Sus comienzos
La inversión política en educación ha sido fuerte, porque comprenden a la educación como base del futuro económico: el gobierno de Corea del Sur gasta casi la mitad de lo que gasta el de Estados Unidos en los alumnos de la educación primaria, pero ha logrado resultados más altos. En los inicios de este eficiente sistema educacional nos encontramos con una larga trayectoria de políticas públicas destinadas a mejorar la educación, uno de los bienes más preciados por la sociedad coreana.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas militares estadounidenses ocuparon el sur de la península de Corea, fueron asentadas las bases de este sistema, inspirado en el modelo norteamericano. Desde entonces el gobierno desarrolló un sistema educativo adecuado a las diferentes etapas de desarrollo que vivió el país.
Hasta mediados de los años 70 el gobierno introdujo una serie de planes económicos que enfatizaron el crecimiento de la industria exportadora, por lo que en esa época las políticas educativas estuvieron enfocadas a proveer mano de obra calificada a la economía, reforzando el currículo escolar en el área tecnológica y científica. El descubrimiento y la investigación se transformaban en los principales métodos de enseñanza.
Durante los 80, el gobierno fijó sus prioridades educativas en base a los problemas sociales –como la alta competencia para el ingreso universitario–, y se esforzó por reducir el número de tutores privados, que significaban una carga económica para los padres, lo que fue complementado con la integración de las áreas y el desarrollo personal integral.
A comienzo de los 90, la economía coreana se diversificó; la calidad, relevancia y excelencia de la educación se convirtieron en prioridades del gobierno: se decidió focalizar el currículo en el aprendizaje, respetando la diversidad individual, y se pusieron en marcha diversas políticas públicas que fueron modificando el sistema hasta la actualidad.
La actualidad
Hoy el sistema educativo coreano consiste en seis años de primaria, otros seis de secundaria y entre dos a cinco años de educación superior, dividida entre institutos técnicos y universidades. La educación secundaria se divide en la académica y la profesional, y la educación superior está clasificada en cuatro categorías: universidad, universidad de profesores, universidades teológicas, seminarios y educación por correspondencia o a distancia.
La administración se ha centralizado y el Ministerio de Educación (MOE) tiene la responsabilidad sobre las políticas y la administración de la educación general, profesional y técnica, regulando tanto la operación de las escuelas como las inscripciones, tarifas, los programas, la contratación de profesores y las instalaciones.
A nivel provincial y municipal las Autoridades de Educación Local (LEAs) tienen una relativa autonomía con respecto al gobierno central: son autónomas para asegurar los recursos financieros y el personal de las escuelas.
Las reformas
A partir de 1995, un Comité Presidencial lanzó una reforma que se fundamentó en la eliminación de prácticas sociales no deseadas, como la enseñanza orientada a aprobar exámenes y la excesiva demanda de tutores privados, enfocándose en la capacitación de alumnos para la sociedad de la información. A partir de esto se decidieron tres políticas. La primera de ellas consistió en la modificación del alto nivel de regulación del sistema, que estaba produciendo problemas de falta de flexibilidad, espontaneidad y creatividad en los educadores y las instituciones. Se tomaron medidas como el financiamiento en base al desempeño, la abolición de la inspección directa del Ministerio, reemplazada por evaluaciones de un panel profesional. Además se invitó a los padres y a la comunidad en general a participar de actividades extraprogramáticas y de la implementación del programa.
Sobre la base de ese programa se tomó una segunda medida, reformándolo para permitir mayor diversificación del aprendizaje y la enseñanza. Se ofrecieron a los alumnos más opciones de asignaturas, reduciendo cargas de aprendizaje innecesario. Esta reforma promueve que los alumnos aprendan de acuerdo con sus aptitudes, talentos y habilidades. Todo esto reforzado con un plan común que se limita a equipar a los alumnos con las llamadas 3R: lengua extranjera, habilidades interpersonales y alfabetización en tecnologías de la información. Además, en las escuelas de enseñanza profesional se promovió una mayor experiencia práctica y se introdujo una mayor vinculación entre las escuelas secundarias profesionales y los institutos técnicos, convencidos de que la especialización a ese nivel es un requisito fundamental de estos tiempos.
