares para el aprendizaje.
Varios de esos proyectos han surgido en América Latina. Pero hay desafíos importantes para materializar todo el potencial de su aplicación en el salón de clases.
El aprendizaje móvil, conocido como ‘m-learning’ en inglés, involucra el uso de teléfonos celulares comunes e inteligentes, ya sea solos o en combinación con otras tecnologías, con objetivos educacionales.
Con cerca de seis mil millones de suscripciones móviles en todo el mundo, estos dispositivos representan una oportunidad sin precedentes para apoyar el aprendizaje en un formato incluso más barato, ubicuo y portátil que los computadores más económicos.
El mes pasado la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó 12 documentos de trabajo revisando iniciativas de aprendizaje móvil en África y Oriente Medio, Asia, Europa, Norteamérica y América Latina, con el objetivo de comprender mejor las posibilidades e implicancias del aprendizaje móvil para las políticas educacionales, y de qué manera ésta podría apoyar los objetivos de la iniciativa Educación para Todos (EPT), de la ONU.
Esta información regional luego fue sintetizada en dos documentos con una perspectiva mundial para identificar tendencias más amplias.
Aprendizaje móvil en América Latina
Los dos documentos, 'Turning on Mobile Learning in Latin America' ('Poniendo en marcha el aprendizaje móvil en América Latina') y 'Mobile Learning for Teachers in Latin America' ('Aprendizaje móvil para profesores en América Latina'), describen iniciativas de aprendizaje móvil en toda la región y recurren a un catastro de políticas nacionales y locales de aprendizaje móvil para revelar cómo los teléfonos celulares se están usando para apoyar el trabajo de maestros y mejorar su práctica.
“Los teléfonos celulares son un recurso que ya está siendo empleado por un importante número de estudiantes y sus profesores”, dijo a SciDev.NetVictoria Uranga, coordinadora de la sección de Gestión del Conocimiento de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) de UNESCO.
“El próximo desafío es desarrollar más aplicaciones educativas para estatecnología”, agregó.
Uranga señala que la tecnología tiene un tremendo potencial “como un camino hacia la inclusión” y la participación educativa, una visión que es compartida por Ignacio Jara, coautor del informe 'Aprendizaje móvil para profesores en América Latina'.
El estudio que dirigió describe 18 iniciativas de aprendizaje móvil en seis países. Entre éstas se incluyen iniciativas que permiten a los maestros acceder a recursos multimedia y presentarlos a sus estudiantes en el aula, reunir y compartir información, y que posibilitan a los estudiantes participar en actividades colaborativas, jugar juegos educativos, reforzar conceptos clave e intercambiar información con sus profesores y pares.
“Encontramos que hay un conjunto amplio de iniciativas de muy buen nivel que exploran el aprendizaje móvil en Latinoamérica, varias de ellas bastante innovadoras, entre las cuales algunas han logrado sostenerse en el tiempo”, comentó.
“En este sentido, hay un avance no muy distante de lo que ocurre en países más desarrollados”.
Pedagogía en la mira
UNESCO destaca tres proyectos, lanzados en 2012 y 2011, debido a su foco en metodologías específicas y prácticas pedagógicas: Puentes Educativos, en Chile; Raíces de Aprendizaje Móvil, en Colombia y Entorno Móvil Interactivo de Aprendizaje (EMIA-SMILE), en Argentina.
[SANTIAGO] Mientras la primera década de este siglo fue testigo de numerosas iniciativas para proporcionar acceso a un computador portátil por niño, en el último tiempo se ha registrado un incremento en los proyectos que exploran el uso de teléfonos celulares para el aprendizaje.
Varios de esos proyectos han surgido en América Latina. Pero hay desafíos importantes para materializar todo el potencial de su aplicación en el salón de clases.
El aprendizaje móvil, conocido como ‘m-learning’ en inglés, involucra el uso de teléfonos celulares comunes e inteligentes, ya sea solos o en combinación con otras tecnologías, con objetivos educacionales.
Con cerca de seis mil millones de suscripciones móviles en todo el mundo, estos dispositivos representan una oportunidad sin precedentes para apoyar el aprendizaje en un formato incluso más barato, ubicuo y portátil que los computadores más económicos.
