11 de junho de 2014

El Banco Mundial vuelve a recortar la previsiones para América Latina

El organismo pide que se aceleren las reformas para salir de la etapa crecimiento lento

Viviendas en Rio de Janeiro (Brasil), y al fondo el estadio de Maracaná / GETTY
El arranque del año fue decepcionante. La severidad del invierno en EE UU, la inestabilidad geopolítica por Ucrania y, sobre todo, la moderación del crecimiento en China obligan ahora a revisar a la baja las previsiones de crecimiento para el conjunto de los países en desarrollo. El Banco Mundialen su último informe, calcula que la expansión será este año del 4,8%, medio punto porcentual menos de lo previsto hace seis meses. América Latina crecerá al 1,9%, un punto menos.
La misma valoración de “deficiente” es la que emplean los expertos de la institución para hablar de Brasil, México, Perú y Argentina cuando se fija en el rendimiento de estos países en el primer trimestre. La economía brasileña, la mayor del continente, crecerá este año un tímido 1,5% del producto interior bruto, frente al 2,3% que se vio el año pasado. Es también menos de lo esperado.
Brasil es vulnerable por la combinación de alta inflación, la caída de la demanda y su déficit exterior. En el caso mexicano, juega en contra el alza de impuestos y eso mermará su crecimiento al 2,3%. Es el doble que en 2013 pero sigue prácticamente a la mitad de camino cuando se compara con el 4% de 2012. Argentina, por su parte, se estancará tras crecer un 3% el pasado ejercicio.
La economía venezolana también se estancará en 2014, tras crecer un tímido 1,3% en 2013. Perú, que el pasado ejercicio tuvo un espectacular crecimiento del 5,8%, lo modera al 4%. Una desaceleración similar se observa en Panamá, del 8% al 6,8%. Colombia seguirá la tendencia inversa, al acelerar su crecimiento del 4,3% el pasado año al 4,6% el presente.
El mensaje es que los países en desarrollo “deben prepararse para un año de magro crecimiento”, porque se retrasa el esperado repunte. Este ejercicio, por tanto, será el tercer año consecutivo en el que estos países que hacen de locomotora de la economía global crezcan por debajo del 5%. Como señala Jim Yong Kim, presidente del organismo, es una tasa “excesivamente modesta”.
En su caso, cree que este ritmo es insuficiente para crear el tipo de empleo que se necesita para hacer frente al reto de la pobreza extrema. Junto a los factores que hacen de lastre, lamenta el “lento avance” en las reformas estructurales. “Claramente, los países deben avanzar más rápido e invertir más para lograr que el crecimiento económico llegue a los niveles que lo necesitan”, concluyó.
Para América Latina en concreto, lo que más preocupa al Banco Mundial es que la región se acostumbre a crecer por debajo del 3%. Por eso se insiste en que estos países deben potenciar la productividad interna como vía para sostener un ritmo de crecimiento sólido. “Es necesario prevenir que un crecimiento mediocre se convierta en la nueva normalidad”, repiten los relatores.

Mejores perspectivas a medio plazo

A medio plazo, la perspectiva mejora. Los países en desarrollo crecerán un 5,4% en 2015 y un 5,5% en 2016. Para el caso de América Latina, repuntaría al 2,9% en 2015 y al 3,5% en 2016. En el caso de las tres mayores economías de la región, Brasil crecerá un 2,7% en 2015 mientras que México lo hará un 3,5% y Argentina un 1,5%. Para 2016, reclamaría el 3% en Brasil y el 4% en México, mientras que Argentina se acercaría al 3%.
Perú volverá a recuperar un ritmo próximo al 6% entre 2015 y 2016, de acuerdo con estas proyecciones. En el caso de Panamá, se moderará de nuevo el año próximo, para bajar al 6,2% y lo esperado es que se consolide a ese nivel. Colombia también consolidará el crecimiento durante los próximos dos años y medio en un nivel próximo al 4,5%, por encima de la media regional.
Son más bien indicios de fortalecimiento, porque como viene repitiendo el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, todo dependerá del éxito de China al equilibrar el crecimiento de su economía. Si sufre una caída abrupta, las repercusiones se sentirán intensamente en todo el continente asiático y por extensión en sus socios comerciales al otro lado del Pacífico.
La proyección del Banco Mundial es que la economía global refuerce su ritmo de crecimiento del 2,8% este año, cuatro décimas menos de lo dicho en enero, y se consolide en el 3,5% en 2015 y 2016. En las economías avanzadas, pasará del 1,9% en 2014 al entorno del 2,5% en los dos años sucesivos. Contribuirán a la mitad del crecimiento mundial este año. EE UU, pese a la contracción del primer trimestre, se espera crezca un 2,1% y de ahí al 3%.
El informe concluye reiterando que el crecimiento a medio plazo en los países en desarrollo vendrá de la mano de las reformas orientadas a fortalecer la demanda interna y depender menos de la financiación externa. Pone así como ejemplo el plan avanzado por México o las reformas ya emprendidas en Colombia y Perú, lo que les permitió navegar mejor las últimas turbulencias.
Los mercados parecen estar ahora tranquilos, tras el caótico arranque del año por el inicio de la transición hacia la normalidad monetaria en EE UU. La retira de estímulos es, en cualquier caso, un riesgo latente por su efecto en los flujos de capital. Sin embargo, es la caída en el precio de las materias primas donde el viento sopla de cara para los países productos y exportadores. En este caso, de nuevo, dependerá mucho de cómo progrese la demanda china.

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