Nora Bär
LA NACION
Aunque por estos días todo indica lo contrario, hay otras cosas que merecen nuestra atención -cuanto menos, por algunos instantes- además del fútbol...
Sí, ya sé que esto puede sonar a insensatez ¡justo el día en que vuelve a jugar el seleccionado argentino!, pero una de ellas es el ranking iberoamericano 2010 de producción científica de las instituciones de educación superior, que acaba de darse a conocer.
El informe ordena a las universidades e institutos de acuerdo con los datos cuantitativos de publicación y citación correspondientes al período 2003-2008 que surgen del índice Scopus, el mayor del mundo (indexa más de 17.000 revistas con referato, libros y actas de congresos) e incluye a todos los que produjeron alguna publicación en 2008.
En total, la muestra refleja la actividad de investigación de centros de enseñanza superior de 28 países. Entre ellos, los de España, Brasil y Colombia (que tiene muchos muy pequeños) representan cerca del 50%. Junto con los de la Argentina, México, Chile y Portugal, suman el 75% del total.
El ranking se confeccionó teniendo en cuenta cuatro indicadores: la producción científica medida en número de publicaciones, la cantidad de colaboraciones internacionales, la calidad científica promedio (el impacto global de esa producción comparado con el promedio mundial) y el porcentaje de trabajos publicados en el 25% de las revistas más influyentes del mundo.
La tabla de posiciones de este "campeonato" no es todo lo halagüeña que uno desearía, pero arroja datos positivos. Si bien es cierto que en los tres primeros puestos figuran dos universidades brasileñas (la de San Pablo y la de Campinas, primera y tercera, respectivamente), y una mexicana, la Universidad Nacional Autónoma de México (en segundo lugar), y que en el top 100 hay 43 universidades españolas y 27 brasileñas, también figuran seis argentinas. Dos de ellas, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Plata, están ubicadas en el puesto 11° y 30° respectivamente en el conjunto de Iberoamérica, y 6° y 12° en el de América latina y el Caribe.
Entre las "perlitas" que revela esta medición cabe mencionar que sólo cinco de las 109 universidades brasileñas exhiben una calidad científica superior al promedio mundial, mientras en la Argentina, que lógicamente está representada por un número menor de instituciones, hay dos centros de estudio que lo superan: la joven Universidad Nacional de San Martín (que comenzó sus actividades académicas hace apenas 16 años) y el Instituto Balseiro.
A ellas, chapeau !
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