Nora Bär
Miércoles 17 de noviembre de 2010 |
Cuando me entero de noticias sorprendentes, generalmente llegadas del hemisferio norte, como por ejemplo que "dejar vagar la mente (o soñar despierto) es una fuente de infelicidad", algo que científicos de la Universidad de Harvard acaban de publicar en la última edición de la revista Science , debo confesar que un agudo escepticismo desplaza rápidamente todo vestigio de credulidad.
Los autores del trabajo llegaron a esta conclusión después de analizar las respuestas (que habían suministrado a través de una aplicación para el iPhone) sobre qué pensaban y cómo se sentían en distintos momentos del día más de 2000 voluntarios. Pero si bien la investigación proviene de una de las instituciones más prestigiosas del mundo, estos resultados me recuerdan las advertencias que lanza en su último libro el profesor de periodismo de la Universidad de Nueva York Charles Seife.
Seife muestra cómo en la política, la ciencia y la salud, solemos engañarnos con estadísticas erradas y matemática fallida. Cómo se utilizan los números, y nuestra natural tendencia a buscar patrones y explicaciones causales, para probar cosas... que sencillamente no son ciertas.
En una entrevista con The New York Times, Seifesubraya que "Somos incapaces de aceptar el hecho de que hay eventos que no siguen ningún patrón" por lo que "es muy fácil confundir asociación con relación de causa y efecto". Dos conceptos sencillos, pero no tan obvios como parece. Ni al norte, ni al sur del Ecuador...
Nenhum comentário:
Postar um comentário