El mes pasado la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó 12 documentos de trabajo revisando iniciativas de aprendizaje móvil en África y Oriente Medio, Asia, Europa, Norteamérica y América Latina, con el objetivo de comprender mejor las posibilidades e implicancias del aprendizaje móvil para las políticas educacionales, y de qué manera ésta podría apoyar los objetivos de la iniciativa Educación para Todos (EPT), de la ONU.
Esta información regional luego fue sintetizada en dos documentos con una perspectiva mundial para identificar tendencias más amplias.
Aprendizaje móvil en América Latina
Los dos documentos, 'Turning on Mobile Learning in Latin America' ('Poniendo en marcha el aprendizaje móvil en América Latina') y 'Mobile Learning for Teachers in Latin America' ('Aprendizaje móvil para profesores en América Latina'), describen iniciativas de aprendizaje móvil en toda la región y recurren a un catastro de políticas nacionales y locales de aprendizaje móvil para revelar cómo los teléfonos celulares se están usando para apoyar el trabajo de maestros y mejorar su práctica.
“Los teléfonos celulares son un recurso que ya está siendo empleado por un importante número de estudiantes y sus profesores”, dijo a SciDev.NetVictoria Uranga, coordinadora de la sección de Gestión del Conocimiento de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) de UNESCO.
“El próximo desafío es desarrollar más aplicaciones educativas para estatecnología”, agregó.
Uranga señala que la tecnología tiene un tremendo potencial “como un camino hacia la inclusión” y la participación educativa, una visión que es compartida por Ignacio Jara, coautor del informe 'Aprendizaje móvil para profesores en América Latina'.
El estudio que dirigió describe 18 iniciativas de aprendizaje móvil en seis países. Entre éstas se incluyen iniciativas que permiten a los maestros acceder a recursos multimedia y presentarlos a sus estudiantes en el aula, reunir y compartir información, y que posibilitan a los estudiantes participar en actividades colaborativas, jugar juegos educativos, reforzar conceptos clave e intercambiar información con sus profesores y pares.
“Encontramos que hay un conjunto amplio de iniciativas de muy buen nivel que exploran el aprendizaje móvil en Latinoamérica, varias de ellas bastante innovadoras, entre las cuales algunas han logrado sostenerse en el tiempo”, comentó.
“En este sentido, hay un avance no muy distante de lo que ocurre en países más desarrollados”.
Pedagogía en la mira
UNESCO destaca tres proyectos, lanzados en 2012 y 2011, debido a su foco en metodologías específicas y prácticas pedagógicas: Puentes Educativos, en Chile; Raíces de Aprendizaje Móvil, en Colombia y Entorno Móvil Interactivo de Aprendizaje (EMIA-SMILE), en Argentina.
La mayoría de las personas en América Latina ya tiene su propio celular
Flickr/Matt JP
Las iniciativas de Chile y Colombia, ambas asociadas a la iniciativa internacional BridgeIT (una asociación para proporcionar programas educacionales multimedia a escuelas de todo el mundo), brinda una capacitación semestral a profesores para ayudarles a planificar sus lecciones de matemáticas, ciencia e inglés usando actividades de aprendizaje interactivas y centradas en el estudiante.
En estas iniciativas los maestros reciben teléfonos inteligentes con conexión inalámbrica y un proyector de video. Esto les permite descargar y exhibir videos educacionales para motivar a los estudiantes o profundizar contenidos específicos o experimentos científicos.
En Chile, Puentes Educativos llega a 600 maestros que en conjunto enseñan a 10.000 niños en 160 escuelas públicas.
“Una evaluación independiente que comparó el desempeño con el de un grupo control demostró que tanto los estudiantes como los profesores que participan en el programa presentaban una mayor motivación”, dijo aSciDev.Net Gonzalo Plaza, director de Puentes Educativos.
“Los niños también permanecían más tiempo concentrados [usando esta tecnología], lo que aumenta el tiempo efectivo de clases”.
En Argentina, EMIA-SMILE apoya el aprendizaje basado en la exploración para mejorar las habilidades de redacción y el pensamiento científico de los estudiantes. Trabajando en grupos, los estudiantes usan teléfonos inteligentes conectados a una red local para crear, subir y responder preguntas sobre temas específicos.
Los maestros monitorean la actividad de los estudiantes desde una computadora portátil y usan la retroalimentación en tiempo real de parte de los estudiantes para dirigir las discusiones en clases.