Tecnologías de la Información y la Comunicación
Una tercera medida, fue la integración de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sistema educacional, que abarcó desde la introducción de un sistema de reconocimiento de competencias TIC al interior de las escuelas hasta la inversión en infraestructura TIC para las escuelas primarias y secundarias, pasando por el desarrollo de un sistema de administración de la información escolar, llamado SMIS, y mayores oportunidades de capacitación en TIC para los profesores. Estas acciones fueron perfeccionadas con una serie de regulaciones creadas para acomodar las nuevas tecnologías al aula, y el se estableció un centro de intercambio de informaciones: el Korea Education and Research Information System (Keris).
La implementación de las tecnologías de la información en las aulas de clases siguió tres pasos fundamentales de un “plan maestro”. El primero fue integrarlas en la infraestructura de la clase, ofreciendo a cada profesor una computadora personal y la implementación además del EDUNET, sistema que vincula las políticas públicas a las escuelas. La segunda medida se centró en el desarrollo de contenidos y la integración de los EBS (Educational Broadcasting System), que permiten realizar transmisiones de clases por internet, entre otras utilidades. Finalmente, se estableció un programa bautizado como Life Long Learning Society (Sociedad de Educación a largo plazo) creado para integrar a los coreanos en una educación continua, que trascienda los estudios universitarios.
El aula, presente y futuro
El lugar donde se hacen más evidentes las reformas del modelo coreano es el aula, que se ha visto dotada de variadas herramientas que posibilitan el desarrollo de las TIC. La institución encargada de proveer a las aulas es la Korean Education Development Institute (Kedi).
Una de las implementaciones más llamativas fueron los libros de textos digitales, que son ejecutados a través de Tablet PC con touchscreen, por lo que se pueden leer, ver, escuchar y manipular, trabajando y escribiendo directamente sobre ellos, como si fueran un cuaderno, a través del teclado y de un lápiz óptico.
Algunos programas “del pasado” han sido modernizados. El Air & Correspondence High School (ACHS), basado en la educación por correspondencia o a distancia, que hoy se realiza por Internet, incluye entre sus características un sistema integrado de evaluaciones, de calificaciones y de asistencia, que permite que el alumno, aun cuando no asista físicamente a clases, sea correctamente evaluado y que se lleve un completo registro de su desempeño, lo que se complementa con clases grabadas, acceso a profesores en vivo y comunicación con sus compañeros de curso a través del chat.
Otros programas son el E-life Long Education Center, que promueve el aprendizaje posterior a la educación de grado; el E-teaching and E-learnig Support System, que se encarga de regular la educación en las escuelas a través de EDUNET; el National Education Information System (NEIS), que integra toda la información del país que sirve de apoyo a la educación, y el Cyber e-learning Home System, que se encarga de que todos los hogares coreanos cuenten con las herramientas necesarias para aprender vía TIC, garantizando que hasta el niño más pobre tenga una computadora para aprender. Finalmente, el Educational Broadcasting System (EBS), sistema de transmisión de las clases que se realiza por TV satelital (SAT), TV cable e internet.
Esta estrategia ha permitido que la educación coreana haya logrado, en poco tiempo, crear uno de los sistemas más eficientes e innovadores del mundo, cuyos principales pilares son la igualdad de oportunidades y la educación de calidad.
