22 de março de 2011

Cuando los chicos usan Internet



Roxana Morduchowicz
Para LA NACION

Martes 22 de marzo de 2011
 
El 70% de los chicos europeos comienza a usar Internet a los siete años. Casi el 100 por ciento de los que tienen entre nueve y 16 navegan por la Web y la gran mayoría lo hace todos los días desde su casa (87%). Este es el primer resultado que arroja una encuesta realizada por la London School of Economics, el año pasado, entre más de 25.000 chicos de 25 países de Europa. El objetivo del estudio Kids on line (los chicos on line) es relevar la relación de los más jóvenes con Internet, sus formas de consumo y, muy especialmente, su conciencia de los riesgos que puede suponer la navegación.
Aun cuando las cifras europeas de acceso a Internet son diferentes a las argentinas, los comportamientos adolescentes en todo el mundo son similares y por eso vale la pena mirar los resultados de esta encuesta, que podrían ser también los nuestros.
La mitad de los chicos europeos navega por la Web en su propia habitación y el 35% lo hace en su celular. Esto supone un uso más privado y en soledad de la tecnología. Esta utilización personal, alejada de una presencia adulta, disminuye la posibilidad de que los chicos hablen con sus familias sobre lo que hacen cuando navegan, especialmente en relación con los riesgos o situaciones difíciles que puedan encontrar.
El 60% de los chicos tiene un perfil en alguna red social. Ello incluye el 25% de los que tienen nueve y diez años; el 50% de los de 11 y 12, y el 75% de quienes tienen 13 y 14. Vale la pena recordar que la reglamentación de las redes sociales exige que sólo puedan tener perfil los mayores de 14 años.
Es interesante comprobar que entre todos los que están en una red social (incluido el 85% de los que tienen 15 y 16 años), uno de cada tres tiene un perfil público, es decir que no sólo pueden leerlo sus amigos sino que está abierto a cualquier persona que navegue por Internet.
Un 40% de los chicos europeos entre nueve y 16 años encontró alguna situación de riesgo en la Web. La situación de riesgo más frecuente en Internet (30% de los casos) es haberse comunicado con personas que no conocen. De ellos, el 10% se encontró personalmente con alguien que conocía sólo por la Web.
Un 15% vio sexo (gente desnuda o parejas teniendo sexo). La exposición al sexo, sin embargo, no se limita a Internet. Cuando se les preguntó por estas imágenes en cualquier medio de comunicación, el porcentaje de chicos que vio sexo se duplica. Más de la mitad de los chicos (55%) que encontraron este tipo de imágenes lo conversó con alguien, pero la mayoría lo hizo con amigos. Sólo un 25% eligió a sus padres.
Finalmente, uno de cada tres chicos encuestados reconoció haber vivido situaciones provocadas por un excesivo uso de Internet. Entre otras, no salir con amigos, dormir menos o no hacer la tarea para la escuela, por quedarse frente a la pantalla demasiado tiempo.
Una de las mayores preocupaciones que deja esta encuesta es el rol de los adultos en relación con el uso de Internet por parte de los menores.
En primer lugar, y según el testimonio de los propios chicos, casi un 20% de los padres no habla nunca de Internet con sus hijos. Y aun quienes dialogan con ellos no están al tanto de los usos que hacen de la Web ni de las situaciones de riesgo que pueden encontrar.
Así, un 40% de los padres cuyos hijos vieron imágenes sexuales en Internet lo desconoce. Un 55% de los padres de chicos que dicen haber recibido mensajes hirientes por la Web lo ignoran y un 60% de los padres cuyos hijos se comunican con desconocidos no están al tanto de ello.
Esta realidad que, como dijimos, podría compartir la Argentina, ya que las conductas adolescentes se asemejan, confirma la importancia del tema. Los chicos -parece claro- se sienten autoinmunes y los padres -según lo que surge del estudio- se sienten seguros y confiados.
Sólo una mejor conciencia entre los adolescentes y una mayor implicación por parte de los adultos logrará promover un uso más responsable de las pantallas, soportes fundamentales de la vida social y escolar de las nuevas generaciones.

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