Enorme potencial
Según los autores del informe 'Aprendizaje móvil para profesores en América Latina' de UNESCO, estas experiencias y otras en la región revelan que el uso de teléfonos celulares en la educación tiene el potencial de hacer el aprendizaje más accesible, colaborativo y relevante.
“Como un sustituto de bajo costo de los computadores, los teléfonos celulares pueden aumentar el acceso a Internet y a contenidos educativos digitales, y debido a que se trata de dispositivos portátiles, pueden facilitar el aprendizaje tanto fuera como dentro de la escuela”, afirman.
La tasa de penetración de en América Latina es muy alta para los teléfonos celulares tradicionales. En 2008, más de 80 por ciento de los niños de 10 a 18 años en la región tenían un teléfono móvil, incluyendo a adolescentes de comunidades rurales y pobres. Y, a diferencia de los computadores, los celulares son económicamente accesibles para la mayor parte de la población de la región.
Los autores destacan, además, que los teléfonos móviles tradicionales “son particularmente adecuados para su uso en zonas rurales, donde los recursos educativos son escasos y las conexiones fijas de banda ancha no existen o son poco confiables”.
“Dado que muchos profesores y estudiantes tienen acceso a teléfonos celulares, existe una oportunidad para que el sistema educativo piense en cómo aprovechar una infraestructura que ya está ampliamente diseminada en muchas de las comunidades en las que éste funciona”, dijo a SciDev.NetMichael Trucano, especialista en educación e investigador senior en TIC (tecnologías de la información y comunicación) del Banco Mundial.
Esto puede reducir enormemente la inversión requerida para equipamiento, capacitación y soporte técnico, agrega Trucano
Pero mientras se observa un importante progreso, estas experiencias de aprendizaje móvil en América Latina también enfrentan desafíos para continuar la expansión de tales proyectos.
Hacia el futuro
En estas iniciativas los maestros reciben teléfonos inteligentes con conexión inalámbrica y un proyector de video. Esto les permite descargar y exhibir videos educacionales para motivar a los estudiantes o profundizar contenidos específicos o experimentos científicos.
En Chile, Puentes Educativos llega a 600 maestros que en conjunto enseñan a 10.000 niños en 160 escuelas públicas.
“Una evaluación independiente que comparó el desempeño con el de un grupo control demostró que tanto los estudiantes como los profesores que participan en el programa presentaban una mayor motivación”, dijo aSciDev.Net Gonzalo Plaza, director de Puentes Educativos.
“Los niños también permanecían más tiempo concentrados [usando esta tecnología], lo que aumenta el tiempo efectivo de clases”.
En Argentina, EMIA-SMILE apoya el aprendizaje basado en la exploración para mejorar las habilidades de redacción y el pensamiento científico de los estudiantes. Trabajando en grupos, los estudiantes usan teléfonos inteligentes conectados a una red local para crear, subir y responder preguntas sobre temas específicos.
Los maestros monitorean la actividad de los estudiantes desde una computadora portátil y usan la retroalimentación en tiempo real de parte de los estudiantes para dirigir las discusiones en clases.
Enorme potencial
Según los autores del informe 'Aprendizaje móvil para profesores en América Latina' de UNESCO, estas experiencias y otras en la región revelan que el uso de teléfonos celulares en la educación tiene el potencial de hacer el aprendizaje más accesible, colaborativo y relevante.
“Como un sustituto de bajo costo de los computadores, los teléfonos celulares pueden aumentar el acceso a Internet y a contenidos educativos digitales, y debido a que se trata de dispositivos portátiles, pueden facilitar el aprendizaje tanto fuera como dentro de la escuela”, afirman.
La tasa de penetración de en América Latina es muy alta para los teléfonos celulares tradicionales. En 2008, más de 80 por ciento de los niños de 10 a 18 años en la región tenían un teléfono móvil, incluyendo a adolescentes de comunidades rurales y pobres. Y, a diferencia de los computadores, los celulares son económicamente accesibles para la mayor parte de la población de la región.
Los autores destacan, además, que los teléfonos móviles tradicionales “son particularmente adecuados para su uso en zonas rurales, donde los recursos educativos son escasos y las conexiones fijas de banda ancha no existen o son poco confiables”.
