El último Informe del Programa Internacional de Evaluación de estudiantes (PISA) 2012 pateó el tablero del sistema educativo argentino y permitió autocríticas, reflexiones y debates pero también necesita de propuestas esperanzadoras.
La agenda que dejó planteada las evaluaciones PISA 2012 a todo el concierto de actores que intervienen en el sistema educativo argentino es larga y con el correr de los días se complejiza. Y esto es bueno si no se pretende esconder los datos bajo la alfombra, sino por el contrario analizarlos con una dimensión superadora en el camino hacia la calidad del sistema educativo en su conjunto.
Nada puede borronear ni correr del eje principal del debate los magros resultados académicos dejó PISA 2012 para la Argentina, pero no son los únicos datos, ni tal vez los más importantes.
Los resultados para el año 2012 de PISA ubican a la Argentina en el puesto N° 59 entre un total de 65 países participantes. Siete de cada diez jóvenes obtuvieron las calificaciones más bajas en Matemática. En relación con Lengua, se afirma la tendencia de que los estudiantes no comprenden lo que leen. Y el rendimiento de los estudiantes argentinos en Ciencia se ubica en los 406 puntos, mientras que el promedio de rendimiento de los países evaluados es de 501.
Las pruebas PISA sin duda representan una oportunidad para elevar el nivel del debate educativo.
En el caso argentino, PISA 2012 pone sobre la mesa el desafío a todo el "elenco estable" del sistema educativo ( docentes, funcionarios, estudiantes, padres, instituciones, sindicatos, entre otros) y de la sociedad para darle continuidad en el tiempo a las metas y al cambio de paradigma que se dispara.
Se trata también de desacralizar algunos debates y ponerlos a circular: el rol docente, capacitación, uso de las nuevas tecnologías, asignacion y distribucion del presupuesto nacional en Educación , mejorar la condiciones y el ambiente donde ocurre el aprendizaje, entre muchos otros temas.
"Respecto de los resultados de PISA 2012 Argentina recibió una valoración crítica en calidad educativa pero mejoró en equidad. La equidad muestra el peso del nivel socioeconómico en el rendimiento. El impacto de la herencia social que arrastra un alumno, en este punto Argentina está menos mal que en 2009" , explica Axel Rivas, investigador principal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, CIPPEC.
En las ultimas pruebas de PISA 2012, países asiáticos como Corea, Japón o países europeos como Finlandia o Alemania demostraron ser los reyes de la resiliencia: alumnos de bajo nivel económico, mostraron buenos resultados en las pruebas. Estos países han demostrado el éxito de la cultura de la perseverancia y la superación personal.
"Pero -alerta Rivas- la calidad no es todo. También hay que decir que China logra calidad educativa al costo de no tener infancia, y de jóvenes que no disfrutan, ni son felices".
Los datos colaterales
Corea del Sur ocupa el puesto numero 5 del ranking PISA 2012 y tiene la tasa más alta de suicidios y los mismos alumnos que han hecho la prueba expresan un grado de felicidad muy bajo cuando asisten a la escuela.
Argentina en estos "datos colaterales" que arroja PISA 2012 tampoco aparece con buenas noticias. El informe concluye que de los 65 países auditados los alumnos que más nivel de ausentismo mostraron fueron los argentinos.
Y agrega Rivas: "el 60% de los estudiantes argentinos que participaron en PISA faltaron al menos una vez a clase en dos semanas. Y frente a la pregunta si se sienten felices: Argentina evidenció el mayor grado de infelicidad de parte de los alumnos a la hora de ir a la escuela en todo América Latina. Y esto plantea un interrogante muy profundo: ¿cuál es el sentido de la escuela secundaria?
En las preguntas a los docentes y alumnos sobre el clima del aula, sobre el ambiente propio del aprendizaje, Argentina fue el que peor se posiciona entre los 65 países y en la región. Y esto revela que ni docentes, ni alumnos se están sintiendo cómodos", concluye .
Hacia la calidad y más allá
Avanzar en los temas de calidad educativa y gestionar mejor la educación en la Argentina permitirá que a los chicos les vaya bien en los exámenes PISA y también en la vida.
