El presidente de Sangari Argentina fue entrevistado por Clarín. Ciencia, tecnología e innovación analizadas desde la educación. Por qué enseñar ciencia es una herramienta de inclusión social.
Adriana Carrasco - Clarín
Durante sus nueve años al frente de la oficina de la UNESCO en Brasil, el argentino Jorge Werthein logró convertirla en la sede con mayor peso en el mundo. Sociólogo y especialista en cooperación multilateral, Werthein es, desde hace más de treinta años, uno de los mayores referentes continentales en temas de educación. Actualmente preside Sangari Argentina, desde donde coordina un programa de enseñanza en ciencias que ya se desarrolla en escuelas públicas de la provincia de Tucumán y de la zona sur del conurbano bonaerense.
Como un desafío acuciante, Werthein señala la importancia de desarrollar "políticas públicas en educación inclusivas, democráticas y de calidad, que intenten romper las desigualdades sociales".
¿Cuál es si diagóstico de la situación actual?
El capital más importante de cualquier sociedad en el mundo es el conocimiento. En América Latina, la educación en ciencias siempre fue postergada, a diferencia de lo que sucede en los países desarrollados. Es importante implementar programas que pongan el énfasis en el razonamiento, en lo investigativo y no en memorizar. Todos los chicos tienen una relación cotidiana cada vez más estrecha con fenómenos científicos y tecnológicos, desde el uso del agua hasta los jueguitos de la computadora. Es decir, para innovar en ciencia y tecnología hay que empezar en la escuela primaria. Cómo se puede considerar irrelevante alfabetizar científicamente a esos niños?
¿Y cómo se logra?
Lo nuevo y lo desconocido siempre genera resistencia, es algo natural. Cuando ven los resultados en términos de aprendizaje, esto cambia. Sucede con el programa que estamos implementando tanto en favelas de Río de Janeiro, como en Tucumán, Avellaneda, Lanús y Lomas de Zamora.
El deterioro educativo de la región quedó en evidencia en la última prueba PISA, que analiza el rendimiento de alumnos de 15 años en competencia de lectura, matemática y ciencias naturales. Los países de América Latina obtuvieron malos resultados. Estados Unidos tampoco salió feliz de la prueba, ya que descendió al puesto diecisite. Varios países asiáticos, en cambio, lograron escalar posiciones en los últimos años, hasta ocupar los primeros lugares.
¿Qué lectura hace de los resultados de PISA?
Los más importantes científicos estadounidenses prepararon un informe sobre la situación de la enseñanza de las ciencias y la producción de conocimiento. Allí piden que Estados Unidos empiece a prestar más atención a la formación de científicos y a la enseñanza en ciencias desde la escuela primaria. El informe muestra cómo fue declinando el número de alumnos que se matriculan en las carreras científicas. Es claro: si no se producen científicos, no se produce conocimiento. Estados Unidos se muestra preocupado por esta gravísima situación. Ahora bien, Argentina y Brasil tampoco obtuvieron buenos resultados. Sin embargo, no se lo considera un tema prioritario. Aunque hay que reconocer que ambos en países está aumentando la preocupación por este problema.
¿Cómo se refleja esto?
Argentina se está dinamizando a partir de la creción del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El de Brasil se creó un poco antes. En ambos países se está dando apoyo a la investigación científica. Nosotros tenemos un desarrollo más acelerado y profundo en todo lo relacionado con la energía atómica. En cambio, Brasil tiene un desarrollo en fabricación de aviones, en la exploración petrolera y participa en la carrera espacial. Pero cuando nos evalúan desde afuera, no estamos bien. En la enseñanza en ciencias estamos a enorme distancia de otros países.
¿Qué receta aplicaron en Asia para tener mejores resultados?
Se dieron cuenta de que tenían que invertir en recursos humanos, porque ése es el capital más importante. Entendieron que la única oportunidad de entrar en competencia consistía en agregar valor al conocimiento.
Jorge Werthein es Doctor en Educación y fue director de la Unesco en Brasil entre 1996 y 2005. Es Presidentre de Sangari Argentina
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