La izquierda latinoamericana, desde la más radical hasta la moderada, buscará en las urnas mantener la hegemonía de los gobiernos del continente en 2014
ALEJANDRO REBOSSIO Buenos Aires 1 ENE 2014 - 22:00 CET, El País
El nuevo año trae elecciones presidenciales en siete de los 19 paíseslatinoamericanos. En cuatro de ellos, la variopinta izquierda de la región pondrá en juego su poder. El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil buscará la reelección de Dilma Rousseff. En Bolivia, Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), persigue su tercer gobierno consecutivo. En Uruguay, el Frente Amplio intentará mantenerse en el poder con el regreso a la jefatura de Estado de Tabaré Vázquez (2005-2010). En El Salvador, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) procurará la victoria de Salvador Sánchez Serén, exguerrillero y actual vicepresidente del país.
La izquierda también sueña con hacerse con el poder en Costa Rica, donde el candidato José María Villalta, del Frente Amplio, pelea mano a mano en las encuestas con Johnny Araya, del centrista Partido Liberación Nacional (PLN), de la actual presidenta Laura Chinchilla. También habrá comicios en dos países regidos por el centroderecha: Colombia, donde anhela la reelección Juan Manuel Santos, del llamado Partido de la U (Unidad Nacional), y Panamá, donde Cambio Democrático aspira a sostenerse en el poder al reemplazar a Ricardo Martinelli por José Domingo Arias.
Después del reciente triunfo de la socialista Michelle Bachelet, que asumirá el poder en marzo, diversas izquierdas, desde moderadas a radicales, gobernarán en diez países latinoamericanos. Aunque las definiciones políticas son difíciles de hacer, sobre todo en esta región, se puede decir que los partidos de centro gobiernan en cuatro países y, la derecha, en cinco. Claro que el panorama puede cambiar en el año que ha comenzado. No es un dato menor que, después de tres años seguidos de desaceleración económica, se espera que la región vuelva a crecer un poco más rápido en 2014, sobre todo en México y Centroamérica, por la recuperación de Estados Unidos. Las perspectivas en Sudamérica, en cambio, dependen más de la caída de los precios de las materias primas, que todavía se mantienen a niveles históricamente altos.
El 2 de febrero comenzará el año electoral latinoamericano con presidenciales en Costa Rica y El Salvador. En Costa Rica, uno de los países más prósperos de esta región en vías de desarrollo, la economía no marcha de la mejor manera y por eso la izquierda, en la versión socialdemócrata del Frente Amplio, sueña con llegar al poder por primera vez en su historia. En El Salvador lo logró ya en 2009, con la victoria del moderado Mauricio Funes. Su país consiguió algunos progresos sociales, pero el bajo crecimiento de la economía lastró muchas ambiciones. Ahora la exguerrila del FMLN peleará por mantenerse en el poder frente a Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que busca regresar al mando que retuvo entre 1989 y 2009.
El 4 de mayo serán los comicios de Panamá. El conservador Cambio Democrático procurará seguir gobernando frente a la alianza de centroderecha El Pueblo Primero, que postula a Juan Carlos Varela y que integran los partidos Panameñista, que abandonó la alianza de Martinelli al denunciar presunta corrupción en el Gobierno, y Popular. En las encuestas figura en tercer lugar el socialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), con Juan Carlos Navarro a la cabeza.
El 25 de mayo será el turno de Colombia. Allí la disputa estará centrada entre Santos, que someterá también a referéndum su negociación de paz con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y su antiguo mentor, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), que fundó un nuevo partido con su propio nombre, Uribe Centro Democrático, y puso como candidato presidencial a Óscar Zuluaga. El electorado que no los quiera podrá optar por las izquierdistas Clara López, del Polo Democrático Alternativo, y Aída Abella, de la Unión Patriótica. Antes, el 16 de marzo, se celebrarán comicios legislativos.
El 5 de octubre se votará en el país latinoamericano más poblado, extenso y con mayor poder económico, Brasil. Después del Mundial de Fútbol, que se celebrará del 12 de junio al 13 de julio y que depositará los ojos del planeta en este país, Rousseff buscará la reelección, con lo que el PT conseguiría mantenerse 16 años en el poder. Al igual que en Colombia, Costa Rica, Panamá, Uruguay y Bolivia, Brasil define la presidencia en segunda vuelta si ningún candidato supera el 50%, por lo que tal vez Rousseff, muy popular pese las tensiones sociales de 2013, deba enfrentarse al centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que postula a Aécio Neves, o al Partido Socialista, que seguramente promoverá a Eduardo Campos, exministro del Gobierno de Luiz Inázio Lula da Silva (PT, 2003-2011).
Uruguay elegirá presidente el 26 de octubre. Antes, el 27 de abril, se celebrarán las primarias. Vázquez aspira a suceder a su correligionario José Mujica. En la derecha, el Partido Nacional (Blanco) aparece con más apoyos en las encuestas que el Colorado, pero primero deberá definir si su candidato es Jorge Larrañaga, más girado al centro, o Luis Lacalle Pou, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), cuyo gobierno fue identificado con la ola neoliberal latinoamericana de los 90.
También en octubre votará Bolivia. La Constitución de 2009 prohíbe tres gobiernos consecutivos, pero el Tribunal Constitucional habilitó con un fallo en 2013 una nueva candidatura de Morales porque consideró que su primera legislatura (20062010) no computa porque no llegó a agotarla y que con la reforma de la Carta Magna se refundó el país como un Estado plurinacional. Entre sus rivales figuran Rubén Costa, del conservador Movimiento Demócrata Social, y Juan del Granado, exaliado de Morales y líder del Movimiento Sin Miedo.
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