UN BUEN MAESTRO MARCA LA DIFERENCIA

Bid, 15/8/2014

REDUCCIÓN DE LA BRECHA DE APRENDIZAJE EN ECUADOR

La desigualdad en América Latina y el Caribe empieza a manifestarse a temprana edad. Las diferencias en el desarrollo cognitivo entre los niños de hogares menos favorecidos y los de hogares más acomodados son notorias en la primera infancia. En Ecuador, por ejemplo, los niños pobres de cinco años de edad muestran un atraso de 1,5 años en términos de desarrollo cognitivo frente a sus pares de mayores recursos.

La información empírica sugiere que además de un entorno familiar propicio, los maestros constituyen el factor que más incide en el aprendizaje de los niños. Con el objeto de determinar cuáles son las mejores políticas para reforzar la enseñanza y ayudar a reducir la brecha de aprendizaje, el gobierno de Ecuador y el BID han puesto en marcha un valioso esfuerzo de investigación que consiste en medir el impacto de la calidad de los maestros en los resultados académicos de los niños de menores recursos.

El estudio, titulado Cerrando la brecha, busca además que se comprenda mejor cuáles son los elementos que determinan que unos maestros sean mejores o peores que otros, así como la manera en que su labor puede ayudar a compensar un entorno familiar poco propicio para el aprendizaje. En el marco del estudio se están compilando y analizando las características y el rendimiento de una muestra de 15.000 alumnos y sus respectivos maestros desde el ingreso al jardín infantil en 2012, hasta la conclusión del primer grado en el año escolar 2013–2014.

Hay dos estudios que pueden equipararse en diseño y amplitud al que se está realizando en Ecuador: el proyecto STAR en Tennessee, que arrancó en los años ochenta, y un estudio en curso financiado por la fundación Bill y Melinda Gates: Measuring Effective Teaching.

LA MUESTRA

El estudio de Ecuador se enfoca en el nivel de preescolar de 204 escuelas y cada nivel comprende entre dos y seis clases. Los alumnos de cada nivel se asignaron a un maestro de manera aleatoria y se sometieron a una prueba de vocabulario receptivo. Este tipo de prueba permite medir la capacidad de un niño para expresar con una palabra el nombre de objetos, acciones y conceptos presentados en imágenes. Los resultados de las pruebas se utilizaron para establecer una línea de base del desarrollo cognitivo de los alumnos.

Para reunir datos sobre las características y la calidad de los docentes, las actividades realizadas en cada aula se filman durante un día entero, y las interacciones maestro-alumno captadas en los videos se codifican según una metodología denominada Sistema de Calificación para la Evaluación en el Aula (CLASS). Esta metodología, ampliamente usada en los Estados Unidos en la evaluación de programas educativos, mide la calidad de las interacciones maestro-alumno en tres dimensiones fundamentales: receptividad del maestro a las opiniones y puntos de vista de los alumnos; organización en el aula —lo que incluye formatos de productividad y aprendizaje— y apoyo pedagógico. Según se desprende de varios estudios internacionales, los niños cuyos maestros tiene una alta calificación CLASS aprenden con mayor facilidad.

RESULTADOS PRELIMINARES

Los resultados preliminares del año inicial del estudio indican que la labor de un buen maestro por sí sola puede contribuir sustancialmente a reducir la brecha entre alumnos de alto y bajo rendimiento.

En promedio, los alumnos asignados al mejor maestro de la escuela redujeron en nueve puntos porcentuales su probabilidad de caer en el quintil inferior de aprendizaje. Este efecto fue significativo en cada una de las tres dimensiones analizadas: lenguaje, matemáticas y destrezas relacionadas con la función ejecutiva.

Más aún, se pudo constatar que los maestros que tuvieron un mayor impacto sobre el promedio de los alumnos también ejercieron un impacto más visible sobre los estudiantes con rendimiento inferior. Los resultados indican que un alumno pobre perteneciente al 20% de la población de menor ingreso, pero asignado a un maestro sumamente eficaz, puede rendir tanto como un niño perteneciente al 20% de mayor ingreso asignado a un docente menos eficaz. Esto significa que un muy buen maestro puede por sí solo cerrar completamente las brechas de aprendizaje existentes al inicio del ciclo educativo de un niño.

Lo mismo se puede concluir al tomar en cuenta el nivel de educación de la madre de un niño. Bajo la tutela de un buen maestro, un alumno cuya madre solo posea una educación básica puede tener el mismo rendimiento que otro cuya madre haya completado la enseñanza secundaria pero no haya tenido un maestro eficaz.

El estudio también ha puesto de manifiesto que el impacto de un maestro eficaz en términos de aprendizaje supera al de las transferencias condicionadas de efectivo. En el caso de Ecuador, dicho efecto prácticamente duplica el de recibir fondos a través del programa nacional de transferencias condicionadas.

Las conclusiones de este proyecto en curso pueden tener importantes repercusiones de política para Ecuador y otros países de América Latina y el Caribe. En la actualidad, los alumnos de la región obtienen resultados más bajos en pruebas internacionales que los de otras regiones con niveles de ingreso similares. El estudio puede ayudar a los gobiernos en dos aspectos: idear mecanismos eficaces de selección y evaluación de maestros, y desarrollar programas de formación de docentes y programas especiales de educación para niños desfavorecidos, a fin de reducir la brecha de aprendizaje y afrontar desde la primera infancia el problema de la desigualdad.