26-04-11 INFOBAE
Lo indicó un estudio sobre la situación de 37 países. China, Túnez y Cuba son otros de los opresores. El régimen de Mahmud Ahmadinejad aumentó su poder de control para evitar las críticas y que los opositores se organicen
El régimen intensificó su censura sobre la web desde que comprendió que fue un canal fundamental para que miles de usuarios se organizaran en 2009 para protestar contra la fraudulenta elección que prolongó el gobierno de Ahamadinejad.
El decisivo papel de esa herramienta en las recientes revueltas que tienen lugar en varios de los países árabes elevó el nivel de alerta de las autoridades iraníes. En respuesta, han mejorado sus técnicas de control, al tiempo que complementan su persecución con arrestos a opositores y a blogueros críticos.
Irán se convirtió, de ese modo, en el mayor opresor del mundo en materia de acceso a Internet. Así surge de un informe realizado por la Organización No Gubernamental Freedom House, con sede en Washington, que tiene a Estonia y a los Estados Unidos como ejemplos de libertad, y a China, Túnez y Cuba -además de Irán- en el otro extremo.
Según el reporte, la República islámica -que siempre mantuvo un estricto seguimiento del acceso de sus ciudadanos al mundo digital- trepó en 2011 al primer puesto producto de un endurecimiento de sus políticas de censura y seguridad informática.
Tras las protestas por la reelección de Ahmadinejad, Teherán promulgó una ley para prohibir sitios relacionados a la oposición. La norma alcanzó, también, los contenidos en defensa de los derechos de las mujeres y de los homosexuales y aquellos que puedan llegar a considerarse ofensivos contra las figuras religiosas.
Esa primera medida estuvo seguida de numerosos esfuerzos por optimizar sus controles. El régimen adquirió sofisticados equipamientos de monitoreo. Algunos sitios encriptados, como Gmail, fueron directamente bloqueados para que sus usuarios utilicen alternativas menos seguras, de fácil acceso. Incluso, llegó a desarrollar un mecanismo mediante el cual los usuarios de Internet más experimentados creían navegar por conexiones seguras, cuando en realidad eran espiados. Y se hizo de un equipo capaz de almacenar toda esa información durante seis meses, de manera que sus censores tengan tiempo para investigarla.
El resultado de esos controles se hizo patente con las detenciones de más de 50 blogueros. Uno de ellos, Omidreza Mirsayafi, murió en la cárcel en circunstancias poco claras, mientras que Hossein Derakshan, reconocido impulsor del uso de Internet para organizar a la oposición, fue condenado a 20 años de prisión.
Andy Greenberg, periodista de la revista Forbes experto en seguridad informática, advirtió que el reciente virus que afectó el plan nuclear del régimen podría servir de excusa para volver a intensificar su control sobre Internet.
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