6 de abril de 2012

Escuela, ausentismo y rotación


Una reciente encuesta sobre aspectos críticos del sistema educativo argentino sirve para plantear un necesario debate




Distintas notas publicadas por este diario se basaron en la encuesta realizada a casi 600 directores, 1000 docentes y más de 300 preceptores por el programa Observatorio de la Educación Básica Argentina del Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP) y la Universidad de Buenos Aires.
Este interesante estudio permite establecer un debate fundamental, como lo es la cantidad de inversión pública que fluye al sistema educativo analizada desde la óptica del impacto que esta inversión produce, pues sería tan necio negar que el presupuesto público asignado al sistema de educación pública es significativo y el más abultado de los últimos años como negar que ese gran flujo de recursos necesita ser mejor canalizado.
Tal vez el aspecto más crítico que plantea el estudio de CEPP sea el que da cuenta de que el sistema educativo está dejando de ser sistema, que las excepciones a las normas se terminan convirtiendo en regla y que la institucionalidad en la cual se apoya la educación pierde calidad.
Del estudio surge una tendencia preocupante: la rotación de los directivos y docentes, que no permanecen en sus roles más de cinco años. El 61 por ciento de los directores del nivel primario y el 62 del nivel secundario ocupan sus puestos menos de cinco años; del mismo modo, el 56 por ciento de los docentes primarios permanece en las escuelas no más de cinco años, mientras que en el secundario el porcentaje mejora a 36%.
Estos datos reflejan que las escuelas no están siendo capaces de articular una oferta que sea tentadora en un nivel homogéneo, lo que lleva a los docentes a rotar de establecimientos en busca de la mejor opción. Esto crea asimetrías en la calidad educativa que requieren ser atendidas, porque impiden la consolidación de equipos pedagógicos que trabajen sostenidamente en el tiempo.
Otro indicador preocupante es el ausentismo de docentes y alumnos: en este sentido, se observa una brecha importante entre las escuelas estatales y las privadas. Mientras en la oferta privada el 47,3 por ciento de las escuelas no tuvo ninguna hora libre, en la estatal este porcentaje cae al 21,4 por ciento. El promedio general para todo el sistema muestra que hay 2,88 horas libres por semana, lo que indica un elevado porcentaje de ausentismo docente. Sin embargo, daría la sensación de que esta situación es posible porque las propias autoridades del sistema flexibilizan los controles y las ausencias pasan a ser consideradas "normales" por los encargados de establecer sanciones.
Con respecto al ausentismo de los estudiantes, el 66 por ciento de los alumnos de primaria y el 64 de los de secundaria tienen un promedio de tres faltas mensuales, comprobándose nuevamente una brecha muy significativa entre el alto ausentismo en las escuelas estatales y uno sensiblemente más bajo en las privadas. De cumplirse estrictamente con las normas, la mayoría de los alumnos deberían perder su condición de regulares por la acumulación de faltas. El estudio del CEPP aporta insumos para que los responsables de la educación en el país puedan encontrar políticas socioeducativas que cualifiquen el sistema para reforzar la inversión social que se hace desde lo cuantitativo, para que se recupere la condición de sistema reteniendo a los docentes en las escuelas por tiempo prolongado y se creen incentivos para evitar la gran cantidad de ausentismo docente, y finalmente se promueva el cumplimiento de las reglas y condiciones para que el ausentismo de los alumnos y los beneficios que conlleva el presentismo escolar se ajusten a lo que marcan las normas.
Cumplir las reglas y fortalecer la institucionalidad del sistema educativo es la condición básica para que el declamado progresismo no se convierta en demagogia..

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