3 de janeiro de 2012

Andrés Oppenheimer : Un año sin tiempo para aburrirse


MIAMI
Es probable que 2012 sea un año especialmente movido en las Américas: habrá elecciones en Estados Unidos, México y Venezuela, así como otros acontecimientos que podrían cambiar el mapa político de la región. He aquí algunas de las noticias que dominarán los titulares:
  • Las elecciones del 1° de julio en México. Las encuestas dicen que el candidato favorito es Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que gobernó México durante siete décadas antes de perder el poder en 2000. Pero debido a que México tiene tres grandes partidos y su sistema electoral no contempla una segunda vuelta electoral, cualquiera de los tres -incluido al candidato de izquierda, Andrés Manuel López Obrador- podría ganar por un pequeño margen de votos. Después de 12 años de gobierno del Partido de Acción Nacional, de centroderecha, no sería sorprendente que viéramos un cambio de guardia en México.
  • Las elecciones del 7 de octubre en Venezuela. Pese a las leyes electorales que favorecen enormemente al presidente Hugo Chávez y al masivo gasto gubernamental para lograr que gane un tercer mandato, que terminaría en 2019, hay un creciente descontento con el caótico modelo narcisista-leninista de Chávez.
La delincuencia ha llegado a niveles récord, el crecimiento económico es uno de los más bajos de América del Sur, pese a que Venezuela se ha beneficiado de una bonanza petrolera en los últimos años, y un ranking reciente de Transparencia Internacional situó a Venezuela entre los países más corruptos del mundo.
Una encuesta reciente muestra que Chávez podría perder las elecciones, pero -salvo un deterioro significativo de su salud- podría ganar mediante una combinación de subsidios gubernamentales extraordinarios, una aun mayor censura de la prensa y la intimidación de votantes, si es que no apela al fraude electoral.
  • Las elecciones del 6 de noviembre en Estados Unidos. El presidente Obama intentará ganar la reelección mientras el país trata de salir de una de sus peores crisis económicas. Si la economía estadounidense empeora en los próximos meses, los republicanos podrían regresar a la Casa Blanca. Sin embargo, hoy todo parece indicar que Obama ganará. La economía se está recuperando, aunque a paso de tortuga, y sus rivales republicanos se están destruyendo entre sí con acusaciones mutuas para ganar las primarias.
Además, los aspirantes republicanos han adoptado posturas antiinmigrantes tan extremas en su afán de ganar votos de derecha en las primarias, que es muy improbable que cualquiera de ellos conquiste el 40% del voto hispano que, según los encuestadores, necesitarían los republicanos para llegar a la Casa Blanca.
  • La Cumbre de las Américas del 14 de abril. Por segunda vez desde que asumió la presidencia, Obama se reunirá con todos los presidentes de las Américas, salvo Cuba, en una cumbre hemisférica que se celebrará en Cartagena, Colombia.
Obama estará en plena campaña electoral para conquistar la gran mayoría del voto hispano en Estados Unidos. Por otro lado, tendrá que responder a la reciente creación de la Comunidad Latinoamericana de Naciones (Celac), un grupo que excluye a Estados Unidos y que Chávez pretende convertir en una alternativa a la Organización de Estados Americanos (OEA). Obama tratará de llevar propuestas para recuperar el protagonismo de Estados Unidos en la región.
  • La cumbre de la Alianza del Pacífico el 4 de junio en Chile. El nuevo bloque, constituido por México, Colombia, Perú y Chile, planea firmar un acuerdo de integración económica que sería mucho más ambicioso que los bloques de integración económica existentes, como el Mercosur. Entre otras cosas, están creando una bolsa de valores conjunta.
Mi opinión: por supuesto, habrá otros acontecimientos importantes -entre ellos la planeada visita a Cuba del papa Benedicto XVI- que atraerán mucha atención de los medios, pero una de las tendencias clave que habrá que observar en la región es si veremos una división de hecho en las Américas entre un bloque del Pacífico y un bloque del Atlántico.
Obama recientemente proclamó que "Estados Unidos es un país del Pacífico", y está asociándose con varios países asiáticos, así como con México y Canadá, para ampliar significativamente la Asociación de Países del Trans-Pacífico (TPP) y contrarrestar el creciente poderío económico de China en Asia con un nuevo bloque comercial que podría ser el más grande del mundo.
Puede que los países latinoamericanos de la cuenca del Pacífico decidan que su futuro está en convertirse en puentes entre Asia y Estados Unidos. Y puede que los países latinoamericanos de la cuenca del Atlántico decidan que su futuro está en unirse más a Brasil, que se está convirtiendo en una potencia económica. En suma, este año promete ser muchas cosas, menos un año aburrido. © La Nacion

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