21 de setembro de 2011

No al Alzheimer

La Buena Noticia, Nora Barr, La Nación, 21 de septiembre,2011


Dónde diablos dejé las llaves? No puedo acordarme... ¡El Alzheimer me tiene a maltraer!"
Para los que ya dejamos atrás unas cuantas décadas de vida, el trastorno neurodegenerativo cuyas lesiones características fueron observadas por primera vez por Alois Alzheimer resume la quintaesencia del terror... que tratamos de disfrazar con una broma al pasar.
En la Argentina, con una creciente expectativa de vida, y entre 450.000 y 480.000 pacientes (más 500.000 aquejados de otras demencias), el deterioro cognitivo es una imagen cada vez más presente en la vida de las familias y una realidad para la que no tenemos respuesta.
Todavía sin soluciones farmacológicas probadas, y con escasas estructuras sociales o sistemas sanitarios que ayuden a sobrellevarlo, cada día se hace más perentorio poner en práctica estrategias de prevención.
Como la que resume sin vueltas un artículo publicado recientemente en Nature (que generosamente me hizo conocer el doctor Facundo Manes, director de Ineco y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro): "La actividad es la mejor medicina".
En el comentario, publicado hace algunas semanas, Sarah Deweerdt pasa revista a los trabajos que sugieren que el ejercicio, la interacción social y la dieta mediterránea podrían ayudar a sortear -o retrasar- la declinación del Alzheimer.
Estudios observacionales, por ejemplo, encontraron una asociación entre la práctica de caminatas de media hora, tres veces por semana, y un riesgo disminuido de padecerlo. Es más: investigadores de la Universidad de Pittsburgh descubrieron que un año de actividad retrasa dos años el reloj biológico de ciertas áreas de nuestro cerebro.
Otros trabajos realizados en Nueva York, Chicago y Burdeos, Francia, indican que el alto consumo de frutas, vegetales, granos enteros y aceite de oliva, acompañado de bajo consumo de carnes rojas y grasas saturadas, más un vaso de vino tinto con la cena, no sólo reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular, hipertensión y diabetes, sino que también ayudan a mantener la mente en forma. Efectos similares arrojaría el participar de distintas actividades sociales.
Si el mal de Alzheimer es el futuro más temido, al parecer podemos alejarlo, sin mucho esfuerzo, ¡y con actividades placenteras!
Esta sí que es una buena noticia....

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