"Los resultados PISA 2012 nos permiten disponer de información y datos para formular juicios de valor y lo más importante hoy es la toma de decisiones encaminadas a la mejora continua del sistema educativo. Desde la política pública educativa se puede implementar el diseño de algún tipo de programa de sensibilización y simulación de las pruebas PISA que permita a los estudiantes amigarse con el formato de las evaluaciones" , explica Gabriela Azar , directora de la Gerencia Operativa de Currículum del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y directora del Departamento de Educación de la UCA.
Argentina participa como país asociado de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) con una pago aproximado de 50 mil euros para participar de la prueba PISA. Se trata de la evaluación más conocida del mundo de aprendizajes de alumnos de 15 años de edad que toma la OCDE, cada tres años.
"Es importante estudiar cómo juega en la conformación de PISA las diferentes historias y tradiciones de cada país que participa. Muchas veces las pruebas estandarizadas tienen su origen en el exterior y están descontextualizadas de la realidad cotidiana de las escuelas y de su proyecto educativo. Una variable importante, que algunos estudios internacionales están considerando para entender la variación en los resultados arrojados por las pruebas PISA 2012, es la motivación de los estudiantes. Aquí es importante preguntarse si el hecho de responder ítems de una prueba estandarizada externa motiva o no a los estudiantes al aprendizaje continuo y a potenciar sus capacidades. En este sentido, la inclusión de pruebas estandarizadas en los sistemas educativos nacionales, deberían poder enmarcarse en un horizonte común de sentido y priorizar aprendizajes significativos en pos de la construcción de proyectos de vida plenos y autónomos", refiere Azar.
Mirada regional
Para Axel Rivas, especialista en educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento ( CIPPEC) los países latinoamericanos demostraron un estancamiento regional en PISA 2012, respecto de la última prueba del 2003, sobre todo en comprensión lectora, sin duda la materia que plantea para la Argentina el escenario más crítico.
Rivas rescata de PISA la evaluación y comparación que hace sobre los los países de América Latina .
"Siguiendo la trayectoria de la Argentina vemos un correlato muy estrecho con la situación económica y social del país: entre 2000 y 2006 Argentina bajó fuerte en PISA junto con la devastadora crisis social; entre 2006 y 2009 mejoró mucho, al igual que la economía; entre 2009 y 2012 hubo estancamiento, también siguiendo a la situación económica".
Analizando la última década los casos más impactantes de incremento en su calidad educativa es el de Perú, Brasil y Chile. Y el único país que bajó en todas las pruebas 2012 es Uruguay. Así se pueden establecer de alguna manera tres bloques que han logrado de mayor a menor calidad educativa en los PISA entre el 2000 y el 2012 (teniendo en cuenta que Argentina ni Chile participaron en 2003 y Costa Rica recién en 2012): el primer bloque integrado por Chile y Costa Rica; el segundo por México y Uruguay y el tercero por Argentina Brasil y Colombia.
Concluye Azar: "Es prioritario destacar que PISA 2012 incorpora por primera vez un estudio diferenciado entre los puntajes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a nivel nacional. En matemáticas, la ciudad alcanzó los 418 puntos, esto es unos 30 puntos por encima del promedio en el país. Por último, la prueba PISA debería ser un eje más de conocimiento del rendimiento de los alumnos, pero no es el único. Habría que hacer foco en el en la definición de políticas curriculares que permitan a las instituciones poder realizar su propia definición del Proyecto Escuela, para el acompañamiento de los estudiantes durante toda su trayectoria escolar".
Debate enriquecedor
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) presentó ayer el libro " Caminos para la educación" en la Biblioteca Nacional, dos días después de que Infobae diera a conocer el anticipo del Informe PISA 2012. Organizó uno de los debates más ricos, diversos y profundos en materia de educación de los últimos tiempos, bajo la consigna "La hora educativa, un diálogo sobre las prioridades para los próximos 5 años"
Allí Cippec logró reunir a gran parte del "elenco estable" del sistema educativo entendiendo que el camino de la mejora educativa es el encuentro de saberes y el diálogo entre especialistas, docentes y funcionarios; entre el sistema educativo y la sociedad en general; entre la investigación y la acción.
Entre otros participaron Tomás Abraham; Claudia Balagué y María Inés Vollmer las ministras de Educación de Mendoza y Santa Fé ; Roberto Baradel, secretario General de SUTEBA ; las expertas en educación Elena Duro, Guillermina Tiramonti, el ex Ministrro de Educación Juan LLach; Jaime Percyck, secretario de educación del Ministerio de Educación de la Nación.
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