30 de janeiro de 2014

Más de 2,5 millones de niños no asisten a la escuela en América Latina

La Unesco advirtió que la región padece una "crisis de aprendizaje" que golpea más fuerte a los sectores desfavorecidos

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destacó que América Latina y el Caribe están cerca de lograr una matriculación universal a laeducación primaria con una tasa de 95 por ciento, pero advirtió que "aún hay más de 2,5 millones de niños fuera de la escuela en la región".
"Además, la evaluación de si la educación primaria universal ha sido lograda debe basarse en medidas de finalización en vez de matriculación, que a menudo dan un panorama optimista engañoso", remarcó el informe "Enseñanza y aprendizaje: lograr la calidad para todos", divulgado este miércoles.
Como ejemplo, la Unesco señaló que Guatemala tuvo una tasa neta de matriculación de 98% en 2010, pero se esperaba que sólo el 79% de los niños en edad de iniciar la educación básica terminara ese nivel.
El organismo también apuntó que, a nivel global, 250 millones de niños en edad de cursar la educación primaria no están alcanzando los niveles básicos de aprendizaje, lo que cuesta 129.000 millones de dólares por año a los gobiernos. Y también precisó que existen enormes disparidades entre países de América Latina y el Caribe. En ese sentido, enfatizó que la pobreza puede afectar la capacidad de los niños para aprender.
La pobreza puede afectar la capacidad de los niños para aprender, según la Unesco
La proporción de estudiantes de primaria que obtienen las capacidades básicas de lectura va de alrededor del 95% en Argentina, Chile, Cuba, México y Uruguay, a menos del 80% en República Dominicana, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay. El desempeño en matemáticas es incluso peor, con sólo el 70% de los niños de la región aprendiendo lo básico.
En Nicaragua, donde el 60% de los niños alcanza el parámetro mínimo de aprendizaje en lectura, sólo el 37% lo logra en matemáticas. En Chile, las proporciones son de casi 100% para lectura y 20% para matemáticas.
Si bien en Costa Rica y Uruguay al menos el 80% de los niños completa la educación primaria y alcanza el parámetro mínimo en matemáticas independientemente de si son ricos o pobres, la brecha entre grupos socioeconómicos es notable en otros países.

En El Salvador, el 42% de los niños de los hogares más pobres completan la educación primaria y dominan los conocimientos básicos, frente al 84% entre los más ricos. En Guatemala, la disparidad va de sólo el 25% a casi el 75 por ciento.
Vivir en áreas rurales, que a menudo carecen de maestros y recursos pedagógicos, también puede ser una barrera para el aprendizaje. En Panamá, por ejemplo, las brechas en desempeño en matemáticas y lectura entre los estudiantes rurales y urbanos exceden los 15 puntos porcentuales.
Las minorías y los sectores rurales tienen problemas para acceder a una mejor educación
Igualmente, hablar una lengua minoritaria puede ser una desventaja, pues "la discriminación que enfrentan algunos grupos indígenas o étnicos se ve reforzada por el hecho de que el idioma usado en las aulas puede no ser el que hablan", de acuerdo con el reporte.
En Perú, los hablantes de español tienen siete veces más probabilidades que los de lenguas indígenas de lograr un nivel satisfactorio en lectura, y en Guatemala sólo el 47% de los estudiantes pobres de entornos rurales que hablan idiomas nativos alcanzan el parámetro mínimo en matemáticas, frente al 88% de los hispanohablantes ricos de la ciudad.
La Unesco resaltó que la crisis de aprendizaje no puede ser superada a menos que las políticas se enfoquen en mejorar la educación de los grupos desfavorecidos, para lo cual "brindar a los maestros la capacidad para cumplir con los programas educativos es una prioridad".

Para ello, propuso una estrategia de cuatro puntos para lograr ese objetivo, empezando por atraer a los "mejores maestros" y "reclutar profesores de minorías étnicas". En segundo lugar, mejorar la capacitación de los educadores mediante programas que les brinden "un buen entendimiento de las materias que van a impartir".
En tercer lugar, según la Unesco, se requiere "poner a los maestros donde más se necesitan", para lo cual sugirió brindar incentivos financieros y buena vivienda para promover el despliegue de buenos educadores en áreas remotas y rurales.
Finalmente, la estrategia prevé "proporcionar incentivos para retener a los mejores maestros", ofreciéndoles una atractiva senda profesional "con criterios de promoción que tengan en cuenta iniciativas de los educadores para abordar la diversidad y apoyar a los estudiantes desaventajados".

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