Brasil tiene, por cada cien mil habitantes, 60 personas con estudios doctorales. Argentina tiene 39. Colombia, apenas 11. Brasil cuenta con importantes industrias nacionales que exportan productos con un alto valor agregado, como aviones salidos de los hangares de Embraer, a varios países del mundo, entre ellos Colombia. Por su parte, Argentina fue el primer país en la región en fabricar barcos para transportar carne y cereales el siglo pasado. Colombia, por otro lado, ha sido típicamente un país exportador de productos agrícolas, mas no de objetos industriales; hemos sido típicamente una nación que ara, pero que no fabrica.
¿Por qué las diferencias? Entre muchos otros factores, tantos como para basar una carrera profesional en su estudio, se encuentra la falta de investigación en el país, lo que a su vez también tiene varias causas, como ausencia de presupuesto y voluntad política para impulsar esta actividad. Sin embargo, otra de las razones para el atraso en este aspecto radica en la ausencia de personas con estudios superiores que los perfilen como investigadores.
Para comenzar a cerrar la brecha, acortar la distancia del atraso, Colciencias lanzó el programa Generación Bicentenario, integrado por una serie de iniciativas que buscan fortalecer la actividad investigativa en el país desde varios puntos. Uno de los componentes más ambiciosos, y el que consumirá un poco más del 60% de los más de 250 millones de dólares que se invertirán en Generación Bicentenario en los próximos 10 años, es el programa de becas doctorales Francisco José de Caldas.
Las becas Caldas marcarán una ruptura en la forma como Colombia forma a sus investigadores, de acuerdo con Alexis de Greiff, director de redes de conocimiento de Colciencias, debido a dos aspectos: escalamiento y focalización. En la actualidad, 200 personas cursan estudios doctorales cada año por cuenta de becas otorgadas por este departamento administrativo; la idea es que, con este nuevo proyecto, ese número sea de 500 por año durante la próxima década, lo que dará como resultado que en 2019 haya en el país 4.460 personas con estudios doctorales.
La focalización se refiere a que las becas otorgadas dentro del programa Francisco José de Caldas serán para cubrir necesidades investigativas en una serie de áreas consideradas como estratégicas por el Gobierno Nacional. Éstas son: identificación y uso sostenible de la biodiversidad, aprovechamiento y preservación de recursos hídricos, desarrollo de la electrónica y materiales, desarrollo de la investigación en ciencias de la salud y estudios sociales colombianos.
Un punto importante de las becas Caldas es que, además de cubrir los costos del estudio, también proveen el sostenimiento del estudiante para que, de acuerdo con Francisco Miranda, director de Colciencias, la persona pueda concentrarse por completo en sus estudios, en vez de tener que combinar sus labores académicas con un trabajo que le permita vivir mientras completa su programa doctoral.
"Las becas serán otorgadas basándonos en un esquema de excelencia académica. Queremos que nuestros mejores estudiantes, sin importar su situación económica ni ningún otro factor aparte de sus méritos académicos, sean los beneficiarios del proyecto Francisco José de Caldas", afirmó De Greiff. La excelencia académica, de acuerdo con el funcionario, además de las notas obtenidas, también está vinculada, como sucede con cualquier área de investigación, con la calidad de la propuesta que el estudiante presente para solucionar un problema.
Además de la falta generalizada de doctores, otro de los factores que preocupan a las autoridades educativas es que la mayoría de las personas que sí han cursado estudios doctorales oscila entre los 41 y los 50 años, un factor que los pone muy cerca de la edad de jubilación.
La meta de 500 becas cada año fue establecida de acuerdo con un cálculo de equilibrio entre la cantidad de gente interesada y la capacidad del sistema universitario nacional de producir estudiantes con las habilidades necesarias para ser candidatos del programa Francisco José de Caldas, aseguró Miranda. "Esperamos que esta primera ola de becados levante suficiente interés en la gente y en las instituciones para que, progresivamente, la población de personas que puedan acceder a las becas sea mayor y así el país pueda preparar más doctores".
Otro proyecto del programa Generación Bicentenario son Ondas, una iniciativa que busca acercar la ciencia a los niños, involucrarlos desde pequeños con actividades que requieran investigación. En últimas, el propósito de Ondas es preparar, en cierta escala, a las personas que en un futuro puedan optar por una beca doctoral Caldas. La meta del programa, también hasta 2019, es incorporar al mismo a dos millones de niños.
Paralelo a las becas Caldas y a Ondas funcionan el programa de becas Virginia Gutiérrez de Pineda y el convenio Colciencias-Colfuturo. El primero es un proyecto que permite vincular a jóvenes investigadores con grupos de investigación ya aprobados por Colciencias. La meta es que en 10 años haya 8.000 nuevos jóvenes investigadores. Desde su creación, en 1992, el programa ha apoyado a 2.400 estudiantes.
Por último, el convenio Colciencias-Colfuturo es la oportunidad para que las personas que no realicen investigación dentro de las áreas estratégicas establecidas para las becas Caldas puedan, de igual forma, acceder a estudios doctorales y de maestría en otras ramas del conocimiento.
"La tarea final de Generación Bicentenario es ayudar al crecimiento económico y de la equidad social mediante el aumento del capital intelectual del país. Queremos premiar la excelencia académica de los estudiantes colombianos con las becas Caldas; la única condición es que el futuro doctor regrese al país y se vincule a una institución de investigación o a una empresa que investigue para devolverle al país la inversión realizada en él", finaliza Miranda.
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