Más información en:
http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD_Mundial2010/datos/micro-corea-sur.html
http://argentina.korean-culture.org/navigator.do?siteCode=null&langCode=null&menuCode=200807310140&promImg=1198681541453.jpg&menuType=BB&subImg=1198681482032.gif&action=VIEW&seq=30894
http://eng.kedi.re.kr/
http://www.ebs.co.kr/index.jsp
http://english.keris.or.kr/
http://www.edunet4u.net/main/english/introduction.jsp
La inversión política en educación ha sido fuerte, porque comprenden a la educación como base del futuro económico: el gobierno de Corea del Sur gasta casi la mitad de lo que gasta el de Estados Unidos en los alumnos de la educación primaria, pero ha logrado resultados más altos. En los inicios de este eficiente sistema educacional nos encontramos con una larga trayectoria de políticas públicas destinadas a mejorar la educación, uno de los bienes más preciados por la sociedad coreana.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas militares estadounidenses ocuparon el sur de la península de Corea, fueron asentadas las bases de este sistema, inspirado en el modelo norteamericano. Desde entonces el gobierno desarrolló un sistema educativo adecuado a las diferentes etapas de desarrollo que vivió el país.
Hasta mediados de los años 70 el gobierno introdujo una serie de planes económicos que enfatizaron el crecimiento de la industria exportadora, por lo que en esa época las políticas educativas estuvieron enfocadas a proveer mano de obra calificada a la economía, reforzando el currículo escolar en el área tecnológica y científica. El descubrimiento y la investigación se transformaban en los principales métodos de enseñanza.
Durante los 80, el gobierno fijó sus prioridades educativas en base a los problemas sociales –como la alta competencia para el ingreso universitario–, y se esforzó por reducir el número de tutores privados, que significaban una carga económica para los padres, lo que fue complementado con la integración de las áreas y el desarrollo personal integral.
A comienzo de los 90, la economía coreana se diversificó; la calidad, relevancia y excelencia de la educación se convirtieron en prioridades del gobierno: se decidió focalizar el currículo en el aprendizaje, respetando la diversidad individual, y se pusieron en marcha diversas políticas públicas que fueron modificando el sistema hasta la actualidad.
La actualidad
Hoy el sistema educativo coreano consiste en seis años de primaria, otros seis de secundaria y entre dos a cinco años de educación superior, dividida entre institutos técnicos y universidades. La educación secundaria se divide en la académica y la profesional, y la educación superior está clasificada en cuatro categorías: universidad, universidad de profesores, universidades teológicas, seminarios y educación por correspondencia o a distancia.
La administración se ha centralizado y el Ministerio de Educación (MOE) tiene la responsabilidad sobre las políticas y la administración de la educación general, profesional y técnica, regulando tanto la operación de las escuelas como las inscripciones, tarifas, los programas, la contratación de profesores y las instalaciones.
A nivel provincial y municipal las Autoridades de Educación Local (LEAs) tienen una relativa autonomía con respecto al gobierno central: son autónomas para asegurar los recursos financieros y el personal de las escuelas.
Las reformas
A partir de 1995, un Comité Presidencial lanzó una reforma que se fundamentó en la eliminación de prácticas sociales no deseadas, como la enseñanza orientada a aprobar exámenes y la excesiva demanda de tutores privados, enfocándose en la capacitación de alumnos para la sociedad de la información. A partir de esto se decidieron tres políticas. La primera de ellas consistió en la modificación del alto nivel de regulación del sistema, que estaba produciendo problemas de falta de flexibilidad, espontaneidad y creatividad en los educadores y las instituciones. Se tomaron medidas como el financiamiento en base al desempeño, la abolición de la inspección directa del Ministerio, reemplazada por evaluaciones de un panel profesional. Además se invitó a los padres y a la comunidad en general a participar de actividades extraprogramáticas y de la implementación del programa.
Sobre la base de ese programa se tomó una segunda medida, reformándolo para permitir mayor diversificación del aprendizaje y la enseñanza. Se ofrecieron a los alumnos más opciones de asignaturas, reduciendo cargas de aprendizaje innecesario. Esta reforma promueve que los alumnos aprendan de acuerdo con sus aptitudes, talentos y habilidades. Todo esto reforzado con un plan común que se limita a equipar a los alumnos con las llamadas 3R: lengua extranjera, habilidades interpersonales y alfabetización en tecnologías de la información. Además, en las escuelas de enseñanza profesional se promovió una mayor experiencia práctica y se introdujo una mayor vinculación entre las escuelas secundarias profesionales y los institutos técnicos, convencidos de que la especialización a ese nivel es un requisito fundamental de estos tiempos.