“Dado que muchos profesores y estudiantes tienen acceso a teléfonos celulares, existe una oportunidad para que el sistema educativo piense en cómo aprovechar una infraestructura que ya está ampliamente diseminada en muchas de las comunidades en las que éste funciona”, dijo a SciDev.NetMichael Trucano, especialista en educación e investigador senior en TIC (tecnologías de la información y comunicación) del Banco Mundial.
Esto puede reducir enormemente la inversión requerida para equipamiento, capacitación y soporte técnico, agrega Trucano
Pero mientras se observa un importante progreso, estas experiencias de aprendizaje móvil en América Latina también enfrentan desafíos para continuar la expansión de tales proyectos.
Hacia el futuro
Los informes de UNESCO destacan que América Latina se ha enfocado fuertemente en el concepto de 1:1, que apunta a proporcionar a cada estudiante y profesor una computadora portátil o un netbook.
Un gran número de niños en escuelas de América Latina se benefician del'aprendizaje móvil'
Flickr/Julio Pantoja-Banco Mundial
Esta política ha sido adoptada por varios gobiernos, incluyendo Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Uruguay y Venezuela.
“Dado que los esfuerzos hechos para integrar las TIC a la educación ya han sido considerables, es posible que algunos gobiernos consideren que su agenda de TIC para la educación está saturada, y que las iniciativas de aprendizaje móvil deberán esperar hasta que haya más 'espacio'", dice el documento.
Pero Trucano dice que esto no debe verse como una limitación para su expansión. En cambio, es una advertencia para no diseñar proyectos centrados en la tecnología sino enfocados en el contenido.
“En el futuro los gobiernos van a enfrentarse a una realidad en la que habrá todo tipo de dispositivos usándose en las escuelas y por los estudiantes”, dice. “Habrá computadores tradicionales de escritorio, computadoras portátiles, tabletas, teléfonos celulares y una variedad de otras tecnologías”.
A medida que los gobiernos y las escuelas tratan de resolver la mejor manera de asignar los recursos, continua, “deberían pensar más ampliamente que solo comprar computadores en el sentido tradicional”.
Su visión es compartida por Gonzalo Plaza, de Puentes Educativos.
“La prioridad para tener éxito es poner en el centro una buena metodología de aprendizaje y usar la tecnología como complemento a eso”, dice.
“Si el enfoque va en el sentido inverso, probablemente el proyecto fracase. Y otro aspecto clave es tener un fuerte componente de capacitación a los profesores y un buen soporte técnico”.
Otro desafío es el acceso a redes de telefonía móvil. Mientras cerca de 90 por ciento de la población de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) tienen cobertura de redes 3G o 4G [redes estables de alta velocidad], solo 55 por ciento de los latinoamericanos acceden a ellas.
Esto limita las oportunidades para los programas de aprendizaje móvil que se basan en el uso de teléfonos inteligentes o que requieren conectividad de alta velocidad, y “afecta particularmente a áreas aisladas o rurales”, dice Plaza.
Un mundo de oportunidades
Pese a las barreras y desafíos, los expertos están optimistas sobre el potencial del aprendizaje móvil para mejorar y facilitar el aprendizaje, especialmente en comunidades donde las oportunidades educacionales están restringidas.
“El aprendizaje móvil tiene el potencial de abordar necesidades educativas especiales en América Latina, desde aumentar la alfabetización y las habilidades educacionales básicas de las poblaciones vulnerables, hasta mejorar la gestión administrativa de los sistemas educativos”, concluye uno de los informes de UNESCO.
“Todavía estamos en una etapa muy inicial de las actividades”, señala Trucano, pero agrega que quienes hacen las políticas “deberían tomar [el aprendizaje móvil] muy seriamente, porque está sucediendo”.
Ignacio Jara destaca que el apoyo estatal es crucial para permitir una mayor expansión del aprendizaje móvil en América Latina.
“Es posible hacer exploraciones y programas piloto sin el apoyo de los ministerios [de educación], pero la masificación requiere siempre del acceso a los recursos financieros y otros instrumentos de política educativa que sí dependen de la autoridad ministerial”, dice.
Trucano concuerda: “Incentivar el interés de los gobiernos en la tecnología móvil y desarrollar políticas relacionadas con su uso envía una señal a los directores de escuelas y a los maestros [en el sentido] de que esto es algo viable a considerar”.
“También envía señales y proporciona orientación a la industria privada y a grupos académicos y de la sociedad civil de que esta es un área en la que ellos podrían involucrarse y ayudar”, concluye.
