28 de fevereiro de 2011

Hacer escuela: Inés Dussel



La escuela es una institución donde se aprenden distintas cuestiones. Sentarse al lado no de quien nos gusta sino de quien nos toca y convivir con estilos adultos diferentes; apropiarse de contenidos académicos desafiantes en diversas áreas del conocimiento; ser rigurosos en el uso de lenguaje y perspectivas complejas. Esa es la principal tarea, la que deberíamos mejorar para que no sea una oportunidad perdida para muchos chicos.
Pero la escuela también es una organización laboral, con trabajadores docentes y no docentes que cumplen la función de transmitir la cultura y que tienen al mismo tiempo derechos y obligaciones. La docencia hoy combina características de funcionariado público, profesionalidad académica y trabajo sindicalizado, en un equilibrio inestable que suele traer sobresaltos al año escolar.
La escuela es, finalmente, una institución donde conviven muchas personas varias horas al día. A veces la acción conjunta es frenada por celos y competencias, y los chicos la pasan mal por burlas o maltratos. Hacer de la escuela un lugar con reglas democráticas, donde circule la palabra, el amor al conocimiento y a las personas, es también parte de la tarea cotidiana en cada nuevo ciclo.
Sumemos los desafíos de la inclusión de sectores sociales que estaban marginados de la escuela, y también los que vienen de la cultura digital, que pide respuestas rápidas e inmediatas. Nunca fue fácil el año escolar, pero esta época plantea una complejidad inédita. No hay recetas simples, ni una llave mágica que solucione todos los problemas. Lo que sí podemos pedir a las autoridades, docentes, alumnos y familias, es que “se haga escuela” todos los días y se asuma una responsabilidad ética y política por la educación.
Clarín

Nenhum comentário:

Postar um comentário