Tecnologías de la Información y la Comunicación
Una tercera medida, fue la integración de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sistema educacional, que abarcó desde la introducción de un sistema de reconocimiento de competencias TIC al interior de las escuelas hasta la inversión en infraestructura TIC para las escuelas primarias y secundarias, pasando por el desarrollo de un sistema de administración de la información escolar, llamado SMIS, y mayores oportunidades de capacitación en TIC para los profesores. Estas acciones fueron perfeccionadas con una serie de regulaciones creadas para acomodar las nuevas tecnologías al aula, y el se estableció un centro de intercambio de informaciones: el Korea Education and Research Information System (Keris).
La implementación de las tecnologías de la información en las aulas de clases siguió tres pasos fundamentales de un “plan maestro”. El primero fue integrarlas en la infraestructura de la clase, ofreciendo a cada profesor una computadora personal y la implementación además del EDUNET, sistema que vincula las políticas públicas a las escuelas. La segunda medida se centró en el desarrollo de contenidos y la integración de los EBS (Educational Broadcasting System), que permiten realizar transmisiones de clases por internet, entre otras utilidades. Finalmente, se estableció un programa bautizado como Life Long Learning Society (Sociedad de Educación a largo plazo) creado para integrar a los coreanos en una educación continua, que trascienda los estudios universitarios.
El aula, presente y futuro
El lugar donde se hacen más evidentes las reformas del modelo coreano es el aula, que se ha visto dotada de variadas herramientas que posibilitan el desarrollo de las TIC. La institución encargada de proveer a las aulas es la Korean Education Development Institute (Kedi).
Una de las implementaciones más llamativas fueron los libros de textos digitales, que son ejecutados a través de Tablet PC con touchscreen, por lo que se pueden leer, ver, escuchar y manipular, trabajando y escribiendo directamente sobre ellos, como si fueran un cuaderno, a través del teclado y de un lápiz óptico.
Algunos programas “del pasado” han sido modernizados. El Air & Correspondence High School (ACHS), basado en la educación por correspondencia o a distancia, que hoy se realiza por Internet, incluye entre sus características un sistema integrado de evaluaciones, de calificaciones y de asistencia, que permite que el alumno, aun cuando no asista físicamente a clases, sea correctamente evaluado y que se lleve un completo registro de su desempeño, lo que se complementa con clases grabadas, acceso a profesores en vivo y comunicación con sus compañeros de curso a través del chat.
Otros programas son el E-life Long Education Center, que promueve el aprendizaje posterior a la educación de grado; el E-teaching and E-learnig Support System, que se encarga de regular la educación en las escuelas a través de EDUNET; el National Education Information System (NEIS), que integra toda la información del país que sirve de apoyo a la educación, y el Cyber e-learning Home System, que se encarga de que todos los hogares coreanos cuenten con las herramientas necesarias para aprender vía TIC, garantizando que hasta el niño más pobre tenga una computadora para aprender. Finalmente, el Educational Broadcasting System (EBS), sistema de transmisión de las clases que se realiza por TV satelital (SAT), TV cable e internet.
Esta estrategia ha permitido que la educación coreana haya logrado, en poco tiempo, crear uno de los sistemas más eficientes e innovadores del mundo, cuyos principales pilares son la igualdad de oportunidades y la educación de calidad.
Más información en:
http://coleccion.educ.ar/coleccion/CD_Mundial2010/datos/micro-corea-sur.html
http://argentina.korean-culture.org/navigator.do?siteCode=null&langCode=null&menuCode=200807310140&promImg=1198681541453.jpg&menuType=BB&subImg=1198681482032.gif&action=VIEW&seq=30894
http://eng.kedi.re.kr/
http://www.ebs.co.kr/index.jsp
http://english.keris.or.kr/
http://www.edunet4u.net/main/english/introduction.jsp
- Autor: Cecilia Perez Declercq |
- 24-02-2011 |
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