Enlace a Turning on Mobile Learning in Latin America [PDF 893kB] (en inglés)
Enlace a Mobile Learning for Teachers in Latin America [PDF 316kB] (en inglés)
Enlace a Turning on Mobile Learning: Global Themes [PDF 661kB] (en inglés)
Enlace a Mobile Learning for Teachers: Global Themes [PDF 807kB] (en inglés)
Enlace a UNESCO Working Paper Series on Mobile Learning (en inglés)
“Dado que los esfuerzos hechos para integrar las TIC a la educación ya han sido considerables, es posible que algunos gobiernos consideren que su agenda de TIC para la educación está saturada, y que las iniciativas de aprendizaje móvil deberán esperar hasta que haya más 'espacio'", dice el documento.
Pero Trucano dice que esto no debe verse como una limitación para su expansión. En cambio, es una advertencia para no diseñar proyectos centrados en la tecnología sino enfocados en el contenido.
“En el futuro los gobiernos van a enfrentarse a una realidad en la que habrá todo tipo de dispositivos usándose en las escuelas y por los estudiantes”, dice. “Habrá computadores tradicionales de escritorio, computadoras portátiles, tabletas, teléfonos celulares y una variedad de otras tecnologías”.
A medida que los gobiernos y las escuelas tratan de resolver la mejor manera de asignar los recursos, continua, “deberían pensar más ampliamente que solo comprar computadores en el sentido tradicional”.
Su visión es compartida por Gonzalo Plaza, de Puentes Educativos.
“La prioridad para tener éxito es poner en el centro una buena metodología de aprendizaje y usar la tecnología como complemento a eso”, dice.
“Si el enfoque va en el sentido inverso, probablemente el proyecto fracase. Y otro aspecto clave es tener un fuerte componente de capacitación a los profesores y un buen soporte técnico”.
Otro desafío es el acceso a redes de telefonía móvil. Mientras cerca de 90 por ciento de la población de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) tienen cobertura de redes 3G o 4G [redes estables de alta velocidad], solo 55 por ciento de los latinoamericanos acceden a ellas.
Esto limita las oportunidades para los programas de aprendizaje móvil que se basan en el uso de teléfonos inteligentes o que requieren conectividad de alta velocidad, y “afecta particularmente a áreas aisladas o rurales”, dice Plaza.
Un mundo de oportunidades
Pese a las barreras y desafíos, los expertos están optimistas sobre el potencial del aprendizaje móvil para mejorar y facilitar el aprendizaje, especialmente en comunidades donde las oportunidades educacionales están restringidas.
“El aprendizaje móvil tiene el potencial de abordar necesidades educativas especiales en América Latina, desde aumentar la alfabetización y las habilidades educacionales básicas de las poblaciones vulnerables, hasta mejorar la gestión administrativa de los sistemas educativos”, concluye uno de los informes de UNESCO.
“Todavía estamos en una etapa muy inicial de las actividades”, señala Trucano, pero agrega que quienes hacen las políticas “deberían tomar [el aprendizaje móvil] muy seriamente, porque está sucediendo”.
Ignacio Jara destaca que el apoyo estatal es crucial para permitir una mayor expansión del aprendizaje móvil en América Latina.
“Es posible hacer exploraciones y programas piloto sin el apoyo de los ministerios [de educación], pero la masificación requiere siempre del acceso a los recursos financieros y otros instrumentos de política educativa que sí dependen de la autoridad ministerial”, dice.
Trucano concuerda: “Incentivar el interés de los gobiernos en la tecnología móvil y desarrollar políticas relacionadas con su uso envía una señal a los directores de escuelas y a los maestros [en el sentido] de que esto es algo viable a considerar”.
“También envía señales y proporciona orientación a la industria privada y a grupos académicos y de la sociedad civil de que esta es un área en la que ellos podrían involucrarse y ayudar”, concluye.
Enlace a Turning on Mobile Learning in Latin America [PDF 893kB] (en inglés)
Enlace a Mobile Learning for Teachers in Latin America [PDF 316kB] (en inglés)
Enlace a Turning on Mobile Learning: Global Themes [PDF 661kB] (en inglés)
Enlace a Mobile Learning for Teachers: Global Themes [PDF 807kB] (en inglés)
Enlace a UNESCO Working Paper Series on Mobile Learning (en inglés)
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