Dan Cossins
BBC Focus
Sábado, 21 de mayo de 2011
El panorama internacional de la ciencia está cambiando. El rápido crecimiento de la producción científica de las potencias económicas emergentes podría redibujar el mapa.
China parece que va a superar a Estados Unidos en la producción científica en 2013, según un importante estudio realizado por la Sociedad Real, la academia de ciencias británica.
Este mapa muestra dos medidas básicas de la excelencia científica: el número de trabajos académicos publicados por cada país y en qué orden se clasifican a nivel mundial las universidades de cada nación, lo que refleja la calidad de la investigación científica.
Para compilar una tabla de las 500 principales instituciones a nivel mundial, se evalúan varios indicadores del desempeño de la investigación, incluyendo el número de investigadores citados con frecuencia, la prevalencia de los artículos publicados en dos respetadas revistas, Science y Nature, y el número de premios Nobel que cada país produce.
Estados Unidos: El campeón reinante
Con ocho de las diez mejores universidades del mundo (y 54 de las principales 100), EE.UU. sigue siendo el líder mundial en lo que respecta a la ciencia y la innovación. En EE.UU. se sigue produciendo investigación pionera en casi todos los campos, aunque es particularmente fuerte en la medicina, la bioquímica, la genética y la biología molecular, ámbitos que influyen en la prosperidad de la biotecnología.
Reino Unido: La caja de sorpresas
Con dos universidades -Oxford y Cambridge- entre las 10 mejores (y 11 entre las 100), el Reino Unido pelea por encima de su peso. Cifras recientes muestran que el promedio de citas a los trabajos de investigación británicos, una buena medida de la calidad, es casi tan alto como el de Estados Unidos. Su continua colaboración internacional le ayudará al Reino Unido a mantener su posición durante varios años más.
Rusia: El veterano que se marchita
La agitación política, la fuga de cerebros y un interés decreciente han transformado a Rusia de una superpotencia científica -la nación que lanzó el primer satélite y puso el primer hombre en el espacio- en un actor cada vez menor. Rusia ha luchado por mantener su producción y se ha metido otra vez de lleno en áreas como la física y la ciencia espacial, históricamente sus principales fuerzas.
Brasil: El especialista
Brasil es otra de las potencias económicas emergentes que han identificado a la ciencia como crucial para su prosperidad futura y está invirtiendo mucho en la investigación. Es conocido por su fuerza en las ciencias agrícolas y biológicas, incluyendo la producción de biocombustibles. Pero, al igual que otros países en desarrollo, necesita convencer a las empresas privadas a que inviertan más en la ciencia.
India: El otrora candidato
Hace un tiempo era considerada como la amenaza más probable para la dominación de EE.UU., pero India no ha conseguido mantener el ritmo con China. Contribuye menos del 3% de la producción mundial de investigación, a la zaga de muchos países menos poblados. Dicho esto, sigue teniendo un crecimiento espectacular y muchos expertos consideran que India ejercerá una influencia cada vez mayor.
China: La fuerza creciente
La producción científica de China ha crecido a un ritmo fenomenal en la última década. Está ahora en segundo lugar -sólo superada por EE.UU.- en término de la cantidad de publicaciones, aunque todavía hay un gran abismo entre ambos en cuanto a la calidad, pues no hay ni una sola universidad china entre las 100 mejores. Fuerte en química, física, ingeniería y ciencia de materiales, China está experimentando un crecimiento en la biología molecular y la nanociencia.
Japón: El defensor constante
La producción de Japón se ha mantenido en gran parte plana en la última década, aunque sí cuenta con algunas instituciones de alto nivel y goza de una reputación de excelencia en la física. Los expertos coinciden en que Japón debe colaborar más con otros países en el Lejano Oriente para progresar y mejorar sus resultados de investigación.
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